5 de noviembre 2020 - 00:01

EE.UU.: más votantes pero menos espectadores de la transmisión

Los canales de cable se impusieron a las cadenas abiertas. Lideró Fox News, que tuvo 13,6 millones, contra la CNN que hizo poco más de 9 millones. Primero en aire fue la cadena ABC, con 6,1 millones.

La elección en TV. Hubo numerosos cronistas que, aun en piso, lucieron barbijo. La tecnología de realidad aumentada en pantallas mejoró la calidad.

La elección en TV. Hubo numerosos cronistas que, aun en piso, lucieron barbijo. La tecnología de realidad aumentada en pantallas mejoró la calidad.

De acuerdo con los datos aún provisionales de la agencia de medición Nielsen, poco más de 50 millones de personas siguieron las elecciones estadounidenses por televisión el martes por la noche. Esto representa una caída con respecto a los comicios en 2016, ya que aunque aún falte arribar a los datos definitivos se está por debajo en un estadio similar de medición. Las cifras comprenden las cuatro cadenas de aire más importantes, ABC, CBS, NBC y Fox, las tres principales de cable (Fox News, MSNBC y CNN), y algunas otras señales, como los canales latinos Telemundo y Univision. Según las cifras finales de 2016, 71,4 millones de personas siguieron las elecciones en 13 cadenas estadounidenses cuando Trump logró la victoria sobre Hillary Clinton. Como dato comparativo, la mayor audiencia anual de la televisión de Estados Unidos, el campeonato de fútbol americano del Super Bowl, convoca a 100 millones de espectadores.

En la franja prime-time, comprendida entre las 20 y las 23, Fox News tuvo la mayor audiencia con 13,6 millones de espectadores, seguida por CNN con poco más de 9 millones, y detrás la MSNBC con 7,3 millones. ABC (propiedad de The Disney Company) totalizó 6,1 millones contra 5,6 millones de la NBC (de la Comcast Corporation). Luego se ubicó la CBS con 4,3 millones y finalmente Fox (de aire) con 3,3 millones. Esto también marca una tendencia singular en la que canales de cable superan ampliamente al aire, a diferencia de lo que ocurría hace sólo cuatro años, cuando la NBC logró 12,1 millones y Fox News 11, 5 millones. Nielsen no ha sumado a las plataformas noticiosas de internet, lo que quizá explicaría la caída en público de una elección a otra.

Las cifras, siempre en este estadio previo a los resultados finales y sin tener en cuenta a la información de plataformas, permiten extraer también otras conclusiones, y es que el consumo de información noticiosa fue superior durante la campaña que en la noche de la elección. Dos de los programas políticos de Fox News en horario central, conducidos respectivamente por Tucker Carlson y Laura Ingraham, alcanzaron su mayor audiencia histórica en la semana previa a las elecciones. El rating de Fox News esa semana fue equivalente al de sus rivales en el cable CNN y MSNBC juntos.

Uno de los aspectos más destacables de la cobertura de los sufragios fue la prudencia que observaron la casi totalidad de las cadenas cuando se trató de informar sobre la marcha de los comicios en los estados llamados “swinging” o “battleground states”, es decir, aquellos no atados históricamente ni a Republicanos ni a Demócratas, y cuyos resultados pueden dar vuelta una elección, como Florida, Iowa, Ohio y Texas.

En esta dirección, la cobertura de Fox News fue la más libre, y la que con alguna primicia aventajó a sus competidores. Por ejemplo, fue Fox la primera en anunciar el triunfo de Joe Biden en Arizona. Esto, según se explicó, obedece a que la señal (tradicionalmente inclinada hacia los republicanos) se maneja con información propia o que elabora en conjunto con la agencia noticiosa Associated Press, en tanto que señales como ABC, CBS, CNN y NBC comparten una misma base informativa como miembros de la National Election Pool (Encuesta Electoral Nacional). A señalar, también, la conducta de la mayor parte de las cadenas cuando Donald Trump, pasada la medianoche, salió a proclamar su triunfo. La NBC lo interrumpió con una periodista que habló en directo sobre sus palabras, y hasta Fox (según se dijo antes, más cercana al presidente) aclaró posteriormente, a través de uno de sus periodistas estrella, Chris Wallace, que se estaba viviendo “una situación muy inflamable y el presidente está echando un fósforo encendido”.

La tecnología, como ocurre cada cuatro años, siempre es superior y cada vez más sorprendente. En este caso, la totalidad de los canales, tanto de aire como de cable, se valieron de lo que llamaron el “Magic Wall”, una pizarra electrónica interactiva en la que el presentador encargado de explicar la evolución de los comicios, estado por estado, podía recurrir a “realidad aumentada” y 3D permanente. Así, por ejemplo, los gráficos comparativos entre los sufragios de 2016 y el del martes eran inmediatos, al igual que el resto de la data de porcentajes, tendencias, composición del voto y proyecciones. Fox agregó una pantalla tridimensional de la Casa Blanca y el Congreso.

La incorporación de esa “pantalla mágica” que superó en tecnología a las que se empleaban en sufragios anteriores permitió también crear una especie de “estrellas del Magic Wall”, esto es, presentadores capaces de manejar a la perfección los múltiples recursos de tales pantallas, y que a la vez poseían una esperable cuota de histrionismo para dirigirse a la audiencia.

En la cobertura de CNN, los datos aportados por los corresponsales en los distintos estados acentuaron numerosos detalles relativos al covid. Mostraron cantidad de imágenes de votantes con máscaras faciales y caretas de plástico, y sus cronistas también exhibieron barbijos durante su labor, aunque cuando estuvieran en piso. Entre los testimonios de especialistas consultados por la CNN se contaron algunos cuyas áreas se vinculaban indirectamente con la política. Por caso Edward Maddox, profesor de lenguaje de la Universidad de Detroit.

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