16 de enero 2007 - 00:00

Medio siglo sin Arturo Toscanini

ArturoToscaninimurió hacehoy 50 años.Estableció elprototipo deldirector deorquestacolérico ygenial. Fue elprimero queno admitiócaprichos delos cantantes,e interpretó laspartituras talcomo fueroncompuestas.
Arturo Toscanini murió hace hoy 50 años. Estableció el prototipo del director de orquesta colérico y genial. Fue el primero que no admitió caprichos de los cantantes, e interpretó las partituras tal como fueron compuestas.
Milán (ANSA, Reuters) - Daniel Barenboim dirigirá hoy un concierto en el teatro Alla Scala de Milán en ocasión de los 50 años de la muerte de Arturo Toscanini. Se trata de la manifestación más importante de todas las organizadas en Italia, y en el mundo, para recordar a uno de los más grandes directores de orquesta del siglo pasado, el primero que se transformó en un mito viviente y que estableció el modelo del director de orquesta intransigente y colérico.

Barenboim. que hoy incluirá la sinfonía «Heroica» de Beethoven en el programa, favorita del homenajeado, dirigió a los 14 años su primer concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, el 20 de enero de 1957, cinco días después de la muerte de Toscanini, a quien siempre admiró: «su rigor ético y moral no perdió fuerza en sus últimos años de vida» declaró Barenboim. «En general la edad tiende a la gente más maleable, a aceptar compromisos, en cambio él no. El empuje y el temperamento que lo caracterizaban no cedieron ni un centímetro. Justamente haber conservado una ética musical invariable ya desde principios de siglo es de gran importancia, sobre todo para Italia que tenía una tradición operística más que sinfónica y donde las orquestas no tenían el nivel que tienen ahora».

«Y lo mismo vale para Estados Unidos, donde antes de su llegada no había la menor consideración por la música, que no creían una disciplina importante. Toscanini introdujo su gran rigor musical y su gran higiene sonora dando importancia a la música en general y a la clásica en particular y convirtiéndose así en el símbolo de la música en Nueva York».

En Italia, las celebraciones están organizadas por el comité internacional «Viva Toscanini», presidido por el compositor Roman Vlad. La RAI, acusada no sin razón de olvidarse de la cultura, sobre todo musical, dedicará el día de hoy a recordar al maestro que desafió al nazismo y al fascismo, abandonando la dirección orquestal en Alemania e Italia tras ser proclamadas las leyes racistas.

Los festejos se extenderán en la RAI en los meses siguientes, ya que el año toscaniniano concluirá en diciembre próximo con un concierto de la Sinfónica de Israel en La Fenice de Venecia. Dicha orquesta tiene una particular deuda de gratitud con Toscanini ya que fue el promotor de la creación de la Sinfónica Palestina, que fue su antecesora, con músicos judíos europeos escapados del nazismo, y la dirigió en su primera presentación pública en Tel Aviv en 1936.

Famosa fue la primera ejecución en la Scala de Milán el 25 de abril de 1926 de «Turandot», la ópera que Giacomo Puccini dejó inconclusa a su muerte, dos años antes, y que fue completada por Franco Alfano. Toscanini llegó hasta la última nota escrita por el autor, cerró la partitura y declaró solemnemente: «Hasta aquí llegó Puccini» y bajó del podio, negándose siempre a ejecutar la obra con los agregados de Alfano.

La Symphonica Toscanini, fundada en Roma el año pasado, hará una larga gira por Estados Unidos, Rusia, Israel, Japón, Europa y Sudamérica, dirigida por su fundador Lorin Maazel. En Estados Unidos estará hasta el 28 de enero para recrear las etapas de la famosa « Symphony on the Air» que hizo el maestro en 1920/1 a los albores de su carrera y que repitió en 1950 al despedirse, a los 83 años, de su orquesta, la sinfónica de la NBC.

Parma, su ciudad natal y famosa por ser la patria de los melómanos más difíciles de Italia, le dedicará una serie de conciertos que durarán todo el año y reabrirá el museo dedicado a su memoria en la casa donde nació el 25 de marzo de 1867, cerrado durante años por refacciones. Toscanini tuvo contacto con Sudamérica desde sus comienzos y a los 19 años debutó accidentalmente como director en la orquesta de la compañía de ópera Rossi con la que realizaba una gira como cellista y asistente de dirección. Durante la representación de Aida en Rio de Janeiro, el director abandonó el escenario tras ser abucheado por el público, lo que significó la ocasión de Toscanini para tomar la batuta.

En 1902, Toscanini realizó cuatro temporadas en el antiguo Teatro Opera de Buenos Aires con compañías europeas, y en 1912 dirigió por última vez en la capital argentina en el Teatro Colón.

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