Pocos directores se despiden tan en paz de la vida como Robert Altman en esta película (el otro fue John Huston, aunque más dramáticamente en «Desde ahora y para siempre»). Altman, con esta transmisión de un antiguo programa de variedades del Medio Oeste, firmó un testamento cinematográfico tan melancólico como humorístico. Meryl Streep y Lily Tomlin cantan juntas y se sacan chispas. Impar, del mismo modo, Virginia Madsen como ángel de la muerte, explicando su tarea de aparecerse a los humanos. Y, por si fuera poco, además de los sonidos countries, chistes deliciosos narrados a la vieja usanza. Magnífico Altman.
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