Las tasas para el financiamiento empresas descendieron más de 20 puntos tras las elecciones generales, que junto al desarme de las LEFIs habían disparado el costo de los créditos.
Las tasas de adelantos en cuenta corriente bajaron al 26%.
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El costo del financiamiento en pesos para empresas cayó con fuerza tras las elecciones generales. Las tasas de los préstamos corporativos vía adelantos de cuenta corriente se ubicó en torno al26% anual, una nivel aún más bajo que en julio, antes del desarme de las LEFIs. Así, alcanzaron mínimos de la era Milei.
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En paralelo, la tasa de descuento de cheques en el MAV, que llegó a un máximo del 54% previo a los comicios, retrocedió hasta el 28%. Aun así, persisten disparidades: algunas empresas, sobretodo mipymes, aún enfrentan tasas superiores al 40%, especialmente en algunos bancos.
Tras las elecciones generales, las tasas de interés registraron una baja generalizada. Cabe recordar que el apretón monetario de julio encareció de forma acelerada el financiamiento corporativo, llevando el costo del crédito —en adelantos en cuenta corriente— a niveles del 43% y hasta el 80% TEA. Superada esa instancia de tensión, el mercado comenzó a normalizarse.
Nuevo escenario para las tasas
En este nuevo escenario, el costo de endeudamiento de las empresas volvió a descender. Con este proceso de corrección, el Banco Central inicia una nueva etapa de su estrategia monetaria, orientada a la baja sostenida de tasas y a la expansión del crédito, con el objetivo de fortalecer la actividad económica de cara a 2026.
“Con un panorama político más claro y un entorno social más favorable, esta reducción de tasas va a impulsar el crédito y, con él, la recuperación de la economía real”, afirmó Federico Furiase, director del BCRA, en el IAEF recientemente. El funcionario destacó que la eliminación de los pasivos remunerados del Central abre espacio para el crecimiento del financiamiento bancario.
“Ahora que tenemos una macro ordenada, se vienen más préstamos para familias y empresas. La caída de tasas será el motor de la próxima etapa de expansión”, aseguró.
Para tener en perspectiva: este año, los préstamos al sector privado crecieron 4% real entre enero y abril, se moderaron en junio y julio al 2%, y permanecieron casi sin variaciones o con caídas entre agosto y noviembre, por la volatilidad en tasas reflejando una mayor cautela por parte de las empresas. Diciembre ya podría mostrar una leve mejora.
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Gráfico Fernando Marull, Director de FyMA.
Mejora en el crédito privado
De acuerdo a un informe de la consultora Equilibra, el crédito al sector privado en pesos registró en noviembre una variación positiva del 0,3% mensual, interrumpiendo un ciclo de cinco caídas consecutivas. La mejora se explicó por la expansión de los préstamos en pesos (0,7% real), favorecida por la reducción en las tasas activas: en adelantos en cuenta, la baja fue de 3,9 puntos porcentuales TEM (tasa efectiva mensual), mientras que en documentos comerciales fue de 1 punto TEM.
Sin embargo, pese a que las tasas en pesos descomprimieron de manera significativa, aún se mantienen por encima de la inflación un elemento que seguirá condicionando el dinamismo del crédito. Sin embargo, la morosidad que fue noticia durante varios meses por el porcentaje que representan en préstamos personales (9,1%), es de apenas el 1,7% en empresas. Dentro del segmento empresas, los adelantos en cuenta corriente - ya en niveles del 30%- alcanzan una morosidad del 3,9%, equivalente al 11% del total de la cartera de préstamos, según estimaciones de Quantum Finanzas.
Quantum sostuvo que el reacomodamiento de tasas, en un contexto de normalización de ingresos y actividad, permitirá estabilizar la morosidad del sistema, que venía mostrando una tendencia al alza debido a las condiciones financieras más restrictivas del primer semestre. Desde Quantum aclararon que, pese a este factor, “la situación de estos indicadores no parecería ser una amenaza o un foco de preocupación para los bancos considerando la solvencia en el agregado del sistema bancario”.
Hacia adelante, los analistas de LCG valoraron la caída de las tasas y plantearon que la baja en el riesgo país y cierto repunte de la actividad traccionarán la demanda de préstamos, aunque "será difícil que ocupe el rol que tuvo en 2024".
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