22 de julio 2008 - 00:00

Asusta oleada de crímenes, también la torpeza oficial

Cotidiano, perenne, abrumador. Así es el crimen en la provincia de Buenos Aires, con episodios de muerte luego de intentos de robo. En cualquier barrio, contra cualquier familia. Los medios se acostumbran -o se apasionan por temas como el del campo-, a menos que los despierte la brutalidad de los últimos tres días, con asesinatos a un arquitecto, a un ingeniero, a un abogado, a un carnicero, por no hablar de otros heridos de bala. Una oleada de violencia imparable sin ninguna contención, repetida y con las mismas respuestas cualquiera sea el funcionario que se ocupe de la seguridad (o de la inseguridad). Carlos Stornelli, el hombre de Daniel Scioli para esta causa, se duele de ser "el sepulturero de la provincia" (frase para una novela), dice como León Arslanian en el pasado o Marcelo Sain que "la Policía tiene otra actitud", afortunadamente no ofrece estadísticas y vino a sorprenderse ahora de que los policías ganan poco y viven en las villas y que, lamentablemente, habrá que convivir con esta violencia. No es lo que se espera de un funcionario esa resignación, tampoco que después de 6 meses de gobierno descubra obviedades. Y, sobre todo, que se carezca de respuestas eficientes para entrar o salir con vida en la provincia. La única salida para el ciudadano bonaerense que le brindan las últimas administraciones es siempre la misma: cambiar de domicilio.

Asusta oleada de crímenes, también la torpeza oficial
Un abogado de 57 años fue asesinado de al menos diez cuchillazos al ser asaltado en su casa del partido bonaerense de San Isidro. 

Por el crimen fueron detenidos dos jóvenes, uno de ellos menor de edad, cuando escapaban con las ropas ensangrentadas en un colectivo de línea.

Fuentes policiales dijeron que la principal pista apunta al intento de robo como móvil del homicidio, aunque no se descartan otras hipótesis ya que los sospechosos apresados eran de la zona y podrían haber conocido a la víctima.

El hecho ocurrió el domingo frente a una casa ubicada en Blandengues 964, de la localidad de Boulogne, en San Isidro, donde la víctima, identificada por la Policía como Enrique Friol (57), vivía sola y había montado su propio estudio jurídico.

De acuerdo con sus vecinos el abogado era soltero, trabajaba como profesor en varios colegios de la zona y atendía asuntos legales de sucesiones en su estudio sólo los sábados y domingos.

El hecho comenzó a las 15.30, cuando el abogado fue sorprendido en su casa o en el frente de la misma por dos delincuentes que lo amenazaron con armas blancas y aparentes fines de robo.

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    Los investigadores intentan determinar si los agresores quisieron entrar a robar a la casa y el dueño se resistió, o si lo atacaron porque se dieron cuenta de que el hombre no tenía dinero en el momento del asalto.

    Los voceros policiales indicaron que Friol recibió al menos diez cuchillazos que lo dejaronmalherido, en tanto que los asaltantes escaparon del lugar a la carrera.

    Los delincuentes fueron observados por un vecino que llamó al 911 y que luego les contó a los efectivos que arribaron al lugar que habían subido a un colectivo de línea.

    Las fuentes señalaron que cuando la Policía y los vecinos encontraron a la víctima tirada en la vereda del frente de la casa aún estaba con vida, y alcanzó a relatarles brevemente lo sucedido aunque instantes después se desvaneció.

  • Detenidos

    Friol fue llevado en ambulancia hasta el Hospital Central de San Isidro, donde fue intervenido quirúrgicamente y murió minutos después, alrededor de las 16.15.

    Efectivos de la comisaría 3ª de San Isidro salieron en busca de los delincuentes e interceptaron el interno 21 de la línea 314 que iba hacia Villa Adelina, a bordo del cual viajaban dos jóvenes con sus ropas ensangrentadas que fueron detenidos en el momento.

    Se trata de un joven de 16 años de quien no se proporciona su identidad por cuestiones legales, y de otro de 18 identificado por la Policía como Andrés Nazareno Salvatierra.

    Fuentes de la investigación dijeron que el menor de los detenidos tenía un pedido de captura por un hecho anterior y cuenta con un extenso prontuario que incluye unos 20 hechos de robo en la zona norte del conurbano bonaerense.

    En tanto, en el barrio de Friol, ayer a la mañana los vecinos se mostraron consternados por lo ocurrido ya que el abogado había vivido muchos años allí y era conocido por todos.
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