3 de octubre 2019 - 11:15

Descubren que el ser humano tuvo otro ancestro además de los simios

Se trata del Rudapithecus, un pariente extinto de los humanos y los macacos modernos. Su posición era más erguida, según un estudio.

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Gentileza: University of Missouri / John Siddick

Los científicos siempre creyeron que los seres humanos descendían del simio y que inicialmente se movilizaba en cuatro patas, como los chimpancés. Ahora, creen haber hallado la verdadera respuesta al posible origen directo gracias a un ancestro bípedo y erguido, el Rudapithecus.

Una pelvis fosilizada de Rudapithecus, un pariente extinto de los humanos y los simios modernos, puede tener la respuesta.

Así lo indica la nueva investigación sobre los restos fragmentarios que sugieren que cuando el simio del tamaño de un perro pequeño descendió de los árboles, no caminó como los chimpancés o los gorilas, como se pensaba hasta ahora. Por el contrario, se puso de pie, o mejor dicho en dos, de manera erguida, como un humano actual.

"Siempre hemos preguntado, ‘¿Por qué evolucionó nuestro linaje?’ ‘¿Por qué nos pusimos de pie desde estar en cuatro patas?’ Pero ahora el Rudapithecus plantea otros interrogantes", señaló Carol Ward, profesora de anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri en Columbia.

Autora principal de un artículo sobre la investigación publicada en el Journal of Human Evolution, Ward plantea que el hallazgo del registro fósil acerca a los expertos a una nueva "comprensión" de los "orígenes de una manera fundamentalmente diferente" a la que se tenía hasta ahora. "Es un cambio de juego. Los libros de texto ahora se pueden reescribir", agregó.

La pelvis de 10 millones de años fue desenterrada en Rudabánya, una ciudad en el norte de Hungría, en 2006. Es la única pelvis de Rudapithecus conocida, y una las cuatro pelvis de simios razonablemente completas de más de 4 millones de años.

"Esta es la pelvis más antigua que se parece a la pelvis de un mono", aseguró el coautor del estudio David Begun, profesor de antropología en la Universidad de Toronto, quien ayudó en el descubrimiento del fósil. En 2009, Begun contactó a Ward, experta en anatomía de la pelvis de los simios, para que lo ayudara a analizar el fragmento óseo.

Trabajando junto a Mike Plavcan, un antropólogo biológico en la Universidad de Arkansas en Fayetteville, y Ashley Hammond, un paleoantropólogo en el Museo Americano de Historia Natural en la ciudad de Nueva York, Ward y Begun pasaron una década mapeando los contornos del fósil y creando un detallado Modelo 3D de una pelvis Rudapithecus completa.

También crearon modelos de esqueletos de gorilas, macacos, orangutanes y otros primates modernos. Al comparar los modelos, pudieron inferir la anatomía de Rudapithecus: la curva de su columna vertebral, la posición de sus patas, la mecánica de su marcha.

La investigación muestra que Rudapithecus se ve muy diferente de los simios modernos, cuyas espaldas cortas y rígidas soportan su peso sustancial mientras trepan árboles, pero también necesitan moverse en cuatro patas cuando están en el suelo.

Rudapithecus se parecía más a los humanos, cuyas espaldas largas y flexibles hacen que sea más fácil pararse derecho, erguido.

"Si así eran nuestros antepasados, entonces esa transición a caminar sobre dos pies no era realmente tan importante", dijo Ward.

"Nos especializamos en hacerlo. No tuvimos que tener un cambio fundamental en cómo nos movimos".

Rudapithecus vivió durante el Mioceno, un período moderadamente cálido que terminó entre 8 y 5 millones de años atrás. La Tierra se volvió más fría y seca durante esta época, haciendo que los bosques se redujeran y obligando a los simios atados a los árboles a aventurarse a través de amplias extensiones de praderas.

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