10 de noviembre 2020 - 15:00

Cansancio, dolores y disminución del gusto, algunas secuelas en los recuperados del coronavirus

Las consecuencias que deja el virus son similares: falta de energía, músculos agotados, tos recurrente y dificultades para recobrar el olfato. En la Argentina ya se recuperaron casi 1.080.000 personas.

Son similares las secuelas que presentan las personas que lograron recuperarse del coronavirus.

Son similares las secuelas que presentan las personas que lograron recuperarse del coronavirus.

Pixabay

Baja energía, cansancio, desgano, mareos temporales, dolores en las articulaciones o disminución del gusto y el olfato son algunas de las secuelas que manifestaron las personas que se contagiaron de coronavirus en distintas provincias y lograron recuperarse.

En Santa Fe, la profesora universitaria de Latín, Gramática del Español e Historia de la Lengua, Jimena Morais, pasó 5 días en cama, con mucho dolor y gran decaimiento y no pudo trabajar ni siquiera en modalidad virtual.

"Ahora toso mucho al hablar, ya volví a las clases por Meet, y termino con taquicardia. Toso tanto que me da calor, se me acelera el corazón y después me lleva un rato largo estabilizarlo. Es horrible, contó Morais.

En Mendoza, el procurador general Alejandro Gullé quien sufrió una neumonía bilateral contó que se hizo "los estudios esperando qué secuela puede haber dejado" y recordó que inició "los primeros síntomas con una tos seca".

Estuvo internado en terapia intensiva durante cuatro días, dijo que ahora se sentía "bien pero estuve con un cansancio importante. La verdad es que estar en terapia no deja una buena sensación, es un virus bravo y uno se confía demasiado".

El ministro de Economía de Chubut, Oscar Antonena, quien ya recibió el alta, dijo que: "Yo no tuve mayores consecuencias durante el proceso pero reconozco que me quedaron secuelas en el gusto que no lo tengo a pleno".

En Santiago del Estero, Norma Acuña, explicó: "En casa todos quedamos con secuelas leves, por ejemplo nos cansamos o tenemos desgano, pero yo tengo una tos constante y me agito cuando hago alguna actividad muy seguida, por ejemplo si barro toda la casa y la vereda, me agito y tardo un buen rato en recuperarme".

En tanto, el bonaerense Pedro Techeira, que tiene 38 años y vive en Wilde, relató a Télam que estuvo "14 días en cama con mucho dolor, fiebre y casi vegetando".

"Cuando vino el médico a mi casa, me dijo que lo mío era una angina. Cuando se fueron los síntomas de la angina (dolor de garganta muy fuerte), empecé con mucho dolor de cabeza, tanto que cuando me movía levemente para tomar agua creía que me iba a agarrar algo en el corazón", añadió.

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