28 de septiembre 2007 - 00:00

La inseguridad en alza: hallaron muerto a empresario secuestrado

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Dos secuencias del luctuoso suceso. El cuerpo policial trabajando en el lugar del hallazgo y el momento en que es detenido un hombre que luego fue clave para esclarecer el hecho.
El cadáver del productor rural Francisco White, quien había sido secuestrado 20 días atrás, fue hallado ayer en un campo cercano a la localidad de General Villegas, mientras que ya son cinco los detenidos por el caso. El cadáver se encontraba en una de las «taperas» del predio, situado a seis kilómetros del casco urbano de ese distrito del territorio bonaerense. De acuerdo con una información extraoficial, la Policía llegó al lugar como consecuencia de los datos proporcionados por uno de los detenidos. El cuerpo de White fue encontrado con las manos atadas con alambre, y según las primeras investigaciones, presentaba marcas en el cuello. Los pesquisas revelaron que esas marcas podrían haberse producido de dos maneras: por asfixia o para tratar de controlar a la víctima, que luego murió de un paro cardíaco por el susto.

La investigación desarrollada hasta el momento indica que «los cinco detenidos serían los principales ejecutores de la muerte (del productor agropecuario), sin perjuicio de profundizar y continuar la investigación». En tanto, el comisionado Hugo Matzkin, director de Investigaciones en Función Judicial de la Policía Bonaerense, afirmó que el caso del secuestro de White «está esclarecido».

  • Núcleo cercano

  • El comisionado reveló además que el cuerpo fue hallado en una de las «taperas» que existen en un establecimiento rural cercano a General Villegas y que la muerte dataría de una fecha cercana al momento de la desaparición de White. Agregó que los cinco detenidos por el hecho integraban un «grupo de personas que conforman un núcleo cercano a la víctima» y no actuaron como «una banda organizada». El hallazgo se produjo pocas horas después de que la Policía arrestara a un quinto sospechoso.

    White, de 59 años, fue secuestrado el 7 de setiembre pasado en su campo de Banderaló, y por su rescate los delincuentespidieron a su familia 250.000 dólares, en el único llamado realizado. El resto de las comunicaciones, en las que no se brindaron pruebas de vida, se realizaron con mensajes de texto (SMS) desde el celular de la víctima.

    Las investigaciones parecían orientadas a profundizar la posibilidad de que se haya tratado de un autosecuestro, instigado por una joven mujer de la noche que habría terminado entregándolo a un grupo de delincuentes. Los detenidos ayer, a quienes se les secuestraron celulares y ropa que se investiga si pertenecen a White, son Javier Tomas, hijo de un colega del hombre secuestrado, el remisero Pablo Lejarza, su esposa Lidia Quiroz y el boxeador Angel «Mere» Miranda. El quinto detenido, según se supo, tendría una relación de amistad con Tomas.

  • Hipótesis

    Paralelamente, los investigadores tratan de determinar el inicio de la historia, que tendría una hipótesis en una relación amorosa con la detenida Lidia Quiroz, empleada de un cabaret. Es así que, instado por la mujer, White habría aceptado ser parte de un « autosecuestro» para sacarle plata a su padre, con quien estaba distanciado.

    Sin embargo, en algún momento de la historia, el «auto» dejó de existir y todo se transformó en un «secuestro extorsivo» con Javier Tomas a la cabeza, ya que habría sido el encargado de entregar los datos sobre White. En uno de los allanamientos, el que se realizó en la casa del matrimonio Lejarza-Quiroz, los investigadores hallaron un chip de un teléfono celular que habría sido utilizado en las primeras comunicaciones.

    Además, se encontró una prenda de vestir -que sería una camisa- algo incinerada, por lo que ahora los trabajos se centran en conocer si era de White. Uno de los hombres detenidos aseguró que la situación estaba planeada de una manera, pero el rapto se complicó y finalmente «se les fue de las manos». Lo cierto fue que la investigación se simplificó a partir de la declaración de Javier Tomas, el único de los cuatro detenidos ayer que accedió a hablar ante el fiscal federal de Junín, Oscar Varas.

    Tomas, hijo de un productor agropecuario y vecino de la estancia «San Francisco» perteneciente a la víctima, habría dado el nombre de Claudio Gómez, el último de los detenidos hasta anoche.
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