El presidente del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA), Roberto Fiochi, presentó su renuncia tras siete meses de gestión marcados por la acumulación de deuda y el recorte de prestaciones. El monto a pagar ya superaría los $160.000 millones y crece a un ritmo mensual de $19.000 millones.
Renunció el titular de la obra social de las FFAA en medio de una deuda récord y fuertes recortes
Con una deuda que supera los $160.000 millones, Roberto Fiochi dejó la presidencia de IOSFA tras solo siete meses. Lo reemplaza Bettina Surballe.
-
Declararon en crisis a cuatro obras sociales y deberán presentar un plan de contingencia
-
Detuvieron por abuso sexual a una menor a un cura que participaba de las marchas por la aparición de Loan
Roberto Fiochi renunció tras siete meses al frente de IOSFA, dejando una deuda que ya supera los $160.000 millones.
Fiochi había sido designado por el ministro de Defensa, Luis Petri, quien la semana pasada admitió ante Diputados una deuda de $120.000 millones. Paradójicamente, lo había ratificado en su cargo pocos días antes de su salida. En esa exposición legislativa, Fiochi estuvo ausente, lo que ya encendía señales de alerta.
En su lugar fue designada la contadora pública Bettina Surballe, exdirectora ejecutiva del Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), el mismo organismo del que provenía Fiochi. En su paso por el IAF, Surballe lideró un proceso de ordenamiento administrativo y financiero, con mejoras en inversiones y préstamos, pero que incluyó un préstamo polémico de $40.000 millones que benefició a IOSFA y hoy es motivo de críticas.
La carta de renuncia de Roberto Fiochi
En su carta de salida, Fiochi argumentó “motivos personales” y mencionó su intención de dedicarse a “cuestiones empresariales que requieren hoy de toda su dedicación”. Sin embargo, su salida se produjo en medio de un creciente malestar entre los afiliados, recortes de prestaciones en todo el país y el vaciamiento de clínicas como la Policlínica Actis, afectada por falta de fondos y fuga de profesionales.
Desde IOSFA se anunció una reingeniería para “hacer sustentable” la obra social. Entre las medidas se mencionan auditorías externas, modernización del sistema informático y gestiones con el Ministerio de Economía para saldar aportes patronales no liquidados. “Es indispensable poder avanzar en este proceso de saneamiento para cumplir con el compromiso asumido desde el primer día: recuperar la obra social”, remarcaron desde el entorno de Surballe.
No obstante, el directorio sigue cuestionando el camino tomado. “Se solicitó el préstamo al IAF, que según nuestro parecer solo alargó los tiempos y no logró ninguna solución duradera”, afirmaron los vocales. También criticaron que se desestimara sin votación una propuesta de copago que podría haber aliviado el pasivo.
IOSFA, con 550.000 afiliados, es la tercera obra social más grande del país, detrás del PAMI y del IOMA. A fines de 2023, según fuentes internas, no tenía deuda. En solo seis meses, se acumuló un pasivo de $113.000 millones. El futuro de su recuperación, por ahora, queda en manos de Surballe.
Dejá tu comentario