Salud: cómo limpiar correctamente tus oídos y prevenir una otitis

La otitis es de los problemas de salud más comunes en el verano, propagada por el calor y el agua. Conocé los mejores tips de limpieza de oídos y evitala.

Consejos de limpieza para cuidar la salud de tus oídos.

La limpieza de oídos es el mejor método para mantenerlos cuidados y protegerse de diferentes problemas de salud. Entre las enfermedades más destacadas, se encuentra la otitis, cuyos casos aumentan en verano por la mayor exposición al calor y al agua, que favorecen su propagación.

El 84% de las otitis externas que se producen en verano se contagian en playas y piscinas a través de bacterias u hongos. Por suerte, mantener los oídos secos y limpios tras cada baño o exposición al agua puede evitar problemas de salud en esta zona.

Qué es la otitis

La otitis es uno de los problemas de salud más frecuentes en verano.

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La otitis externa es una enfermedad que puede afectar a cualquier edad, pero es más frecuente en niños menores de siete años. Se trata de una patología muy dolorosa, que tiene como síntomas:

• Pitido agudo en el oído.
• Picor.
• Irritación.
• Supuración.
• Sensación de taponamiento.
• Fiebre.
• Malestar general.

En caso de sentir alguna de las molestias, es recomendable acudir inmediatamente a un especialista.

Cómo prevenir infecciones en los oídos

La limpieza de oídos frecuente ayuda a prevenir enfermedades e infecciones.

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Para prevenir infecciones en los oídos, sobre todo en el verano, los especialistas recomiendan:

• Asegurarse que el agua de la piscina o playa está limpia: bañarse en aguas contaminadas puede causar infecciones auditivas.
• Utilizar protectores, como tapones, que sellan el oído.
• Acudir al otorrinolaringólogo para realizar una adecuada limpieza del oído en caso de predisposición a formar tapones de cera.
• Limpiar y secar correctamente los oídos luego de mojarlos.

Cómo limpiar los oídos correctamente

Limpiá tus oídos correctamente y cuidá tu salud.

Para limpiar correctamente los oídos, los pasos son:

1. Al ducharse o bañarse, dejar que un poco de agua tibia entre en los oídos.
2. Con movimientos de masticación, estimular el oído para que transporte el líquido al exterior.
3. Limpiar con un pañuelo o toalla exclusiva el líquido que sale a los pocos minutos de la aurícula.
4. Si no se ve mejora, usar un aerosol o una solución de enjuague de la farmacia para limpiar los oídos.
5. En caso de que ningún paso previo sea útil, consultar a un médico especialista en oído, nariz y garganta (otorrinolaringólogo).