10 de agosto 2025 - 14:27

Una langosta defendió ferozmente a sus crías del robot del CONICET en pleno streaming de la expedición marina

Miles de espectadores vieron en vivo y en directo cómo una langosta patagónica defendía a sus pequeñas crías del "monstruo" que explora el fondo del Mar Argentino.

La langosta guerrera que defendió a sus crías en pleno straming, bajo el mar.

La langosta "guerrera" que defendió a sus crías en pleno straming, bajo el mar.

Un hecho inédito pudo observarse este sábado, en vivo y en directo, a 1.883 metros de profundidad en el Mar Argentino, cuando una madre langosta defendió con sus garras a su numerosa familia de un extraño “monstruo marino”, que era nada más y nada menos que el robot del CONICET, que hoy realiza su último viaje de expedición marina en las profundidades de Mar del Plata.

El monstruo era nada más y nada menos que el robot submarino ROV SuBastian, enviado por el Schmidt Ocean Institute, en aboración con científicos del CONICET, el Real Ocean Institute y otros institutos nacionales de investigación, a explorar el fondo oceánico frente a las costas de Mar del Plata.

El video del ataque de la langosta al robot del CONICET en pleno streaming

video langosta guerrera conicet expedicion marina

Pasadas las 15.20, la escena fue observada por los científicos y miles de personas que cotidianamente son espectadores del streaming que es todo un furor en la Argentina, superando holgadamente el rating de todas o casi todas las transmisiones que se producen en simultáneo.

En concreto, el ROV SuBastian avistó una formación rocosa que llamó la atención de quienes lo manejan, cuando desde la izquierda de la imagen apareció repentinamente una “mamá” langosta con garras de la familia Nephropidae o nefrópidos (crustáceos decápodos).

Habitan en los fondos marinos de gran parte del mundo, y este ejemplar era una Thymops birsteini, o langosta patagónica, habitante de los mares sudamericanos y en particular del argentino.

La sorpresa fue tal cuando el crustáceo miró fijamente a la cámara al mismo tiempo que detrás aparecían ocho pequeñas langostitas que observaban la reacción de su madre, que después de empujar a las pequeñas crías adentro de la pequeña cueva rocosa, salió a defender a los suyos, atacando ferozmente al robot invasor, mientras los sedimentos del fondo marino se levantaban como una nube negra y espesa.

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