La Tierra recibió este miércoles el impacto de una tormenta solar de intensidad severa, un evento poco frecuente que encendió las alertas en varios observatorios del mundo. El fenómeno fue detectado por el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA, el organismo estadounidense que monitorea la actividad solar y su efecto sobre nuestro planeta.
Una tormenta solar impacta este miércoles a la Tierra y el nivel de alerta subió a "severa"
El fenómeno que fue detectado por el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA provocó auroras visibles en zonas poco habituales del hemisferio sur.
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Las imágenes de la tormenta que difundió la NASA
El episodio provocó auroras boreales y australes visibles en latitudes inusuales, incluyendo regiones de Chile y el sur de Argentina. En redes sociales, los usuarios compartieron imágenes impresionantes de cielos teñidos de verde, rosa y violeta, algo que normalmente solo se ve cerca de los polos.
Según la NOAA, la tormenta fue clasificada en el nivel G4 (“severa”), el segundo más alto en la escala de perturbaciones geomagnéticas. Si bien el fenómeno puede tener efectos temporales en las comunicaciones, los satélites y las redes eléctricas, los especialistas remarcan que no representa un riesgo directo para la población.
Qué es una tormenta geomagnética
Una tormenta geomagnética ocurre cuando una eyección de masa coronal del Sol, es decir, una gran nube de plasma y campos magnéticos, choca contra el campo magnético terrestre. Este choque puede alterar las corrientes eléctricas naturales de la atmósfera y generar una serie de efectos secundarios que dependen de la intensidad del evento.
En los casos más fuertes, como el de esta semana, las tormentas pueden interferir con los sistemas de posicionamiento global (GPS), afectar transmisiones de radio y producir fluctuaciones en redes de energía eléctrica. Sin embargo, también generan uno de los espectáculos naturales más llamativos del planeta, que son las auroras polares.
Lo curioso es que esta tormenta se da en un momento en que el Sol atraviesa su fase más activa del ciclo solar, que se repite cada 11 años. Los astrónomos anticipan que durante 2025 podrían producirse más eventos similares, aunque su impacto es difícil de prever con exactitud.
El alerta del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA
El SWPC confirmó a través de su cuenta oficial de X que la tormenta alcanzó el nivel G4 durante las primeras horas del miércoles y que las condiciones geomagnéticas intensas podrían extenderse durante las próximas 24 horas. El organismo pidió especial precaución a las empresas de telecomunicaciones y operadores de satélites, aunque aclaró que no se esperan apagones significativos.
Desde el hemisferio sur, varios observatorios locales, incluido el de la Universidad de Chile, registraron auroras visibles hasta los 40° de latitud sur, algo excepcional. En la Patagonia argentina, aficionados a la astronomía también lograron capturar imágenes desde Tierra del Fuego, Santa Cruz y Neuquén.
Los especialistas remarcan que estas tormentas no deben generar alarma, pero sí interés y atención científica. La intensidad y frecuencia de estos fenómenos ayudan a comprender mejor la relación entre la actividad solar y el campo magnético terrestre, una conexión tan poderosa como impredecible.






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