9 de enero 2007 - 00:00

Ventas insólitas

Ventas insólitas
Las curiosidades del mercado inmobiliario en el mundo no tienen límites y eso quedaría demostrado si se concretaran dos ventas increíbles. Por un lado, una antigua plataforma militar de la Segunda Guerra Mundial que se transformó en el Estado más pequeño del mundo; y por otro, el castillo del mítico conde Drácula que el gobierno de Rumania quiere comprar para aumentar los ingresos por turismo.

La plataforma, denominada Sealand, de 550 m2 habitables, está situada en el mar del Norte, cerca de las costas inglesas. El Estado fue fundado por Roy Bates, un británico excéntrico que la compró en 1967, y el principado es un Estado autoproclamado que ningún otro reconoció. Este ocupa una antigua plataforma metálica, Roughs Tower, asentada en dos torres de cemento armado a la altura de Harwich (fuera de las aguas territoriales británicas) y construida en 1941 para instalar una batería antiaérea. Al principado sólo se puede acceder por helicóptero o barco y los propietarios piden 20 millones de dólares y detallan sus cualidades: vistas infinitas al mar, tranquilidad absoluta garantizada, nada de impuestos. «Poseemos la isla desde hace 40 años, pero ahora mi padre tiene 85, y ha llegado quizás el momento de un rejuvenecimiento», declaró el hijo de Roy Bates, Michael. «Se han mencionado sumas astronómicas, pero ya veremos lo que nos proponen», añadió.

La otra posible transacción, no menos curiosa, consiste en vender por 78 millones de dólares al gobierno rumano el castillo de Drácula. El consejo del condado de Brasov, en la región central de Rumania, está en conversaciones con un banco extranjero respecto de un préstamo de 10 años por esa cantidad para recuperar el castillo de sus actuales propietarios, que viven en el exterior, dijo Aristotel Cancescu, presidente de la municipalidad.

«Queremos participar de la recuperación del castillo y de su administración porque sería una muy buena oportunidad para desarrollar más el turismo», dijo Cancescu, quien agregó que todos los integrantes del consejo tendrán que aprobar la compra para que ésta se lleve a cabo.

Construido en 1212 por caballeros teutones, el castillo fue brevemente usado dos siglos después por el líder rumano Vlad el Empalador, quien inspiró la leyenda del conde Drácula novelada por Bram Stoker. También conocido como el castillo de Bram, la fortaleza fue devuelta a los herederos de la princesa rumana Ileana por parte de las autoridades en mayo pasado mientras el gobierno devolvía bienes confiscados durante el comunismo.

Los actuales propietarios del castillo son Dominic von Habsburg, de 68 años, un diseñador industrial que reside en Nueva York, y sus hermanas Elisabeth Sandhofer y María-Magdalena Holzhausen, quienes viven en Austria, según su representante legal. Von Habsburg ofreció venderlo al gobierno el mes pasado.

Von Habsburg es el bisnieto del ex rey Fernando y la reina María de Rumania y uno de los seis hijos de la princesa Ileana y Anthon, archiduque de Austria. Las autoridades rumanas en Bucarest tienen derecho prioritario a comprar el castillo, según la legislación del país. De negarse el gobierno, el consejo local puede hacer una oferta, según Lia Trandafir, socia del estudio de abogados de Bucarest Rubin Meyer Doru & Trandafir, que representa a los propietarios.

  • Exigencia

    La mujer confirmó que los propietarios exigen 80 millones de dólares por el castillo y señaló que quien desee comprar la propiedad estará obligado por ley a mantenerla como un museo por tres años después de la adquisición. «Este castillo no puede ser un mal negocio, lo compre quien lo compre, debido a los símbolos con que se lo asocia», dijo Trandafir, quien agregó que el castillo sigue abierto para visitas de turistas.
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