20 de agosto 2008 - 00:00

Caso Cromañón: golpes entre los familiares y los "callejeros"

Omar Chabán ayer, durantela primera audiencia delcaso que juzgará a losresponsables de la mayortragedia del país por causasno naturales.
Omar Chabán ayer, durante la primera audiencia del caso que juzgará a los responsables de la mayor tragedia del país por causas no naturales.
El juicio por Cromañón, con Omar Chabán como principal acusado del incendio del boliche de Once en 2004, comenzó ayer con incidentes entre manifestantes que apoyaban a la banda de rock Callejeros, implicada en el caso, y padres de las víctimas que se quedaron en las inmediaciones del Palacio de Justicia, durante las lecturas de los requerimientos.

Hubo también refriegas entre efectivos policiales y los tres padres que fueron procesados por amenazas contra Aníbal Ibarra, el líder rockero Patricio Fontanet y la jueza que llevaba el caso anteriormente, María Angélica Crotto.

Tanto Ricardo Righi como Nora Bonomini y Luis Fernández discutieron en una de las puertas del tribunal con policías que no los dejaban pasar ya que no tenían la credencial necesaria.

Los padres habían querido armar una quinta querella, aunque la Justicia se los había negado. Por esta razón, los familiares no pudieron tener el documento que los acreditara para presenciar el primer día del proceso, lo cual generó el descontento de los parientes de las víctimas. De todas formas, los choques no fueron de gravedad.

Con Chabán rapado, afeitado, de campera de jean y con la mirada constantemente hacia el piso, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 24, María Cecilia Maiza, Marcelo Alvero y Raúl Llanos, y su secretario, Julio Di Giorgio, se dedicaron ayer a desgajar una a una las acusaciones que cargan sobre las espaldas de los 15 imputados por el incendio en el local bailable de hace tres años y medio, que dejó un saldo de 194 muertos.

A pesar de que el comienzo estaba fijado para las 10, la audiencia se retrasó dos horas debido a las complicaciones que surgieron por el estricto control que hubo de parte de los más de 100 policías que rodearon el edificio.

La sala donde se juzgó a las juntas militares en 1985 contará durante todo el juicio con un blíndex que separará a los acusados, abogados querellantes, defensores de imputados y fiscales de los familiares de las víctimas.

Justo en el centro de la sala, a centímetros de los padres que presenciaron la reunión, aunque protegido por el vidrio, Chabán se dedicó solamente a tocar su cabeza con sus manos y en ningún momento quitó la vista del suelo. Incluso, durante uno de los dos cuartos intermedios que dieron los jueces, el ex gerenciador del boliche de Once sacó su tupper con arroz y huevo y se puso a almorzar a metros apenas de los músicos de Callejeros, con quienes no hubo un solo intercambio de palabras en medio de la lectura de acusaciones.

En ese sentido, Fontanet y sus colegas, junto al mánager del grupo, Diego Argañaraz, estuvieron sentados a la izquierda de Chabán, mientras que los ex policías, ex funcionarios porteños y el ex mano derecha del empresario nocturno, Raúl Villarreal, todos imputados, se acomodaron a la derecha del principal acusado. A Chabán se lo acusa de supuesto estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo.

A pesar del estado de alerta en el que se encontraban los efectivos de la Policía apostados en el lugar, cuando se leyó el nombre de los imputados, los familiares se mantuvieron en la más absoluta calma. De todas maneras, se pararon y levantaron, durante varios minutos, las pancartas con las fotos de sus seres queridos que murieron en la tragedia.

  • Tensión

    Uno de los momentos más tensos dentro de la sala se vivió cuando el líder de Callejeros comenzó a hacer gestos e incluso se rió cuando el secretario Di Giorgio leyó su imputación y las razones de ésta. En ese instante, algunos padres comenzaron a insultarlo, por lo cual el juez Llanos pidió silencio. En el medio de la lectura, Fontanet había, además, desmentido las razones de la acusación en su contra con un «eso no es verdad, no es así».

    Luego del breve incidente entre padres de las víctimas y fans de Callejeros, los dos grupos convivieron pacíficamente durante las cinco horas que duró la audiencia. Con la calle Talcahuano cortada entre Lavalle y Viamonte, la cuadra se llenó de pancartas en contra de los supuestos responsables políticos del caso, que según los familiares son Aníbal Fernández, Alberto Fernández, Vilma Ibarra y su hermano.

    Se pudieron ver también 194 muñecos de cartón, un cartel con el nombre de cada una de las víctimas y hasta banderas de Izquierda Socialista y del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) de Vilma Ripoll; ésta y el dirigente trotskista Marcelo Ramal fueron los únicos políticos dentro de la sala de audiencias.
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