8 de octubre 2004 - 00:00

Más cerca de Corte de 7 vía juicio político

Antonio Boggiano
Antonio Boggiano
Antonio Boggiano avanzó ayer un casillero hacia la destitución como ministro de la Corte. No sólo porque la Comisión de Juicio Político de Diputados le puso fecha para formular su descargo: el jueves 21, a las 11.30, sino también porque José María Díaz Bancalari les trasmitió a los diputados PJ que podían seguir adelante con el proceso, en una impase de madrugada, durante el tratamiento de la ley de ENARSA (ver nota aparte). En la víspera, la Comisión de Juicio Político aprobó por unanimidad achacar a Boggiano, prima facie, presunto mal desempeño en las causas Meller, Macri y Dragonetti de Román.

La palabra del jefe del bloque oficialista cuenta, evidentemente, con el aval del gobierno de Néstor Kirchner. Esto indica que el Ejecutivo ahora pretende sumar la cabeza del juez Boggiano a la cesta de la guillotina, donde ya descansan -por orden presidencial- las de Julio Nazareno, Guillermo López, Adolfo Vázquez y Eduardo Moliné O'Connor, el único que enfrentó el enjuiciamiento hasta la expulsión en el Senado por el expediente Meller, sin renunciar en medio de la acusación como el resto de la denominada « mayoría automática» menemista.

Después de la salida de Vázquez, quien precedió a Boggiano en la nómina del cadalso, Kirchner dijo que no quería seguir con las decapitaciones en el máximo tribunal. La idea era ponerles un final a los cambios continuos y la amenaza de más tarjetas rojas. ¿Cómo se entiende, entonces, el cambio de planes para que ahora llegue el turno de Boggiano, sin afectar la estabilidad más de la Corte?

• Entusiasmo

Los legisladores se entusiasman con la posibilidad de que el PEN busque terminar así con la renovación de la cúpula del Poder Judicial pero, en lugar de frenar lo que sería el último juicio político, alentando una eyección más, que se sumaría a la vacante de Vázquez. Como la silla de este último continúa vacía, la plaza de Boggiano -una vez que se lo destituya o se lo fuerce a pegar un portazo- quedaría en la misma situación.

En ese caso, se cumpliría con lo que vienen reclamando varios diputados, entre ellos el titular de Juicio Político,
Ricardo Falú: que la composición del máximo tribunal baje de 9 a 7 integrantes. Siempre y cuando, el gobierno desista de presentar candidato a reemplazar a Vázquez, aunque casi a diario recibe peticiones sobre postulantes varios o genéricos (la más habitual, « tiene que ser un hombre del interior»).

Pero hay que ir por partes. En principio, nada indica que
Boggiano vaya a salvarse de la acusación, algo que -según los plazos reglamentarios- estaría en condiciones de llegar al recinto de la Cámara baja antes de que termine el período 2004. Si no mediara una renuncia a la magistratura, el Senado comenzaría a estudiar los antecedentes en marzo.

La mudanza de planes en el gobierno, que parecía satisfecho con las remociones y los correspondientes sustitutos (los que ya asumieron
Eugenio Zaffaroni y Elena Highton de Nolasco, y la que demora la jura en La Haya, en el Tribunal Penal Internacional que juzga los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia, Carmen Argibay), demuestra la presión de sectores del duhaldismo y de otras parcelas en general por cargar contra Boggiano. Los bonaerenses Juan José Alvarez, Carlos Martínez y Daniel Basile figuran en el lote de los más entusiasmados con los reproches redactados ayer. No se quedan atrás los santafesinos Angel Baltuzzi y Julio Gutiérrez.

Si se trata de completar el cuadro, a la reunión de comisión de la víspera, además del arismo, socialistas y la UCR, asistieron algunas espadas del kirchnerismo más puro (lo cual confirma la posición oficial), entre ellos, los santacruceños
Daniel Varizat y Silvia Esteban, y el rionegrino Osvaldo Nemirovsci.

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