5 de enero 2024 - 00:00

La Argentina y Austria, unidas en la música klezmer

Adentro mío estoy bailando. Una imagen de esta reconfortante coproducción con Austria.
Adentro mío estoy bailando. Una imagen de esta reconfortante coproducción con Austria.

Tres caminos se entrecruzan en esta primera película de Leandro Koch y Paloma Schnachmann. Primero asoma la voz de alguien que quiere contarnos una historia de amor, es decir, la historia de un estafador, o de algo que se va muriendo. Ese alguien con voz de mujer es uno al que los judíos prefieren referirse como “Aquel”, para no decir su nombre. De a poco entenderemos que nos está contando una vieja fábula sobre un ayudante de sepulturero, una joven ansiosa de conocimiento, una mula y algunas otras cosas. Esa fábula coincide ocasionalmente con la historia que vemos en pantalla, donde un joven se inventa como documentalista de música klezmer para enamorar a una clarinetista ansiosa de conocimiento. También se inventa estudioso de la Torah, pero solo memoriza unos textos de Baruch Spinoza con los que deslumbra a la chica y ofende al suegro, que para colmo es un rabino. En este caso, hay más de una mula. Pero ese personaje inventado es el que nos lleva al tercer camino.

El mismo pasa por Austria, Ucrania, Rumania y Moldavia. En Austria el personaje encuentra fondos para su proyecto (graciosamente, también ahí Koch y Schachmann lograron financiar esta película). Y en pequeñas aldeas de los otros países encuentra algunos músicos viejos y muy viejos, que tocan en reuniones, en sus casas o el patio de sus casas, pero no hay bandas puramente klezmer. La tradición se fue diluyendo, se mezcló con otras fuentes, y hay quien dice que murió, culpa del Holocausto, que arrasó con la gente, pero también el sionismo, que impuso el hebreo despreciando el idisch, y el tiempo, que todo lo borra. ¿Renacerá esa música tan rica y deliciosa? Puede ser. A lo largo del cuento escuchamos entre otros al dúo Lerner-Moguilevsky, la Tócsoi Banda, los Covaci, Vasile Rus, cartero violinista, y su hija, y al neoyorkino Bob Cohen, hijo de húngara y moldavo, aprendiendo de los viejos para transmitir después sus tesoros en los festivales de música folklórica y las casas grabadoras. Y disfrutamos como cinco versiones de la marcha “Bobober” para bodas, a cuyos sones bailan por la calle la novia, los invitados y demás borrachos. Linda tradición, que todavía no se ha perdido.

“Adentro mío estoy bailando”/“The Klezmer Project” (Argentina-Austria, 2023). Dir.: L. Koch y P. Schachmann. Int.: L. Koch, P. Schachmann, P. Sneh, L. Rinner.

Dejá tu comentario