Encontrar rincones donde la historia se fusiona con la tranquilidad es parte del encanto del turismo. Pueblo Liebig encarna esa fusión: un destino de Entre Ríos que, sin grandes promociones, logra atrapar por su espíritu auténtico, su pasado industrial memorable y sus aguas plácidas frente al río Uruguay.
El desconocido pueblo de Entre Ríos perfecto para disfrutar a orillas del río
Con mucho para ofrecer, este lugar es uno de los destinos preferidos para el turismo en la provincia.
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Con un particular monumento y mucho para ofrecer, este lugar en Entre Ríos atrae al cada vez más al turismo.
Este pequeño poblado invita sin presiones, con un aire sosegado, calles que parecen detener el tiempo y el río de fondo como compañero silencioso de cada paseo.
Dónde se ubica Liebig
Pueblo Liebig está en la provincia de Entre Ríos, a unos 10 kilómetros al norte de la ciudad de Colón, dentro del departamento homónimo. Se encuentra sobre la costa del río Uruguay y forma parte del corazón de la mancomunidad Tierra de Palmares.
La ubicación lo convierte en un punto accesible para quienes llegan desde Buenos Aires por el Puente Zárate-Brazo Largo y la Ruta Nacional 14, además de ser una escapada frecuente para turistas que se mueven dentro del litoral argentino.
Qué se puede hacer en Liebig
Liebig ofrece una combinación de historia, río y tranquilidad que no se encuentra en todos lados. Su balneario municipal se convierte en un punto central para quienes viajan en verano: aguas tranquilas, arena clara y espacios seguros para disfrutar en familia. También se puede practicar pesca deportiva o explorar las islas cercanas en pequeñas embarcaciones, actividades que se suman a la calma de su entorno ribereño.
El aspecto histórico del pueblo es otro de sus grandes atractivos. El Paseo de La Manga, que antiguamente dividía a los obreros de los jerárquicos del frigorífico, hoy es una caminata obligada para observar la arquitectura de época. La Capilla del Sagrado Corazón, ubicada frente a la plaza principal, y el monumento al Corned Beef permiten entender la importancia que tuvo el lugar en la industria alimenticia mundial. Además, existe un centro de interpretación audiovisual gratuito que revive la vida laboral del pueblo, y la exposición Butterfly sorprende con más de dos mil quinientas mariposas de todo el mundo.
En cuanto a la gastronomía, la tradición se conecta con su historia. El pasado del frigorífico aún se refleja en los sabores locales, donde las carnes, los guisos y las empanadas son protagonistas. A esto se suman desayunos y meriendas caseras en hosterías y pequeños alojamientos, donde los visitantes pueden probar productos elaborados por los mismos habitantes, manteniendo vivo ese vínculo entre identidad y mesa.
Cómo ir hasta Liebig
Llegar al pueblo no representa mayores dificultades. Desde Buenos Aires el camino más habitual es a través del Puente Zárate-Brazo Largo y luego por la Ruta Nacional 14 hasta la ciudad de Colón, desde donde se recorren pocos kilómetros para arribar a Liebig. El trayecto total ronda los 350 kilómetros, lo que lo convierte en una escapada viable para un fin de semana.
Quienes se trasladan desde otras provincias mesopotámicas suelen optar por ingresar a Entre Ríos a través del Túnel Subfluvial en Paraná, continuar por la Ruta Provincial 18 hacia Villaguay y luego tomar la Ruta Nacional 130, que conecta con Colón y finalmente con Liebig. Estas alternativas aseguran que el destino sea accesible tanto para visitantes locales como para quienes llegan desde más lejos.
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