14 de mayo 2021 - 00:00

Innovación personal: las claves para abordar procesos de cambio

La innovación también puede ocurrir a nivel personal, como un proceso de aprendizaje que da luz a nuevos puntos de vista, conocimientos y recursos propios para transformar la manera en que miramos el mundo y nuestra realidad.

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¿De qué hablamos cuando hablamos de innovar? En general, el término innovación parece excluyente de procesos que suceden en el marco de las empresas, las startups, las ciudades, como la transformación digital o la incorporación de procesos novedosos en esos ámbitos.

El término innovación refiere a aquel cambio que introduce alguna novedad o varias. Cuando alguien innova aplica nuevas ideas, productos, conceptos, servicios y prácticas a una determinada cuestión, actividad o negocio, con la intención de ser útiles para el incremento de la productividad. Innovar implica la utilización y el aprovechamiento de recursos propios para obtener mayores beneficios.

Pero la innovación también puede ocurrir a nivel personal, como un proceso de aprendizaje que da luz a nuevos puntos de vista, conocimientos y recursos propios para transformar la manera en que miramos el mundo y nuestra realidad. Significa abrirse a nuevas ideas, formas de pensar, modelos mentales, miradas, para estar preparados para nuevos escenarios y para tener la capacidad de adaptación al cambio, entre otras cosas.

Desde la perspectiva ontológica, el sociólogo y filósofo chileno, Rafael Echeverría, dice que nuestra esencia ya no se concibe como dada, fija e inmutable. “Ser humano” es estar en un proceso permanente de devenir y cambio, de inventarnos y de reinventarnos, dentro de una deriva histórica, de mirarnos a nosotros mismos como “seres generativos”, indeterminados. Un espacio abierto apuntando al futuro”.

Para lograr emprender este viaje de descubrimiento y cambio son necesarios conciencia plena, voluntad y tiempo, para desarrollar algunas habilidades y competencias que son claves a la hora de liderar un proceso de innovación, en definitiva, autoliderarse.

Algunas de estas habilidades son:

  • La humildad y la capacidad de observar el mundo desde distintos puntos de vista. Cada persona tiene sus propias “verdades”, interpreta el mundo según su propia lente, sus modelos mentales únicos. Este darse cuenta, abre la posibilidad a nuevos aprendizajes, permite entender que la mirada del otro puede enseñar muchas cosas.
  • Esa capacidad puede lograrse a través de la escucha activa, que es otra habilidad necesaria para aprender y transformarse.
  • Desafiarse constantemente: Significa no dar por sentado ni siquiera los propios pensamientos. El ser humano se constituye entre otras cosas entre creencias y juicios. Formas aprendidas y repetidas de ver el mundo y de percibirse a sí mismo. Esas creencias pueden ser constructivas, funcionales, otras, todo lo contrario. Innovar significa adoptar nuevos caminos, si el de siempre ya no sirve. Indagar y hacerse preguntas sobre esas historias que nos contamos, nos contaron y nos creíamos, es clave para transitar este camino de innovación personal. Esa historia, ¿cuánto tiene de hechos comprobables y cuánto de interpretaciones?.
  • No hacer siempre lo mismo: Encontrar nuevas alternativas para solucionar los mismos problemas o desbloquear situaciones. Para esto es necesario cambiar el propio mindset, o el propio mapa mental, despojarse de preconceptos, juicios, explorar diferentes enfoques sin juzgar su validez. Se trata de desestructurar modelos de pensamiento rompiendo esquemas y prejuicios, para poder formar nuevos esquemas. El pensamiento humano tiene a disposición muchos caminos para llegar a una solución que si no se usan es porque probablemente permanezcan inexplorados.
  • Todo lo anterior, se logra con plena conciencia. Para innovar, para cambiar, para transformarse, es necesario prestar atención plena a todos los elementos que conforman el momento presente. Tener la apertura necesaria y un nivel de observación para no perderse lo que sucede tanto a nivel personal como en el entorno. ¿Cómo lograrlo? Con técnicas como la meditación, el mindfulness, la respiración consciente, haciendo una cosa por vez y disfrutando del proceso.

La innovación personal no es un objetivo, ni una meta, es un entrenamiento diario, una práctica, una forma de estar en el mundo, que finalmente produce bienestar.

(*) Coach Ontológica, consultora en Comunicación y creadora de Mundo Sisters.

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