Agricultores de bananas junto al gigantesco parque natural de la costa atlántica de Camerún ya no pueden aguantar la destrucción de sus cultivos por parte de elefantes hambrientos, en un conflicto que no para de crecer.
La difícil convivencia entre elefantes hambrientos y agricultores de Camerún
La agricultura se ve amenazada en el parque nacional Campo Ma'an, Camerún, por los elefantes y gorilas. Los trabajadores no pueden detener su ataque.
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Cerca de la frontera sur con Guinea Ecuatorial, ocho municipios presentaron quejas al parque nacional Campo Ma'an, una enorme superficie de selva salvaje de donde proceden los animales.
Alrededor de 500 gorilas y más de 200 elefantes, ambas especies amenazadas, habitan en esta reserva de 264.000 hectáreas.
Una semana después de que los elefantes arrasaran su plantación de bananos cercana al parque, Simplice Yomen, de 47 años, no consigue resarcirse.
"Estamos al límite de nuestra paciencia", dice.
Por qué la agricultura se ve amenazada en Camerún
Los elefantes abren la fruta y se comen "la parte fresca" del tronco, rica en minerales. También tienen debilidad por la yuca, el maíz, la batata y los cacahuetes, dice el administrador del parque, Michel Nko'o.
En Camerún, la convivencia entre humanos y animales en los lindes de las selvas se demuestra desafiante.
La mayoría de cultivos destruidos se dan cerca de reservas naturales.
Para Nko'o, las incursiones se volvieron más frecuentes desde que grupos agroindustriales empezaron a instalarse dentro del parque.
Más de 2.000 hectáreas de bosque fueron taladas para cultivar palmeras para Cameroun Vert, una plantación industrial para producir aceite de palma a la que el gobierno permitió desforestar inicialmente 60.000 hectáreas, antes de reducirlo a 39.000 por las protestas ocurridas.
"Los elefantes que vivían aquí ya no tienen lugar al que ir y terminan en los cultivos de la gente", lamenta el conservacionista del parque, Charles Memvi.
Aldeas afectadas
El territorio, cerca de la localidad de Campo, perdió "de tres a cuatro hectáreas de cultivos destruidas, lo que supone un importante revés económico para la gente local", dice Nko'o.
Los elefantes son culpados de entre el 80 y el 90% de las incursiones. El resto corresponde a gorilas, chimpancés, erizos, pangolines y puercoespines.
Casi todas estas especies están amenazadas por la pérdida de sus hábitats o por la caza furtiva.
El Ministerio de Selvas y Vida Salvaje dice que Camerún no dispone de un marco legal para compensar a la población después de los ataques de animales de parques nacionales.
En tanto, se prueba y estudia un sistema de seguro que cubra a aquellas que pierdan su sustento de vida por culpa de las incursiones que provienen de este grupo.
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