El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, desmintió tener intención de vender su suntuosa mansión de Cerdeña, escenario de las fiestas con mujeres jóvenes que aparecieron en la prensa y provocaron un escándalo.
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"No vendo Villa Certosa", declaró Berlusconi, consultado por los periodistas tras votar en Milán (norte) en la segunda vuelta de las elecciones locales y un referéndum electoral.
Varios diarios afirmaron que il Cavalieri pensaba vender esta propiedad, tras la publicación de fotografías de una de sus fiestas organizadas en esta mansión y las de un yate con varias mujeres jóvenes.
"Me las robaron. Es como si hubieran entrado ladrones", dijo Berlusconi según el Corriere della Sera. Según La Repubblica, el precio de la mansión rondaría los 200 millones de euros.
La publicación de fotografías de una de estas fiestas fue prohibida por la justicia en Italia, pero algunas de ellas, como una en la que se ve a dos mujeres en topless tomando sol y otra en la que aparece un hombre totalmente desnudo, fueron publicadas por el diario español El País.
La fotografía del yate aparece en portada del semanario L'Espresso, bajo el titular "el verano en casa de papi", en referencia al apodo que le dio Noemi, una joven de 18 años con la que se acusa a Berlusconi de tener relaciones, algo que desmiente formalmente.
Un nuevo escándalo estalló la semana pasada con las declaraciones de varias jóvenes que afirman haber cobrado dinero de un empresario de Bari (sur) por participar en fiestas en las casas del premier, en Roma o en Cerdeña. El empresario está siendo investigado por corrupción.
Silvio Berlusconi denunció otra vez estas acusaciones, que calificó de "falsedades y basura", en un momento en que la derecha se inquieta por las posibles repecursiones políticas.
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