8 de julio 2008 - 00:00

Betancourt habló de pago y le atribuyó odio a Uribe

• ''Probablemente alguien recibió dinero'', conjeturó.
• No irá a una marcha en Colombia (teme por su vida).

Ingrid Betancourt sigue haciendo ruido. Entre varias definiciones fuertes, dijo desde Francia que en 2010 podría enfrentar a Alvaro Uribe por la presidencia de Colombia.
Ingrid Betancourt sigue haciendo ruido. Entre varias definiciones fuertes, dijo desde Francia que en 2010 podría enfrentar a Alvaro Uribe por la presidencia de Colombia.
París (EFE, AFP, Reuters) --Ingrid Betancourt dijo ayer que algún alto comandante de las FARC puede haber recibido dinero a cambio de su liberación, anunció que no volverá a Colombia de inmediato por temor a sufrir un atentado, habló de una posible candidatura presidencial en 2010 y, en su primera toma de distancia del presidente Alvaro Uribe, le pidió a éste que abandone el « vocabulario radical, extremista y de odio».

Liberada junto a otros catorce rehenes de las FARC el pasado miércoles en una operación del Ejército colombiano, la ex candidata a la presidencia de Colombia dijo que Uribe ha sido «muy hábil y muy fuerte» en su política de seguridad. «Pero creo que estamos en un momento en el que hay que cambiar de vocabulario. La forma en que uno se expresa sobre el otro es muy importante», dijo Betancourt en la emisora RFI.

La ex candidata pidió al mandatario, cuya popularidad trepó a 92%, que dé «al otro el espacio de respeto y tolerancia para que salve la cara y pueda en un momento dado aceptar hablar con aquel al que odia, el enemigo al que combate».

«Hemos llegado a un momento en el que hay que cambiar ese vocabulario radical, extremista, de odio, de palabras muy fuertes que hieren muy íntimamente al ser humano», afirmó. Preguntada si cree poder convencer a Uribe, respondió que si sus argumentos son lo bastante fuertes para ello, «bendito sea Dios», y si no, tendrá que seguir diciéndolo « hasta que la gente reaccione».

  • Frutos

    Sobre las FARC, que « cosechan los frutos» de «la sangre y el terror» que han sembrado en el país, Betancourt dijo que para ellos también es una ocasión de «rectificar, cambiar, decir que no es el buen camino».

    «Probablemente es en las derrotas cuando más se aprende», señaló la ex rehén, al recalcar que hay «un vacío absoluto en todas las propuestas de las FARC» a nivel político y no tienen a nadie «carismático para tomar el relevo».

    Asimismo, confirmó que no participará el próximo 20 de julio en la marcha por la paz y la liberación de los rehenes que quedan en manos de las FARC, convocada en Colombia. «Mi familia tiene miedo. No iré», dijo Betancourt, al explicar que hay que ser « inteligente» y «quizás no es el momento de volver», ya que las FARC han sufrido «un golpe terrible» y podrían tener ganas de vengarse: «más vale ser prudente», sentenció.

    Betancourt piensa que desde Francia se puede hacer « mucho», puntualmente pedir a la gente que no se olvide de los rehenes en la selva y «mantener la presión».

    Preguntada sobre las alegaciones de que su liberación fue un montaje y se pagó un rescate -lo que el gobierno colombiano ha negado-, dijo que «probablemente hubo alguien que recibió dinero», pero no eran los guerrilleros «que estaban con nosotros».

    «Tal vez hubo una infiltración a un nivel más alto», conjeturó Betancourt, al señalar que los guerrilleros que custodiaban a los rehenes «creyeron siempre que hablaban con sus jefes».

    «Las instrucciones llegaron de un modo que tenía que darles confianza. Hubo alguien en alguna parte que les ha enviado una información falsa que creyeron y que no tenían forma de verificar», indicó.

    Para Betancourt, es importanteque se conozca la verdad sobre la operación porque «no se puede quitar el mérito» a los soldados que arriesgaron la vida para liberarlos: son «unos héroes», subrayó.

    Por otra parte, consultada sobre el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que propició la liberación de seis rehenes de las FARC a comienzos de año, dijo que es «genial» y «muy refrescante en una América latina en el que había una especie de corsé» en el discurso, aunque matizó que no siempre está de acuerdo con lo que hace.

    Tras señalar que para obtener la liberación de los rehenes es «nuestro aliado» y el único «que habla a las FARC», expresó la esperanza de poder ayudar a «restablecer la amistad y la confianza» entre él y Uribe.

    Betancourt recalcó que Uribe y Chávez tienen que «superar todas estas historias», en alusión a los desencuentros entre los dos mandatarios, y espera que «por el bien de nuestros pueblos van a entenderse».

    En una entrevista posterior en la televisión TV5, la ex rehén no excluyó aspirar de nuevo a la presidencia de Colombia, al insistir en que quiere servir a su país.

    «Si puedo servir a Colombia y hacerlo, por ejemplo asumiendo la presidencia de Colombia, tanto mejor, pero hay otras formas de hacerlo, igual de importantes, como trabajar para Colombia desde Francia», dijo Betancourt.

    En política, «dos años son una eternidad. Todo puede pasar», señaló a preguntas sobre la eventual paradoja de una candidatura suya frente a la de Uribe en 2010, si éste volviera a presentarse. Al mismo tiempo, insistió en que su deseo es «una Colombia unida» y no quiere crear la «desunión».
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