24 de agosto 2021 - 00:00

Biden reformula la narrativa sobre Afganistán para contener daños

Washington - Cuando se le preguntó a Joe Biden por la caída en picada de su popularidad en las encuestas, el presidente estadounidense mostró su amplia sonrisa. La salida de las tropas de Afganistán puede parecer desastrosa, pero el demócrata confía en que, al final, se le dará la razón.

“Creo que cuando esto termine, el pueblo estadounidense comprenderá claramente lo que hice”, aseguró el mandatario a periodistas este fin de semana. “Ese es el trabajo. Mi trabajo es tomar decisiones. Mi trabajo es tomar decisiones que nadie más puede o quiere tomar”.

Cuando los talibanes completaron su toma de poder en Afganistán al llegar a Kabul a mediados de agosto, el gobierno de Biden parecía acorralado.

El mandatario guardó silencio en los primeros momentos, provocando una ola de críticas por parte de republicanos e incluso de sus propios aliados.

El Pentágono y sus reportes diarios llenaron el vacío informativo que dejó la Casa Blanca al principio. Ahora, sin embargo, la Presidencia está tratando de recuperar el control de la narrativa.

Biden, de 78 años, toma cada vez más la palabra con un mensaje que insiste en que los estadounidenses no están asistiendo a una debacle, sino a una retirada valientemente ejecutada de una guerra que tenía que terminar de todas formas.

Una encuesta de la NBC publicada el domingo daba a Biden un 49% de aprobación, frente al 53% de cuatro meses antes. La desaprobación del demócrata se disparó del 39% al 48%.

En cuanto a su gestión de Afganistán, la desaprobación fue de un sorprendente 60%.

Si hay alguna instancia que está trabajando duro para reescribir el guión del criticado gobierno estadounidense, es el ejército, que montó un puente aéreo notablemente eficiente desde Kabul.

Biden, que en los primeros días de la evacuación se mostró inusualmente escueto, parece haber recuperado su afamada capacidad de expresar emociones, y la utilizó para elogiar el esfuerzo militar de Estados Unidos al tiempo que mostraba su empatía con los evacuados.

“Una operación increíble”, comentó el domingo. Pero mezclado con el patriotismo y la empatía hay un elemento más novedoso: el amor duro.

El argumento de Biden es que, sí, puede haber caos, pero el caos es inevitable cuando se sale de una guerra civil, y salir es el único objetivo que realmente importa.

“La evacuación de miles de personas de Kabul va a ser dura y dolorosa, independientemente de cuándo haya empezado”, dijo. “No hay forma de evacuar a tanta gente sin que haya dolor y pérdida, imágenes desgarradoras que se ven en la televisión. Es un hecho. Me duele el corazón por esa gente”.

Biden dice confiar en el resultado a largo plazo. Pero el tiempo puede no estar de su lado.

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