22 de agosto 2006 - 00:00

Crecen críticas contra Olmert

El premier israelí Ehud Olmert revisa los daños causados por un misil de Hizbollah a una escuelade la ciudad de Kiryat Shmona. Su recorrida de ayer por la localidad lo expuso a fuertescríticas.
El premier israelí Ehud Olmert revisa los daños causados por un misil de Hizbollah a una escuela de la ciudad de Kiryat Shmona. Su recorrida de ayer por la localidad lo expuso a fuertes críticas.
Jerusalén (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - El primer ministro Ehud Olmert fue blanco ayer de críticas de reservistas y de pobladores del norte de Israel por los escasos resultados de la ofensiva militar en el Líbano.

Durante una visita a Kiryat Shmona, una de las ciudades más golpeadas por los misiles de Hizbollah, el jefe del gobierno recibió reproches por lo que los manifestantes consideraron « ineficiencia» y «confusión» en las tareas desarrolladas para la protección de civiles durante el conflicto.

Miembros del consejo comunal, según informes difundidos por el sitio de Internet del diario «Yedioth Aharonoth», dijeron a Olmert que los pobladores se sintieron abandonados por el gobierno. «¿Dónde estaba, señor primer ministro? ¿Por qué no se preocupó por nosotros?», le dijo el consejero Yigal Buzaglo. Uri Roda, gestor de un comercio de pan en Tel-Chai Boulevard, sostuvo: «La gente aquí está furiosa y desilusionada; hubo un fracaso del sistema y un fracaso del gobierno». «Este gobierno debe irse», manifestó Yosef Gabal, otro habitante de Kiryat Shmona, y agregó: «Escuché que está Olmert. Si tengo un minuto, iré a verlo para mirarlo a los ojos y decirle: ' Olmert, he votado por usted y ahora me arrepiento».

Asimismo, un grupo de reservistas protestó frente al Parlamento en Jerusalén por el «fracaso» de la guerra y reclamó la renuncia del premier; su ministro de Defensa, Amir Peretz; y del jefe del Estado Mayor, Dan Halutz.

«En la próxima guerra estaremos todavía, pero algo debe cambiar porque el día de esa guerra querremos regresar vivos», dijeron los militares. Sobre el «fracaso de la guerra», los reservistas ponen en discusión la mentalidad del ejército, que hasta ahora tenía imagen de invencible. «Hemos pecado de arrogancia; yo mismo lo hice y admito mi culpa», dijo el coronel Yossi Hayman, comandante de una división de infantería.

«Soy consciente de no haber sabido adiestrar adecuadamentea mis soldados en la guerra. Muchos de nosotros hablamos con tonos patéticos y usamos términos confusos sólo para esconder la propia ignorancia militar y la falta de competencia, mientras nuestro enemigo crece», agregó Hayman.

Oficiales y soldados rasos de la brigada de reservistas Hod Hehanit escribieron una carta abierta a Peretz y a Halutz en la que les piden que en la próxima guerra la cúpula castrense aprenda a dar órdenes y «no a cambiarlas imprevistamente en medio de la batalla».

«No había una guía en la batalla y nadie sabía de verdad qué estábamos haciendo», declaró Ronny Tzvigenbaum, uno de los reservistas que organizaron la sentada frente al Parlamento.

Horas después, Olmert pidió a los que critican cómo llevaron su gobierno y el ejército el conflicto en el Líbano que dejen de lado «la autoflagelación» y se centren en «preparar lo que vaya a venir».

Además, rescató el hecho, impensable hasta hace poco, de que el gobierno libanés amenazó a cualquiera que dispare contra Israel.

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