La Habana - Un diálogo encabezado por el Gobierno se desarrolla en Cuba para ir “contra lo mal hecho” siempre en un contexto que estima como inviolables los conceptos oficiales de la Revolución y no da espacio a los opositores.
Ante el descontento, el régimen cubano inicia un diálogo... consigo mismo
El Gobierno de Miguel Díaz-Canel busca responder a la inquietud social pero no da señales de apertura de la Revolución y del sistema socialista.
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El diario Granma, que es portavoz del gobernante Partido Comunista, describió este código esta semana en un artículo de primera plana que tituló como “El arte revolucionario de dialogar”, línea que describe con 18 preguntas, 16 de ellas respondidas con “la Revolución”.
Las dos últimas interrogantes son: “¿quién puso a dialogar al pueblo? La Revolución del pueblo” y “¿quién hizo la Revolución? El pueblo” sobre la victoria encabezada por Fidel Castro el 1 de enero de 1959 y que fundó en la isla un sistema de conceptos comunistas.
Otra de las preguntas de Granma con sus respuestas son “¿quién puso a dialogar al obrero con el campesino? La Revolución. ¿Quién los puso hombro a hombro buscando camino? La Revolución. ¿Quién puso a dialogar pueblo y artista? La Revolución” y ¿quién puso a dialogar escritor y pueblo? La Revolución”.
Granma agregó más definiciones sobre el diálogo en su artículo que aún mantiene en su página digital. “Aquí hay mucho que dialogar, desde la raíz antiimperialista de nuestra cultura hasta sus ramas genuinas de pueblo en Revolución”, es una de ellas.
Otra es que “aquí hay mucho que dialogar, desde el combate a los arrendados del imperio hasta el rechazo a los ultrajadores de la bandera”. También “aquí hay mucho que dialogar, desde el combate a lo mal hecho hasta el compromiso con vencer al bloqueo” estadounidense.
Balance
Al cierre de su comentario Granma extendió su conclusión: “Aquí hay mucho que dialogar, desde, por y para la Revolución. Una tribuna para el diálogo, para la música, para el amor, pero amor comprometido como el que nació desde el primer antiimperialista”, subrayó.
El primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente del país, Miguel Díaz-Canel, está encabezando personalmente los diálogos, que algunos analistas locales no solo relacionan en cuanto a su origen con los disturbios del 11 de julio pasado en el país, sino además con un proceso de cambios que se ha estado aplicando oficialmente desde hace algún tiempo y que se expandió el 1 de enero de 2021.
En el encuentro más reciente del diálogo, la opinión de Díaz-Canel fue que “uno de los problemas que tenemos es el abastecimiento de bienes y servicios, y una parte importante de ellos tiene que salir de la producción nacional, del sistema empresarial estatal y del resto de los actores económicos”, según fue citado por la prensa estatal.
Otro fue que “el actor económico fundamental, el que defiende el socialismo, el que gestiona los medios fundamentales de producción, es la empresa estatal”, y definió el diálogo actual como “del Estado y el Gobierno con la sociedad”, que busca “seguir construyendo consensos que aporten al desarrollo del país”.
Sin lugar
Un analista local dijo que el Gobierno “no ve espacio para opositores que considere vinculados a políticas tradicionales de sanciones y presiones, que estima como generadas desde Estados Unidos”.
“No obstante no está desestimando escuchar todas las críticas”, deslizó. El presidente mencionó “muchas insatisfacciones de la población por la calidad de los servicios, como los comerciales, los gastronómicos, el despacho de paquetería desde el exterior y otra larga lista”, según citas de la prensa local.
El analista consultado dijo, además, que los diálogos no excluyen que el Gobierno escuche “argumentos críticos de fortaleza por parte de participantes, aunque siempre vinculados a las necesidades de mejorar el sistema socialista con transformaciones que no terminen con sus bases”.
Agencia ANSA
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