8 de mayo 2025 - 11:49

El Cónclave más largo de la historia: cuánto duró y cómo terminó la elección

Se trató de la elección más larga jamás conocida. Luego de un primer humo negro, los cardenales deberán nombrar al sucesor del papa Francisco en estos días.

El Cónclave más largo de la historia duró tres años.

El Cónclave más largo de la historia duró tres años.

El Vaticano inició un nuevo Cónclave este miércoles 7 de mayo para elegir al sucesor del papa Francisco. Mientras miles de fieles esperan expectantes en la Plaza San Pedro, los 133 cardenales participan de la segunda jornada de votación y se espera que el proceso dure no más de tres días. Lo propio ocurrió con la elección de Jorge Bergoglio en 2013, que se definió en apenas dos días.

Pero no siempre las decisiones eclesiásticas fueron tan ágiles. En 1268, se vivió el cónclave más largo de la historia, que se extendió por casi tres años y concluyó recién en 1271 con la elección de un Pontífice poco esperado como es el caso de Gregorio X.

Cómo fue el Cónclave más largo de la historia

Durante ese proceso, que se desarrolló en la ciudad italiana de Viterbo, ocurrieron episodios insólitos, tensiones políticas y hasta muertes dentro del colegio cardenalicio. De los 20 cardenales que iniciaron la deliberación, solo 17 llegaron vivos al final. Uno falleció durante la sede vacante, mientras que otros dos murieron en 1269, ya con la votación en marcha.

El conflicto de fondo tenía raíces ideológicas. Los cardenales estaban divididos entre los partidarios de Francia, herederos del pensamiento del fallecido papa Urbano IV, y el sector italiano, que buscaba evitar la injerencia extranjera en la política del papado. Los franceses tenían mayoría, pero no alcanzaban los dos tercios necesarios para elegir papa. Así se instaló una parálisis institucional que pareció no tener fin.

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Gregorio X, el Papa elegido tras el Cónclave más largo de la historia.

Gregorio X, el Papa elegido tras el Cónclave más largo de la historia.

A diferencia de los cónclaves actuales, el de Viterbo no se realizó en encierro total. Los cardenales votaban esporádicamente, una vez al día, y luego regresaban a sus casas. Esta falta de urgencia provocó la indignación de las autoridades locales, que implementaron métodos extremos para presionarlos.

En 1269, el prefecto Ranieri Gatti y el podestá Alberto de Montebono decidieron tomar cartas en el asunto: ordenaron que se secuestrara a los cardenales y se los encerrara en el Palacio Papal, donde permanecerían hasta alcanzar un acuerdo. Pero incluso este encierro forzado fracasó.

Ese mismo año, los cardenales pidieron que se trasladara al enfermo Enrico Bartolomei, debido a su delicado estado de salud. La situación seguía estancada, y la desesperación generó rumores: se decía que para acelerar la decisión, una autoridad mandó a reducir la cantidad de comida y agua, e incluso, que uno de los cardenales solicitó que quitaran el techo del edificio para exponerlos al clima y forzar el consenso.

El Papa elegido que no quiso asumir el cargo

En medio del proceso, también se dio una anécdota llamativa en la que los cardenales votaron por Philip Benizi de Damiani, pero él, al enterarse de su elección, huyó de Viterbo para no asumir el cargo. Fue un gesto inusual que retrasó aún más la definición.

Recién el 1 de septiembre de 1271, luego de que Felipe III de Francia interviniera políticamente, el colegio cardenalicio aceptó ceder su autoridad a un comité de seis miembros. Esta comisión marginó a los franceses y optó por una salida inesperada: eligieron como papa a Tebaldo Visconti, un italiano que ni siquiera era cardenal en ese momento.

El nuevo pontífice adoptó el nombre de Gregorio X, y el 27 de marzo de 1272 fue coronado oficialmente. Su elección marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia.

Aquel cónclave, además de su duración extraordinaria, dejó un legado fundamental. Es considerado por muchos historiadores como el primer cónclave moderno, ya que a partir de ese episodio se establecieron las bases de las reglas actuales para acelerar las elecciones papales, como el aislamiento obligatorio de los cardenales y las sesiones continuas hasta definir un nuevo líder religioso.

El “encierro eterno” de Viterbo no solo resolvió una crisis, sino que transformó la forma en que la Iglesia define a su máxima autoridad. Una elección que tardó tres años en resolverse, pero que cambió para siempre las normas del poder espiritual más influyente del mundo.

Plaza de San Pedro
Cientos de fieles y turistas se acercaron, desde las primeras horas de este jueves, a la Plaza de San Pedro del Vaticano.

Cientos de fieles y turistas se acercaron, desde las primeras horas de este jueves, a la Plaza de San Pedro del Vaticano.

Expectativa por el Cónclave en la plaza de San Pedro: cientos de fieles esperan por el nuevo Papa

Cientos de fieles y turistas se acercaron, desde las primeras horas de este jueves, a la Plaza de San Pedro del Vaticano, a la espera de la tercera fumata del Cónclave, que será también la segunda de esta jornada. Tras el humo negro que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina por la mañana, la atención está puesta en el pequeño conducto que, en cualquier momento, podría teñir de blanco el cielo de Roma, anunciando la elección del nuevo Papa.

Aunque la plaza aún no está completamente llena, el flujo constante de personas que atraviesan los controles de seguridad augura una jornada multitudinaria. Los más entusiastas se apresuran a ocupar las primeras filas frente a la basílica, en busca de una vista privilegiada de la chimenea que asoma sobre el techo de la Capilla Sixtina.

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