Jerusalén - De los pacientes inoculados en Israel con dos dosis, sólo el 2,87% sufrió infecciones graves de covid-19, según nuevos datos publicados por el Ministerio de Salud como evidencia de la capacidad de la vacuna para proteger. Las conclusiones coinciden con la reapertura en el país de las actividades no esenciales.
Israel: sólo el 2,87% de los vacunados sufrió infecciones graves de nuevo coronavirus
Se encamina a ser uno de los primeros en alcanzar la inmunidad de rebaño y acaricia la normalidad pre-pandemia.
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De acuerdo con las estadísticas, por lo tanto, de 6.905 pacientes gravemente enfermos, solo 175 eran los que habían sido inmunizados con dos dosis. De los 5.920 pacientes restantes, el 75% nunca se vacunó.
Además, según el ministerio, ninguna de las muertes ocurridas en febrero involucró a pacientes inmunizados. En las últimas 24 horas -a partir de hoy se ha producido una fuerte relajación de las restricciones en el país- se han registrado 1.923 nuevos contagios de unos 45 mil hisopados realizados, con una tasa positiva del 4,3% frente a cerca de más del 10% que se había detectado en enero.
Los enfermos graves también están cayendo, ahora a 724, mientras que las muertes, desde el comienzo de la pandemia, suman 5.861.
El país volvió casi a la normalidad ayer, cuando faltan 15 días para las elecciones, gracias a las nuevas medidas para salir del confinamiento que permiten el retorno a la escuela, sentarse en un café o comer en un restaurante.
Estas medidas, aprobadas por el gobierno el sábado por la noche, eran muy esperadas por los israelíes desde la salida gradual del país de su tercer confinamiento, a mediados de febrero, que fue posible gracias a una campaña de vacunación masiva. “Abierto” o “Vuelta a la normalidad, con precaución” titulaban los principales diarios nacionales.
“Es un gran día, abrimos los restaurantes con el pasaporte verde, estamos volviendo a la vida”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu el domingo, sentado en una terraza soleada en un café de Jerusalén junto al alcalde de la Ciudad Santa, Moshe Leon.
El sábado los israelíes todavía debían tomar su café para llevar pero desde ayer pueden sentarse en la terraza. Y los bares y restaurantes ya pueden reabrir para los que tengan el llamado “pasaporte verde”, un permiso que se concede a las personas que han recibido dos dosis de la vacuna o se han curado del covid-19.
Esta reapertura llega en el momento oportuno para Netanyahu, que juega a fondo la carta de la “Vaccine Nation” (“el país de la vacuna”), una vuelta a la normalidad favorecida por la vacunación masiva, en un intento de ganar las legislativas del 23 de marzo, las cuartas en menos de dos años.
Los últimos sondeos otorgan a su partido, el Likud (derecha), el primer puesto, pero sin el apoyo suficiente, de momento, para formar gobierno con sus aliados.
Más de la mitad de los 9,3 millones de habitantes de Israel recibieron una primera dosis de la vacuna de Pfizer/BioNtech, a la que Israel tiene acceso privilegiado en virtud de un acuerdo para compartir datos biomédicos sobre los efectos de la vacunación. Y alrededor del 40% de los israelíes recibieron la segunda dosis.
Los actos culturales y deportivos y las conferencias podrán reanudarse con un máximo de 500 personas en el interior y 750 en el exterior, previa presentación del “pasaporte verde”.
El aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, cerrado desde finales de enero salvo para los vuelos de carga y los especiales que permiten el regreso a casa de un máximo de 200 personas al día, aumentó su capacidad a mil viajeros diarios procedentes de Nueva York, Fráncfort, París, Londres, Kiev, Toronto y Hong Kong.
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