31 de julio 2019 - 00:01

Ni el desplome de la libra convence a Johnson de dejar sus amenazas de brexit duro

gallinas. Boris Johnson visitó ayer una granja avícola en Inglaterra. Sus críticos ironizaron luego debido a su negativa a dar entrevistas a los medios.
gallinas. Boris Johnson visitó ayer una granja avícola en Inglaterra. Sus críticos ironizaron luego debido a su negativa a dar entrevistas a los medios.

Londres - El primer ministro británico, Boris Johnson, prometió ayer que liderará la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre “pase lo que pase”, mientras la libra esterlina se desplomaba e Irlanda advertía que el bloque no aceptará renegociar el acuerdo de divorcio establecido el año pasado entre Londres y Bruselas.

La libra caía por la percepción de los inversores de que la arriesgada política de Johnson sobre el brexit podría provocar una salida desordenada de la UE y sembrar caos en la economía mundial y en los mercados financieros.

La libra cayó otro 0,5% y cerró a 1,2153 dólares y a 1,0905 euros, su menor nivel desde marzo de 2017, pero informes citados por la prensa indicaban que ya se ofrecía uno a uno contra la divisa europea en casas de cambio y a una paridad aún más desfavorable en los aeropuertos británicos.

La moneda del Reino Unido tuvo en julio su peor mes desde octubre de 2016, ya que perdió 4,3%. Además, fue la moneda de peor desempeño entre las de las grandes economías globales desde la asunción de Johnson la semana pasada.

Neil Wilson, analista de mercados jefe de Markets.com, le dijo al sitio de internet de The Guardian que “las razones que explican la caída son conocidas pero vale la pena reiterarlas: un riesgo mayor de brexit sin acuerdo en la medida en que el nuevo Gobierno se encamina en esa dirección”.

“Vemos pocas posibilidades de que los temores por el brexit se calmen en el corto plazo y, de hecho, lo más probable es que sigan creciendo conforme nos acerquemos al plazo del 31 de octubre”, dijo, por su parte, Mohammed Kazmi, gestor de carteras de UBP.

Pese al fuerte cimbronazo de los mercados (ver aparte), Johnson se mantiene intransigente. “El primer ministro dejó en claro que el Reino Unido abandonará la UE el 31 de octubre, pase lo que pase”, dijo un comunicado de su oficina tras la conversación telefónica que mantuvo con su par irlandés, Leo Varadkar. Johnson exigió una vez más la retirada de la denominada “salvaguarda” irlandesa (backstop), uno de los elementos más polémicos del pacto de brexit alcanzado por su antecesora, Theresa May, y Bruselas, rechazado repetidamente por el Parlamento.

“El primer ministro también dejó claro que el Gobierno participará en cualquier (nueva) negociación con determinación y energía y con un espíritu de amistad, y que su clara preferencia es salir de la UE con un acuerdo, aunque para eso se debería abolir la salvaguarda”, señaló Downing Street.

La llamada “salvaguarda irlandesa” es una provisión que exigiría al Reino Unido acatar algunas leyes comunitarias si no se encuentra otra manera de mantener abierta la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, miembro de la UE, una obligación bajo el pacto de paz en el primero de esos territorios en vigor. Johnson la rechaza por “antidemocrática”.

Irlanda, por su parte, asegura que la salvaguarda es necesaria por las posturas adoptadas por Londres en anteriores conversaciones, y que la UE no renegociará el Acuerdo de Salida firmado por May.

“El taoiseach (primer ministro irlandés) explicó que la UE está unida en su visión de que el Acuerdo de Salida no puede ser reabierto”, dijo el gobierno de Irlanda. “La salvaguarda podría ser sustituida por arreglos alternativos en el futuro, pero hasta el momento no se han identificado o demostrado opciones satisfactorias”, agregó.

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