25 de julio 2008 - 00:00

Obama ofreció ante 200.000 berlineses alianza a Europa

Obama ofreció ante 200.000 berlineses alianza a Europa
Berlín (EFE, DPA, AFP, Reuters) - El aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, lanzó ayer desde Berlín y ante una multitud un mensaje de unidad al mundo, a la vez que apostó por una mayor cooperación entre Estados Unidos y Europa para derribar los nuevos muros que se han ido erigiendo tras la Guerra Fría.

En un discurso de unos 25 minutos ante la Columna de la Victoria que, según cifras de la policía, presenciaron unas 200.000 personas, Obama aprovechó el significado histórico de Berlín para tender todo tipo de puentes.

Los observadores señalaron que se trató de un hecho sin precedentes en el marco de una campaña electoral y recordaron el rechazo de la canciller alemana, Angela Merkel, a que el senador norteamericano realizara su acto en el lugar inicialmente designado, la emblemática Puerta de Brandeburgo, por considerarlo inapropiado en el marco de la actual competencia entre Obama y el candidato republicano John McCain.

Finalmente, el demócrata brindó su discurso a un kilómetro de ese lugar, visitado en junio de 1963 por John F.
Kennedy, durante el mismo viaje en el que, en plena Guerra Fría, habló en la ciudad, entonces dividida, ante 450.000 personas a las que conmovió con el recordado: «Yo también soy berlinés».

Tiempo después, el 12 de junio de 1987, el entonces presidente Ronald Reagan sí habló desde esa emblemática puerta, cuando le reclamó a su par soviético, Mijail Gorbachov, que «tire abajo ese muro».

A Obama le gusta que lo comparen con Kennedy, e intenta proyectar la misma imagen de cambio que llevó a aquél a la Casa Blanca.

Además, ha declarado en numerosas oportunidades su admiración por Reagan.

Su discurso, destacaron analistas, apuntó a la promesa de una renovación política en Washington que termine de zanjar las tensiones surgidas en 2003 entre la administración de George W. Bush, y Francia y Alemania, países que resistían entonces una invasión a Irak y fueron calificados por el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como la «vieja Europa».

«Estados Unidos y Europa no pueden mirarse sólo a sí mismos, tienen que tender nuevos puentes para una larga cooperación, que es necesaria para hacer frente a los retos del siglo XXI», dijo Obama.

Recordó que ya en el pasado hubo buenos ejemplos de lucha conjunta en defensa de la dignidad del hombre, como el puente aéreo de hace 60 años, cuando pilotos estadounidenses abastecieron desde el aire Berlín durante más de un año, a causa del bloqueo soviético.

Obama aprovechó el tema de Afganistán, donde -denunció-se origina buena parte del tráfico de heroína que afecta a todo el mundo, para reclamar a Alemania un mayor compromiso militar. Así, ofreció estrechar la cooperación internacional y «crear una nueva alianza global», pero a cambio de un mayor esfuerzo europeo.

  • Compromiso

    «Es el momento de reafirmar nuestro compromiso en la lucha contra el terrorismo. Necesitamos sus tropas para combatir a Al-Qaeda y a los talibanes en Afganistán», dijo dirigiéndose explícitamente a Alemania, que hasta ahora se resiste a enviar más tropas.

    Darfur, Irán, Irak, Oriente Medio, Líbano: Obama tuvo palabras para todos los conflictos de actualidad, siempre con la tónica de que ninguno de ellos puede resolverlo una nación por sí sola, sino únicamente en unión y a través de una cooperación en la que «los aliados se escuchen y confíen mutuamente».

    «Hay que derribar los nuevos muros que se han erigido desde la Guerra Fría, los muros contra inmigrantes o entre musulmanes, judíos y cristianos», exclamó en medio del júbilo del público.

    «La historia nos demuestra que es posible, pues en el pasado se han derribado muchos muros», añadió.

    Obama se distanció de la política exterior de Bush, y si bien no lo mencionó explícitamente, abogó por una mayor cooperación con Rusia, una lucha efectiva contra el cambio climático y una reducción de las armas nuclearesen todo el planeta.

    Reconoció que Estados Unidos no siempre ha tenido un comportamiento ejemplar, pero recalcó que desde la llegada de los primeros colonos de Inglaterra la idiosincrasia de su país está ligada a la libertad y a la defensa de la dignidad humana.

    «Pueblo de Berlín, pueblo del mundo. Este es nuestro momento, es nuestra hora. La magnitud del resto es muy grande, pero los americanos somos un pueblo lleno de esperanza», añadió entre ovaciones para concluir diciendo: «¡Construyamos un mundo nuevo!».

    La visita de Berlín, la primeraetapa europea en su gira internacional, comenzó con una entrevista con la canciller Merkel, quien se aseguró de mostrarse completamente neutral, y con el ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier. Ambas reuniones, según los anfitriones, discurrieron en un ambiente «abierto» y «profundo».

    Steinmeier resaltó la coincidencia de opiniones que hubo con el aspirante en el análisis de los conflictos internacionales y la política exterior en general.
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