26 de enero 2014 - 19:12

Se extienden las fuertes protestas contra el gobierno de Ucrania

Las manifestaciones en Ucrania se extendieron por todo el país.
Las manifestaciones en Ucrania se extendieron por todo el país.
A la espera de una nueva negociación entre la oposición y el gobierno de Ucrania, las protestas antigubernamentales comenzaron a extenderse por todo el país, desde Kiev, con la toma de otro edificio oficial al Este ruso parlante, granero de votos del presidente Víktor Yanukóvich.

Luego de la primer ronda de diálogo, los líderes opositores se negaron a compartir el poder con Yanukóvich, si este no revoca las leyes "dictatoriales" y convoca elecciones presidenciales anticipadas.

La oposición se mostró dispuesta a asumir las responsabilidades de gobierno, pero sólo después de regresar a la Constitución de 2004, que limitaba notablemente las facultades del presidente.

Yanukóvich, cuya oferta de Gobierno a la oposición ha sido interpretado por todos como una muestra de debilidad, ha prometido a Occidente que no declarará el estado de excepción, aunque los manifestantes se nieguen a abandonar las calles.

Al respecto, el ministro de Defensa, Pável Lébedev, descartó la posibilidad de que el Ejército sea desplegado para reprimir las protestas populares.

Paralelamente, y envalentonado por el avance del movimiento de protesta, el Cuartel de Resistencia Nacional (CRN) lanzó un ultimátum a Yanukóvich para que libere en las próximas horas a los 118 manifestantes detenidos.

"Yanukóvich y sus asesores no entienden el ánimo que ha cundido entre la sociedad", aseguró Serguéi Pashinski, subjefe del CRN y diputado opositor.

Mientras, ocurrió lo que más temían las autoridades, que las protestas no se limitaran a la capital y el oeste del país, tradicionalmente europeísta, sino que se propagaran por toda la geografía, en particular el este controlado por el oficialista Partido de las Regiones.

La resistencia popular a Yanukóvich es una máquina engrasada de desobediencia civil que tanto es capaz de organizar la construcción de una barricada en apenas unos minutos como la captura de unos provocadores o la toma de un edificio.


Los manifestantes sólo hicieron una pausa en sus protestas para celebrar las pompas fúnebres del manifestante bielorruso, Mijaíl Zhisnevski, que murió al recibir un disparo en el pecho en los primeros días de desórdenes en Kiev.

Por su parte, el último edificio de la capital en caer en manos de la oposición ha sido la Casa Ucraniana, antiguo Museo Lenin, que fue asaltado por una multitud enardecida, que lo ha convertido en nuevo bastión de la resistencia.

Miles de manifestantes asediaron a los doscientos agentes del Ministerio del Interior refugiados en el inmueble y únicamente los dejaron salir cuando hizo acto de aparición el carismático boxeador y dirigente opositor, Vitali Klitschkó.

Al igual que ocurrió con el Ayuntamiento y la Casa de los Sindicatos, el centro de exposiciones fue sellado con barricadas de nieve.

Los periodistas son los únicos que reciben autorización para adentrarse en sus dependencias, que se encuentran en buen estado, ya que los manifestantes se han comprometido a garantizar la seguridad de sus archivos. "¿Extremistas? Soy licenciado universitario. Tengo más preparación intelectual que muchos ministros. Los bandidos son ellos", aseguró a Efe otro ciudadano de unos cuarenta años a la puerta del edificio.

Decenas de personas dedicaron horas hasta llegar a romper la gruesa costra de hielo que cubría al adoquinado de la plaza de Europa con el fin de llenar los sacos de nieve para las barricadas.

Por su parte, miles de manifestantes participaron en el asalto al edificio de la delegación del gobierno en la ciudad de Zaparozhie, cuna de Taras Bulba y de los cosacos, enfrentamientos en los que resultaron heridas varias personas.

Lo mismo ocurrió en Dniepropetrovsk, una de las principales ciudades del Este del país, y en la capital de la región Súmskaya, limítrofe con Rusia, donde los opositores tomaron la sede de la asamblea municipal y regional.

La patria chica de Yanukóvich, Donetsk, capital de la cuenca hullera ucraniana, también fue escenario de choques entre partidarios de ambos bandos, después de que manifestantes oficialistas intentaran proteger la sede de la delegación del Gobierno central.

Hasta los tártaros de la península de Crimea han convocado un mitín de protesta contra lo que llaman dictadura del Gobierno regional, cuya capital está en Simferópol.

Además, la región central de Vinnitsa fue escenario de choques entre manifestantes y antidisturbios, que se llevaron la peor parte, ya que diez de ellos tuvieron que ser hospitalizados.

Las asambleas de las regiones occidentales de Termopol e Ivano-Frankovsk llegaron a ilegalizar la simbología del oficialista Partido de las Regiones de Yanukóvich y de sus aliados, los comunistas.

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