En una semana donde las negociaciones entre las provincias hidrocaruríferas y Nación por el reestablecimiento de un “barril criollo” se estancaron, el gobierno de Mendoza del radical Rodolfo Suarez pidió que baje el precio de las naftas, ya que los surtidores no acompañaron la caída del precio del petróleo como sí lo hicieron los eslabones iniciales de la cadena.
Mendoza pide rebaja en surtidores en plena tensión por "barril criollo"
Ministro de Rodolfo Suárez señaló que si baja de precios del petróleo no impacta en valor de naftas sólo se benefician las empresas refinadoras.
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El reclamo lo expresó el ministro de Economía y Energía mendocino, Enrique Vaquié, en un contexto en que los distritos petroleros buscan un precio sostén para la actividad por encima de los alicaídos valores internacionales. Las provincias piden un barril a u$s54 para no ver afectados los ingresos por las regalías, al igual que las empresas que sólo producen, las que con los u$s32 del barril de Brent actuales no alcanzan a cubrir los costos de extracción y podrían comprometer inversiones en marcha y futuras. Sin embargo, las compañías refinadoras y las que están integradas (producen y refinan) piden que no suban los precios del barril. La pelota queda entonces en manos del Gobierno nacional.
“Hoy el precio de los combustibles es el mismo a pesar que la materia prima (barril de crudo) cayó a la mitad. Esto deja grandes ganancias a un solo eslabón del sector: las empresas refinadoras. Pierden Mendoza, consumidores y trabajadores”, dijo Vaquié. Y agregó: “La cuenta es sencilla: si a principios de marzo el barril de crudo costaba u$s52 y el litro de las naftas entre $55 y $62 y hoy el barril se paga u$s25 y las naftas salen igual, significa que las refinadoras compran mucho más barato pero cobran lo mismo en el surtidor”.
La mesa de diálogo tiene en el centro al ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas, que deberá dar respuesta a una disputa que “no se resolverá por consenso”, como indicaron a este medio desde una provincia patagónica. “Las provincias ceden hasta un barril criollo a u$s51. Y las empresas refinadoras no quieren que supere u$s48”, agregaron desde las cercanías de un gobernador.
Desde otra provincia aclararon que “hay promesas de Nación de atender el tema”, y afirmaron a Ámbito que “el problema del monto bajo del barril criollo es que pasado el aislamiento obligatorio las empresas no levantan los equipos de perforación”.
“Mendoza, muncipios, trabajadores de los pozos, pymes proveedoras y los consumidores ven reducir ingresos, riesgo de perder empleos, menos actividad y los mismos costos que antes de la crisis. Queremos que se fije un precio de equilibrio o que se baje precio en surtidores”, concluyó el ministro de Economía de Mendoza respecto a la tensión que involucra a gobiernos y empresas.
Hasta el momento, los gobernadores han valorado la apertura del diálogo que impulsó la Casa Rosada, pero buscan una respuesta que acerque el barril criollo a los u$s54. Además de la baja del empleo que puede llevar la paralización de la extracción hidrocarburífera, con epicentro en Vaca Muerta, algunos gobiernos provinciales tienen calzados vencimientos de deuda en dólares con los ingresos por regalías. El escenario, en ese sentido, incluye una baja de otros ingresos vía recaudación propia y coparticipación, como consecuencia del aislamiento que impuso el coronavirus.
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