3 de septiembre 2024 - 18:28

"El mercado para la carne argentina en Europa no tiene techo", según un importador belga

Cayetano Cuesta, director de Operaciones de Coomans, llegó hasta Rosario para participar del Santa Fe Business Forum. Busca sumar proveedores y lograr precios más bajos.

En el Santa Fe Business Forum se llevan adelante rondas simultáneas de negociación entre compradores y vendedores. Cada escritorio representa a una empresa extranjera.

En el Santa Fe Business Forum se llevan adelante rondas simultáneas de negociación entre compradores y vendedores. Cada escritorio representa a una empresa extranjera.

Coomans es una firma con sede en Amberes, Bélgica, que fue fundada en 1951. El pequeño negocio ganadero de entonces se fue transformando con el paso de los años hasta la actualidad, en que se posicionó como uno de los mayores importadores de carne en Europa.

Cayetano Cuesta, director de Operaciones de Coomans, llegó hasta Rosario para participar del Santa Fe Business Forum. Es uno de los 200 delegados de empresas extranjeras que vino a buscar nuevos proveedores. Pero, por sobre todas las cosas, a tratar de conseguir mejores precios, según confesó durante una breve entrevista con Ámbito.

“Somos uno de los mayores importadores de carne de Europa. Ya compramos carne en Argentina y venimos a evaluar nuevos proveedores ya que nuestro mercado no tiene techo en cuanto a demanda de carnes, pues todo lo que llevamos se vende”, explicó.

Periodista: ¿Qué vienen a buscar en este foro?

Cayetano Cuesta: Con los proveedores que ya tenemos en Argentina nos vemos una vez al año en ferias como la Sial de París o en Colonia, Alemania, pero siempre en nuestro entorno europeo. Ahora por primera vez yo vengo al entorno de Argentina a visitar a nuestros proveedores habituales y conocer nuevos. Estamos visitando establecimientos de ganado, feed lots y frigoríficos. Todos quieren que vayamos a visitar sus casas, como es lógico y normal.

P.: ¿Buscan cortes diferentes para llevar a Europa?

C.C.: No buscamos cortes nuevos, porque en Europa se consumen siempre los mismos. Y hay muchos cortes que tienen ustedes que en Europa no se consumen, como el matambre que probé en este viaje. Tampoco comemos allá el bife de chorizo. Las maneras de cortar son diferentes aquí y allá. Tampoco es lo mismo hacer cortes para kosher que para los alemanes o los italianos o para los ingleses. Lo que más compramos aquí es cuadril, bife ancho, angosto y lomo.

P.: ¿Y que buscan entonces?

C.C.: Lo que estamos buscando no son cortes nuevos sino buenos precios. Los argentinos quieren más dinero, como es normal, y nosotros queremos pagar menos.

P.: ¿Y están logrando ese objetivo?

C.C.: No es sencillo. La situación económica de Argentina influye. Los impuestos a la exportación, los tipos de cambio diferentes, todo eso afecta a los exportadores y al precio. Por nuestro lado, nos afecta el juego de oferta y demanda con China. Podríamos pagar más pero afectaría a nuestros clientes porque tendríamos que cobrar más a nuestros clientes. Y los europeos cuando les cobras más, lo que hacen es dejar de consumir ese producto. y buscan una alternativa. Por ejemplo pasarían del bife argentino al bife de Irlanda, o al de Dinamarca que es más barato pero de menor calidad. O los restaurantes sacan el bife argentino de la carta y lo reemplazan por pollo o cerdo. La inflación en Argentina es gigantesca, pero lleva siendo así desde siempre. En cambio en Europa ahora tenemos un 7 por ciento anual y es algo nuevo, que nunca teníamos.

P.: ¿Cuánto se valora la carne argentina en Europa?

C C.: La carne argentina tiene varias ventajas. Además de sus cualidades al paladar, la caducidad es más extensa que la europea. Y eso nos da un margen bastante grande cuando hay dificultades para recibir el producto argentinos por problemas en las exportaciones. La carne europea una vez sacrificada se calculan entre 10 y 16 días de frescura para consumir, luego hay que congelarla. La carne argentina dura 4 o cinco meses.

P.: ¿Por qué es tan grande esa diferencia?

C.C.: La diferencia tan grande es por la calidad de la hacienda, la pastura, la crianza. En mi viaje en auto desde Buenos Aires hasta Rosario y no se veía más que campo, verde, campo. Eso en Europa es muy complicado de conseguir, salvo quizás en alguna región de España. Luego sólo encuentras un pueblo detrás de otro. Nada es igual que en Argentina.

P.: ¿Cuál es la presencia de la carne de Coomans en Europa?

C.C.: Estamos en Bélgica pero los contenedores llegan a Rotterdam, en Países Bajos. Allí almacenamos y distribuimos a cualquier país de Europa. Hace algunos meses en Oporto, Portugal, vimos que ofrecían nuestra carne importada desde Argentina en un chiringuito de la playa, tenemos una penetración muy importante en todo el continente

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