28 de enero 2024 - 09:53

Este multimillonario de Wall Street nunca leyó un libro sobre inversiones y revela cómo logró su fortuna

Thomas Peterffy, empresario multimillonario estadounidense nacido en Hungría, nació con el don de inversiones y lo alimentó para tener un éxito rotundo.

El empresario sonríendo en una de sus casas.

El empresario sonríendo en una de sus casas.

Thomas Peterffy, empresario multimillonario estadounidense nacido en Hungría, nunca leyó un libro sobre inversiones. Sí, increíble pero real. El hombre, que hoy tiene 79 años y disfruta de su fortuna, es un emprendedor por naturaleza: vendía chicles con un sobreprecio del 500% en la escuela.

Cómo logró su fortuna Thomas Peterffy

En 1965, a la edad de 21 años, Peterffy se marchó a Estados Unidos. Se matriculó en la Universidad de Nueva York, pero abandonó los estudios y comenzó su carrera como delineante de arquitectura. Después se incorporó a una empresa de ingeniería, donde perfeccionó su talento para la programación informática. Y le siguió un trabajo en Wall Street, donde Peterffy empezó a construir modelos de negociación.

En 1977, ya operaba como creador de mercado individual en opciones sobre acciones. Los algoritmos que desarrollaba por la noche le ayudaban a determinar el mejor precio para comprar opciones, y pronto empezaron a fluir los beneficios. En 1979 ya tenía cuatro operadores trabajando a partir de sus modelos. En la década de 1980, obtuvo una ventaja adicional al adoptar las nuevas tecnologías antes que sus colegas.

Peterffy creó Interactive Brokers en 1993 como forma de vender al público las capacidades de negociación electrónica de su empresa. En 2007, vendió el 10% de las acciones de Interactive en una oferta pública, embolsándose unos 1.000 millones de dólares.

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En los últimos 15 años, cuando los operadores de alta frecuencia se hicieron con el control de las operaciones de creación de mercado de Interactive, Peterffy redobló sus esfuerzos para hacer crecer el negocio de corretaje, que hoy atiende a más de 2,4 millones de cuentas de clientes, entre los que se incluyen fondos de cobertura y tiendas de negociación.

Posee alrededor del 75% de Interactive Brokers, cuya capitalización bursátil supera los 33.000 millones de dólares, lo que hace de Peterffy uno de los 25 estadounidenses más ricos, con una fortuna estimada en 26.200 millones de dólares.

También posee unos 3.000 millones de dólares en inversiones y efectivo, así como más de 560.000 acres de tierra, principalmente en Florida, donde se trasladó en 2014. Es un importante defensor de los políticos republicanos y de las causas del libre mercado.

La fórmula de Peterffy operando con opciones se le ocurrió en 1969 y consistía básicamente en valorar opciones. No era muy diferente de Black-Scholes; creó un programa informático para hacerlo, y luego contrató a operadores, y el trabajo consistía básicamente en cómo hacer llegar los valores justos a los operadores en los parqués de las bolsas, que era un sistema de estreno.

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Su primera gran inversión fue en Knight Trading Group a finales de los 90'. Eran creadores de mercado igual que su equipo. Se pasaba allí medio día y se convenció de que era una operación realmente pésima, así que vendió en corto muchas acciones. Y en los tres meses siguientes pasó de 150 a 20 dólares. Hizo mucho dinero.

Actualmente, la mayor parte de su dinero sigue siendo invertido en Interactive Brokers. Tiene unos cientos de millones de dólares fuera de ella y una parte la mantiene en acciones, pero a medida que envejece le preocupa más la preservación del capital que los beneficios.

Por otro lado, creció en un país socialista, donde él asegura haber visto la miseria y el poco respeto a la propiedad privada, por lo que busca invertir en países donde respeten bien la propiedad privada como Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Inglaterra y Arabia Saudita.

Por último, no leyó ningún libro sobre inversiones y ha asegurado más de una vez que no es necesario para tener éxito como inversor. Peterffy cree que todo es lógico, que hay que hacer el trabajo uno (sin derivar) y estudiar los hechos sencillos y desconfía de quiénes escriben libros sobre inversiones: "Si sabrían, se lo guardarían ellos".

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