Más que evaluaciones: cómo los procesos de assessment moldean y sustentan la cultura empresarial

Aunque parecen simples evaluaciones puntuales, el assessment es un sistema integral que analiza competencias, desempeño y potencial del talento por medio de múltiples herramientas como entrevistas estructuradas, pruebas situacionales, y feedback 360°.

En el mundo empresarial, los procesos de assessment o evaluación integral se convirtieron en una práctica habitual, como la determinación de objetivos y la valoración anual de desempeño. 

Foto: Punto a Punto

Las organizaciones, al igual que los barcos, pueden perder el rumbo una vez que zarpan. En ocasiones, surge la sensación de estar a la deriva, sin un destino claro. Sin embargo, los marinos saben que en cualquier momento pueden recurrir a una brújula y a las estrellas para reorientarse.

Del mismo modo, cuando en las organizaciones tienen lugar ciertos problemas internos o se quiere maximizar el potencial de los talentos, es momento de buscar una nueva referencia. Un proceso de assessment externo funciona como esa brújula que permite recalibrar el rumbo. Expertos con una mirada fresca y experiencia multidisciplinaria pueden identificar por qué los procesos no están funcionando y ayudar a trazar un camino más claro hacia el destino deseado.

En el mundo empresarial, los procesos de assessment o evaluación integral se convirtieron en una práctica habitual, como la determinación de objetivos y la valoración anual de desempeño. Pueden ayudar, por un lado, a las empresas para tomar decisiones de negocio a partir de información relevante, el crecimiento de sus líderes y la formación de sus equipos. Por el otro, impulsa ejecutivos a través del autoconocimiento, ayudándolos a crear un plan de desarrollo y a mejorar las competencias necesarias para ser más productivos y trabajar a gusto.

Un caso de éxito en la región es el de la consultora brasileña EXEC, la cual es parte de Panorama, una comunidad global de expertos en liderazgo. Hace ocho años lanzaron al mercado su unidad de Leadership, con foco en procesos de assessment y luego ampliaron su portafolio con servicios de coaching, entrenamientos, capacitaciones y grupos de liderazgo. Solo en 2024, realizaron aproximadamente 2000 assessments, además de 100 mentorías para clientes de diversas industrias.

Asimismo, más allá de medir competencias o productividad, estos sistemas ejercen una influencia profunda en la cultura organizacional. Según Forbes, las empresas con una cultura sólida tienen hasta un 72% más de compromiso por parte de sus talentos en comparación con aquellas cuyas culturas que necesitan mejorar.

Aunque parecen simples evaluaciones puntuales, el assessment es un sistema integral que analiza competencias, desempeño y potencial del talento por medio de múltiples herramientas como entrevistas estructuradas, pruebas situacionales, y feedback 360°. Su verdadero valor no está en la medición sino en cómo se usan esos datos para el desarrollo organizacional y personal de cada uno de los talentos. Un estudio de Gallup revela que vincular evaluaciones con planes de desarrollo profesional reduce la rotación en un 64%. Cuando los colaboradores perciben que la empresa invierte en su crecimiento, la lealtad y el compromiso se multiplican.

Un proceso de evaluación nunca es neutral. La manera en que se estructura comunica mensajes a los talentos sobre lo que la organización valora en realidad. Por ejemplo, cuando los criterios premien únicamente los resultados individuales, como las ventas brutas, se fomenta una cultura competitiva.

En cambio, cuando se evalúan competencias como la colaboración o la innovación, esos valores se refuerzan cada día. En el caso de un assessment, se busca analizar los rasgos de personalidad de talentos para identificar motivaciones y potencial. No se trata de que todos los talentos destaquen en todos los ámbitos, sino en identificar y potenciar las virtudes de cada profesional. De esta manera, pueden aportar sus habilidades al armado del equipo para potenciar la interacción grupal. Al evaluar competencias como la colaboración, como señala un estudio de Deloitte, el 82% de las organizaciones mejoran la comunicación entre equipos y líderes, lo cual crea climas laborales más positivos.

Para que todos los procesos fortalezcan la cultura organizacional en lugar de debilitarla, es esencial vincularlas a propósitos claros y comunicarlos de manera transparente. De esta manera, los talentos podrán entender que estos procesos existen para apoyar el crecimiento y no como un mecanismo de control, ni de vigilancia.

Las evaluaciones no son un mero trámite administrativo; son un ritual que refleja y moldea la cultura organizacional. Cuando se diseñan con transparencia, equidad y un enfoque en el desarrollo, pueden convertirse en herramientas para construir equipos comprometidos. Por ello, el assessment organizacional actúa como esa brújula que, en el medio del océano, permite a los navíos retomar su rumbo.

Principal & Leadership Head de Glue Executive Search