En medio del c reciente conflicto entre Israel e Irán, los principales países de Europa retomaron la vía diplomática con el objetivo de contener una eventual guerra regional. Este viernes, los cancilleres de Reino Unido, Alemania y Francia mantuvieron un encuentro clave en Ginebra con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, para buscar acuerdos en torno al desarrollo nuclear de Teherán.
Guerra en Medio Oriente: realizan una cumbre de potencias europeas para frenar el conflicto entre Israel e Irán
Mientras los bombardeos siguen siendo los protagonistas, el viejo continente busca salidas diplomáticas. Reino Unido, Francia y Alemania son quienes se reúnen en Ginebra.
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Se realizó una cumbre en Europa para buscar una solución al conflicto entre Irán e Israel.
La reunión, que inició a las 15 (hora local) en la ciudad suiza, marcó un nuevo intento de evitar una escalada aún mayor en Medio Oriente. El propio Araqchi, que días atrás sobrevivió a un intento de asesinato atribuido a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), llegó al lugar escoltado, en una escena que fue captada por usuarios en redes sociales.
“No iniciamos esta guerra y estábamos buscando la diplomacia con respecto a nuestro programa nuclear. Esta agresión nos fue impuesta”, declaró el funcionario iraní antes del inicio de las conversaciones.
El encuentro diplomático tuvo lugar solo un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que evaluaba una intervención directa en el conflicto. “El presidente tomará una decisión sobre un posible ataque en un plazo de dos semanas”, señalaron fuentes de Washington, aunque aclararon que el canal diplomático con Teherán permanecía abierto.
Los pedidos de Francia y Gran Bretaña
El canciller británico David Lammy, que ese mismo día se reunió en la Casa Blanca con el secretario de Estado Marco Rubio, regresó a Ginebra para advertir sobre las consecuencias de una escalada militar. “Es hora de poner fin a las graves situaciones en Oriente Medio y evitar una escalada que no beneficiaría a nadie”, declaró ante los medios.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció una iniciativa conjunta con Alemania y Reino Unido para presentar a Irán una propuesta integral de negociación. Esta incluiría: acceso total del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a las plantas nucleares, eliminación progresiva del enriquecimiento de uranio, control estricto sobre los misiles balísticos y la interrupción del financiamiento a milicias que actúan en conflictos regionales.
“Nada justifica los ataques contra infraestructuras energéticas y civiles”, expresó Macron, y agregó: “Nadie debe ignorar el riesgo que representa un Irán con armas nucleares. Es una amenaza real”.
El dilema de Occidente ante una posible guerra total
La cumbre diplomática reflejó el delicado equilibrio que intenta mantener Europa: contener a Israel sin romper el diálogo con Irán, y frenar cualquier acción unilateral por parte de Estados Unidos. Mientras los ataques continúan y se profundizan las tensiones, los líderes europeos buscaron abrir una última ventana de negociación antes de que el conflicto se vuelva irreversible.
El conflicto armado entre Israel e Irán lleva varias jornadas consecutivas de enfrentamientos, con un saldo trágico de más de 600 muertos en territorio iraní y al menos 24 en suelo israelí, según datos oficiales.
Los primeros bombardeos comenzaron el pasado 13 de junio, en el marco de una ofensiva aérea impulsada por Tel Aviv, con el argumento de impedir avances estratégicos en materia nuclear por parte de Teherán. Fuentes israelíes aseguraron que en esa operación fueron eliminados “nueve científicos y expertos de alto rango”, vinculados al desarrollo armamentístico de la República Islámica.
Desde entonces, la escalada derivó en una serie de ataques cruzados por vía aérea y terrestre, en una dinámica que ya impacta de lleno sobre la estabilidad de la región.
En las últimas horas, Irán redobló su ofensiva con el lanzamiento de una nueva tanda de misiles contra el norte de Israel. Las alarmas se activaron en Haifa y otras zonas de Galilea, lo que obligó a miles de personas a resguardarse en refugios antiaéreos. Las autoridades mantienen un operativo de vigilancia constante ante la posibilidad de nuevas incursiones.
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