La crisis de Vassalli, la histórica fábrica de cosechadoras de Firmat, atraviesa un escenario de máxima incertidumbre. Este viernes, no hay ninguna confirmación de que la planta reabra el próximo lunes ni de que se abone la deuda salarial que se arrastra desde junio. En cambio, lo único firme es la decisión de los operarios: volverán a presentarse en su lugar de trabajo, aunque la firma mantiene las puertas cerradas desde hace más de dos semanas.
- ámbito
- Negocios
- Maquinaria agrícola
Vassalli: sin certezas sobre la reapertura y con salarios impagos, crece la tensión en Firmat
La planta sigue cerrada y la familia Marsó no dio señales de pago ni de reinicio de la producción. Los trabajadores anunciaron que el lunes se presentarán en la fábrica, mientras la UOM y el pueblo acompañan el reclamo.
-
Vassalli, de la primera compra industrial de la era Milei a la crisis gremial por salarios impagos
-
La fábrica de cosechadoras Vassalli acumula tres meses de sueldos impagos y se agudiza el conflicto en Firmat

La empresa permanece cerrada desde hace dos semanas por decisión de sus dueños.
El conflicto se agudizó en los últimos días con el envío de telegramas de despido a cinco trabajadores, entre ellos cuatro delegados gremiales, lo que para la UOM constituye una maniobra de desafuero. A la falta de diálogo empresario se suma el deterioro económico de 288 familias, que acumulan sueldos, aguinaldos y retroactivos sin cobrar, mientras el sindicato intenta contener la emergencia con bonos de ayuda alimentaria.
Movilizaciones y cortes en la ruta 33
La bronca de los trabajadores y de la comunidad se trasladó a las calles. En los últimos días hubo cortes parciales en la ruta nacional 33 y una movilización masiva que reunió a más de 20 seccionales de la UOM junto a vecinos, comerciantes y familiares. Firmat, con 24.000 habitantes, se vio atravesada por un “abrazo solidario” a la planta, en el que incluso se entonó el Himno Nacional como gesto de unidad.
“Estamos desesperados, hay familias que no tienen qué comer ni cómo pagar el alquiler. Los trabajadores van a volver el lunes a la fábrica porque lo único que queremos es trabajar y cobrar nuestros sueldos”, señaló Diego Romero, secretario general de la UOM Firmat, en diálogo con este medio.
El gremio nacional también se involucró: entregó órdenes de compra por $150.000 a cada trabajador, a las que se sumó un nuevo bono de $70.000 gestionado por la seccional local para la compra de alimentos. La ayuda, sin embargo, apenas alcanza para paliar la emergencia.
De la promesa de inversión al parate total
La historia reciente de Vassalli muestra un fuerte contraste entre las promesas de los nuevos dueños y la realidad actual. Cuando el empresario entrerriano Eduardo Marsó compró la compañía en enero de 2024, anunció un plan de inversión de u$s4 millones y la meta de fabricar 50 cosechadoras en el primer semestre de 2025.
En la práctica, la producción no llegó a ese nivel: apenas se completaron 20 unidades en todo 2024 y desde mediados de este año los salarios comenzaron a abonarse en cuotas y con atrasos. Hoy la deuda abarca junio, julio, agosto, el medio aguinaldo y los aumentos paritarios retroactivos, lo que según la UOM equivale a una carga superior a $3 millones por trabajador.
El contraste resulta aún más llamativo porque, mientras la fábrica permanece cerrada, la empresa mantiene activa su cuenta oficial de Instagram, donde promociona planes de financiación de cosechadoras como si la producción continuara normalmente.
Un futuro incierto
De cara al lunes, la única certeza es que los operarios volverán a presentarse en la planta. Pero no hay definiciones sobre si serán recibidos ni sobre el pago de la deuda salarial. El silencio de la familia Marsó y la ausencia de un plan de continuidad alimentan las sospechas de que el futuro de la compañía podría resolverse fuera de Firmat.
En este contexto, los trabajadores y la UOM sospechan de posibles maniobras de vaciamiento. Temen que el cierre prolongado y la falta de inversión escondan la intención de trasladar activos o quedarse únicamente con la marca Vassalli, despojando a la ciudad de su histórica planta y dejando en la calle a cientos de familias.
En este marco, en el pueblo crece la convicción de que la lucha será larga y que, sin la presión de la comunidad y del sindicato, el riesgo de que la emblemática fábrica desaparezca del mapa es cada vez más alto.
- Temas
- Maquinaria agrícola
- Despidos
- UOM
Dejá tu comentario