29 de julio 2023 - 00:00

Cannabis y ansiedad: ¿amigos o enemigos?

¿Es el cannabis una solución efectiva y segura para tratar la ansiedad a largo plazo? ¿Qué riesgos y beneficios tiene su consumo?

Marihuana. El consumo de cannabis, muchos le atribuyen una solución mágica para tratar la ansiedad, podría agravar aún más esa sintomatología.

Marihuana. El consumo de cannabis, muchos le atribuyen una solución mágica para tratar la ansiedad, podría agravar aún más esa sintomatología.

Foto: Agencia Noticias Argentina

El cannabis es una planta que contiene sustancias psicoactivas como el THC y el CBD, que pueden afectar al sistema nervioso central y al estado de ánimo de las personas que lo consumen. Algunas personas usan el cannabis para aliviar temporalmente los síntomas de ansiedad, como el nerviosismo, la preocupación o el miedo.

Sin embargo, ¿es el cannabis una solución efectiva y segura para tratar la ansiedad a largo plazo? ¿Qué riesgos y beneficios tiene su consumo?.

La ansiedad puede ser definida como una respuesta del organismo que se desencadena ante una situación de amenaza o peligro físico o psíquico, cuyo objeto es dotar al organismo de energía para anular o contrarrestar el peligro mediante una respuesta (conducta de huida o de agresión) (Sandín y Chorot, 1995, citado por Piqueras, et als., 2008).

El sujeto con altos niveles de ansiedad rinde peor ya que tiene que repartir su limitada capacidad de procesamiento entre las demandas puestas por la tarea y las demandas cognitivas asociadas a la ansiedad (Bermudez, 2001).

El consumo de cannabis puede aumentar la ansiedad al interferir con la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores implicados en la regulación del humor, la motivación y el placer. El THC, especialmente en altas dosis, puede provocar efectos adversos como paranoia, psicosis o ataques de pánico.

Asimismo, el consumo crónico de cannabis puede alterar el funcionamiento normal del sistema endocannabinoide, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad o empeorar los existentes. El consumo precoz de cannabis durante la adolescencia también puede afectar negativamente al desarrollo cerebral y favorecer la aparición de problemas psiquiátricos en la edad adulta.

En conclusión, el consumo de cannabis, muchos le atribuyen una solución mágica para tratar la ansiedad, podría agravar aún más esa sintomatología. El uso recreativo o auto medicado de cannabis puede tener consecuencias negativas para la salud mental y física de las personas con ansiedad.

Por lo tanto, se recomienda buscar otras alternativas más seguras y eficaces para manejar este trastorno, como la psicoterapia, la meditación o el ejercicio físico.

Referencias bibligráficas:

  • Bermúdez, J. (2001). Psicología de la personalidad. Ansiedad y procesos cognitivos. Primera edición. Encuadernación rústica: España.
  • Piqueras, J. A, Martínez, A. E., Ramos, V., Rivero, R., García, L. J. y Oblitas, L. A. (2008). Ansiedad, depresión y salud. Suma Psicológica, 15(1).
  • Tobar, F. (2003). Tendencias económicas y epidemiologicas en salud mental. Programa de Investigación Aplicada-Isalud.

Presidente de CIMACUP - Docente UAI

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