5 de enero 2023 - 10:42

El dólar subió porque el futuro es espeluznante

El dólar será el protagonista del 2023, año electoral, que va a generar movimientos de piezas en la política nacional.

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La gente teme que en las elecciones de este año gane alguno de los candidatos que se expresaron acerca de cuestiones relacionadas con el dólar. Se recela:

Que gane el candidato Javier Milei, quien podría hacer tres cosas, según viene alternando opciones: 1) Cerrar el BCRA, con lo cual los pesos depositados en bancos desde que triunfe en los comicios hasta que asuma, generaría una corrida dramática desde los certificados a plazo fijo y dinero en cuenta corriente hacia el dólar. 2) Haría un swap de los títulos públicos con las Leliqs. ¿Otro Plan Bonex? (corrida segura). 3) Dolarizaría, previo reacomodamiento de los precios relativos (devaluación del peso).

Que gane la candidata Patricia Bullrich, dijo textual: “Estamos convencidos de que Argentina va a tener que salir con los ahorros de los argentinos, porque no va a venir capital por un tiempo”. ¿Otro corralito? - Lo dice alguien que ya formó parte de un gobierno que confiscó los depósitos, el dólar paso en corto tiempo de $1 a $4.

Que gane Rodríguez Larreta, que cree que lo mejor es que decidan los mercados y lo haga flotar, sin suficientes dólares. Si hoy se levantaran las restricciones, el dólar no tendría techo.

Que gane el expresidente Mauricio Macri, que devaluó 500% durante su gestión, y hoy promete hacer lo mismo, pero más rápido, lo que significa que puede producir una estampida del dólar, en medio de un caos social.

Que gane el oficialismo, y que todo se parezca a la actual administración, más rigurosa con las divisas, con más controles, más estrictos, que generarían más operaciones por los mercados alternativos y siga subiendo la brecha.

El profesorado es parte del problema

Los alumnos prefieren creer que estudiaron economía, y pueden controlar lo que no ven. A veces les mostramos los cisnes negros que los vuelven transitoriamente consientes. A algunos les enseñaron que el hambre y la miseria son parte del desarrollo, y creen que algunas ecuaciones lo explican mejor que las palabras. Les enseñaron las fórmulas, las identidades, y creen que es la verdad absoluta.

A la Maestría llegan desde institutos oblicuos donde aprendieron con pasantes funcionales al sistema. Les pedimos que revisen la comprensión. Porque no siempre el dólar tiene que cotizar en función de la cantidad de moneda, el financiamiento del gasto público con emisión, y el backing de la convertibilidad (que inclusive no existe hace 22 años).

Les pedimos que olviden por un momento las pertinentes y necesarias preguntas: ¿cuáles son los efectos de las políticas monetarias y fiscales sobre los mercados financieros, la actividad económica agregada, el nivel de precios y el sector externo de la economía? ¿Cuáles son las opciones de política monetaria o de regulación de los movimientos de capital de corto plazo que existen en estas economías pequeñas integradas al comercio y a los flujos financieros internacionales?

La clave económica también tiene que ver con las expectativas económicas emergentes de las expectativas políticas y los sucesos políticos. Por ejemplo: la devaluación de las monedas europeas, se relacionan con la incertidumbre generada por la guerra, no por aspectos monetarios y fiscales que eventualmente se van a explicar en el futuro. También les indagamos: ¿A cuánto podría cotizar el “dólar blue” si Alberto Fernández renuncia y lo sucede, como corresponde constitucionalmente, Cristina Kirchner?

El Rey desnudo empuja la cotización del dólar

Usted no lo había visto, escuchado, ni leído en ningún canal, portal o radio asociado a la oposición (aproximadamente el 90%). Hace unos días, el fenómeno de las redes sociales impidió que continuara el cerco mediático tejido por los medios hegemónicos que protegen al amarillo partido de la plutocracia. Aunque ya Patricia Bullrich había amenazado con “romperle la cara” a Felipe Miguel (ministro de Rodríguez Larreta), se aceleró la interna con un delirio de carpetazos entre los miembros del PRO, que nos hace recordar el video donde los funcionarios de María Eugenia Vidal fueron espiados en su propio Banco (Provincia) mientras preparaban, según el audio: una Gestapo para perseguir sindicalistas. Fue obvio que el video salió de los espías del páter pandilla, porque Vidal flirteaba con ser candidata. Detrás la noticia. Vidal pasó de tener medio auto, y medio departamento, a vivir en su nueva propiedad de “la isla”. De allí en más transitó desde ladera de Larreta a faldera de Macri. Ella explicó: “porque Macri me protege” ... claro, de sí mismo.

La filtración de los chats del ministro Marcelo D’Alesandro (quien pidió licencia, o se despegaron de él) desnuda a una cuadrilla de personajes públicos con nombre y apellido ejecutoras de actos indecentes que la sociedad, sus instituciones y la Justicia, pretenden seguir ignorando (Santiago O’Donnell). Las noticias confirman las filtraciones. D’Alesandro se niega a entregar su teléfono a instancias del pedido de políticos de su alianza.

Gerardo Milman, mano derecha de Patricia Bullrich fue escuchado y denunciado por contar que estaba al tanto del atentado contra Cristina y, habría dicho: “cuando suceda estaré camino a la costa”. Al mismo tiempo surgió que hizo negocios (conflicto de intereses) incompatibles con su cargo con proveedores, y vive una vida dispendiosa que no puede ser justificada con los recursos que declara. Nombro modelos en cargos clave, esta sospechado de haber operado a D’Alesandro. También se niega a entregar el teléfono celular. Los juicios políticos que están presentando 11 gobernadores y el presidente de la Nación contra los jueces de la Suprema Corte por mal desempeño, que han favorecido en forma indecorosa al Gobierno de la Ciudad de Rodríguez Larreta (gran colocador de pautas publicitarias en los medios militantes).

El auto elegido Horacio Rosatti, presidente de la Suprema Corte que a la vez se nombró presidente del Consejo de la Magistratura tampoco quiere entregar el teléfono.

Las filtraciones del retiro espiritual en Lago Escondido, financiado por un importante multimedio, donde no solo participó este funcionario, sino ejecutivos del “gran diario argentino”, y miembros del Poder Judicial. Todo esto forma parte de un insostenible bochorno del sistema institucional. Un grupo de profesores, graduados y estudiantes de la Facultad de Derecho de la UBA pidieron que se realice juicio académico al juez Julián Ercolini (turista invitado que ordenó como había que contestar si preguntaban). El Gobierno Nacional solicitó al Consejo de la Magistratura que inicie una investigación para determinar si los jueces Julián Ercolini, Pablo Yadarola, Carlos Mahiques y Pablo Cayssials han incurrido en “algún supuesto mal desempeño” con el viaje que realizaron junto con funcionarios porteños, ex agentes de inteligencia y empresarios de medios de comunicación a Lago Escondido en octubre de este año (2022 TELAM).

El periodista Juan Alonso denunció al juez de la Suprema Corte Rosenkrantz y a un senador macrista que se reunieron en Uruguay con Pepín Simón, prófugo de la justicia. Todo esto se suma al esperpento de la rebeldía de Pepín Simón, jefe de la mesa judicial del macrismo que lleva casi 3 años sin obedecer el pedido de extradición, y su vinculación con el juez Rosenkratz, que no hace cumplir la medida.

El “cajoneado” intento de homicidio a la vice presidenta que reveló conexiones y financiamiento de la empresa Caputo Hermanos al grupo violento de Revolución Federal que no avanza. El descubrimiento del abogado que vincula a D’Alesandro y Rodríguez Larreta en el atentado a Cristina.

El dólar "fachoso"

Exhibiendo una extraordinaria ignorancia conjetural, Milei incluyó entre políticos socialistas a Cristina Kirchner; Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri, Alberto Fernández, Ricardo López Murphy y José Luis Espert.

En otro orden de cosas, reapareció Marcos Peña, justo cuando estamos viendo en los medios y las redes sociales una constante apelación a la frustración social, filtrando mensajes de acuerdo a las preferencias del aturdido destinatario, reduciendo la diversidad y potenciando la confirmación del nado sincronizado. Esto no es inocente, es intencional. Embarrar la cancha con troles y negacionistas, ecolobistas que crean monografías de dudoso rigor científico, para activar explicaciones simples que sean convincentes.

La economía y la ciencia política son temas de una complejidad soporífera. Si un individuo entiende todo lo que le explican, es probable que le estén trasfiriendo conclusiones tan cómodas como falsas.

Merodea el postfascismo, que según Enzo Traverso sería una especie de neoliberalismo “por las malas”, refiriéndose a los nuevos movimientos autoritarios que no tienen orígenes propiamente fascistas, pero que adoptan medidas o sostienen ideologías y diseños que se parecen mucho al fascismo.

Para los ideológicamente “liberales en significado extenso”, todos los candidatos son populistas, porque ellos “creen”, que el populismo es una ideología. No se enteran que el populismo es una metodología, pero cuando algo se convierte en creencia, con la ayuda del entorno, en absoluto se vuelve inmune a la argumentación. Aunque no cursaron Ciencia Política, asumen que, si no es lo que ellos dicen, es mejor no escuchar explicaciones.

Como ejemplos de populismos tenemos a Trump, Bolsonaro, Le Pen, Erdoan, Orbán, Lula, Maduro, Cristina, Evo Morales, Correa, etc., quienes no tienen un denominador común desde las doctrinas.

Muchos falsos economistas muy ideologizados, suelen usar la palabra “populista” en sentido peyorativo, con la finalidad de denigrar ciertas políticas económicas. Recuerden los sacristanes de los austriacos, que Ludwig von Mises, le adjudicaba al comunismo la responsabilidad del fascismo por atentar contra el libre mercado y politizar la economía. Paradójicamente, hoy los “libertarios” politizaron la economía para forzar el libre mercado, invocando a von Mises.

(*) Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani

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