La memoria digital también llegó a la salud: ¿qué pasa con las recetas médicas?

La tendencia, aún incipiente, de la salud por adentrarse en la transformación digital está dando pasos. ¿Qué se viene y cómo impacta?

Receta digital. El Gobierno nacional anunció que desde el 1° de julio será obligatoria la implementación de la receta electrónica en todo el país.

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Hoy nos resulta impensado no tener registro de lo que hicimos, en los distintos órdenes de la vida. Una huella que nos permita rastrearlo en unos minutos.

Si entramos al home banking podremos entender en qué se nos fueron esos pesos que ya no tenemos; si olvidamos una dirección, seguramente entrando a Google Maps o al WhatsApp podremos reencontrarnos con ella.

Si olvidamos qué es lo que habíamos quedado con un amigo o un cliente, basta buscar en el chat y se acabó la duda. Y así con todo. Seguramente fuimos muchos los que un día, después de haber estado todo el día trabajando con documentos digitales, nos sorprendimos al darnos cuenta que el tradicional libro de papel no nos daba la chance de buscar automáticamente una palabra.

En la era digital, parece estar todo a la mano, pero ¿qué pasa si perdimos un remedio que nos recetaron y un tiempo después lo queremos volver a comprar?

Si la receta fue confeccionada en papel, nos encontraremos con que no es tan fácil rastrearlo. En tiempos en que todo deja una huella digital, resulta extraño que en el ámbito de la salud no podamos hacerlo.

Lenta transformación digital

Este tema nos lleva a otro más amplio: la tendencia, aún incipiente, de la salud por adentrarse en la transformación digital. La realidad es que las ventajas son gigantescas como para que el camino sea tan lento.

En el caso de las recetas digitales, por ejemplo, los beneficios incluyen una mayor accesibilidad, reducción de errores por mala interpretación de la letra del médico, un sistema de seguimiento más eficiente para la gestión de prescripciones y una mejor coordinación entre los profesionales de la salud, las farmacias y los pacientes.

Sumado a eso, el ahorro de tiempo del paciente al no tener que ir a buscar la receta, el factor ambiental de evitar la tala de árboles y de realizar menores desplazamientos, entre otros aspectos que también aplican a otras herramientas digitales que han ido supliendo a sus pares de papel.

Más allá de las ventajas anteriores, o tal vez por encima de ellas, está la trazabilidad. O sea, lo que mencionábamos antes: poder rastrear exactamente todo lo que hemos ingerido de medicamentos en los últimos años. Saber qué tomamos, cada cuánto, y para qué.

Importancia del historial de prescripciones

La importancia de llevar el registro de todo el historial de prescripciones permite a los pacientes tener una noción más acertada de qué es lo que están tomando y por qué. Tal vez, inclusive, a veces hasta cuestionarse el mismo hecho de por qué lo están tomando y plantear alguna alternativa o solución a ello.

Además, esta herramienta de seguimiento histórico de prescripciones permite que los médicos tengan acceso a la misma y, de esta manera, evitar un sinfín de errores sobre prescripciones de medicamentos o incluso medicamentos que puedan tener efectos contradictorios unos con otros. También sucede muchas veces que la gente, por hábito, continúa tomando una medicación sin conciencia de cuánto hace que la toma y sigue sumando medicamentos a sus hábitos sin darse cuenta de que tal vez dos de ellos tienen el mismo efecto o se anulan, y podría suspender alguno de los mismos o incluso dejar de tomar esa medicación porque ya no la necesita.

Además, también es importante tener un historial de órdenes de estudios que nos permita saber cuándo fue que hicimos el último estudio de cualquier índole relacionado con nuestra salud y, de esa manera, tener más control sobre lo que nos pasa.

Decreto y necesidad: la receta electrónica en todo el país

El Decreto 345/2024, a través del cual el Gobierno nacional anunció que desde el 1° de julio será obligatoria la implementación de la receta electrónica en todo el país, desde nuestro punto de vista va en el sentido correcto. Es cierto que todo lo que tiene que ver con lo electrónico requiere de cierta ayuda para algunas personas, en especial los adultos mayores, pero el beneficio final es sin dudas mucho mayor que el esfuerzo a la adaptación.

Volviendo al inicio, no se trata solo de las recetas, es todo lo que hace a nuestra salud lo que se puede optimizar con esta correcta digitalización. Saber a qué médico fuimos y cuándo, qué estudio nos realizamos, qué medicamento tomamos… todo un historial de salud, que en forma digital puede estar al alcance de la mano.

Tal vez, cuando toda esta información esté allí, no debamos recurrir a nuestra capacidad de recordar para saber qué habíamos tomado o en qué cajón está guardada la radiografía que hicimos hace años. Y podamos, como ocurre hoy con las direcciones, las fotos o las charlas con amigos, rastrear todo esto en instantes y que no quede librado a la fiabilidad de nuestra memoria.

Médico cirujano, fundador de DCTOR.