12 de octubre 2019 - 00:01

Industria 4.0: cómo desarrollar la fábrica del futuro en Argentina

Flexibilidad absoluta e individualidad: esto es lo que nos depara la fábrica del futuro.

El futuro de las fábricas se encuentra en una visión más práctica, centrada en mayor flexibilidad en la producción, manteniendo alta calidad y asequibilidad.
El futuro de las fábricas se encuentra en una visión más práctica, centrada en mayor flexibilidad en la producción, manteniendo alta calidad y asequibilidad.
Pixabay.

Imagine una fábrica en la que pueda cambiar todo en el transcurso de unas horas, excepto el piso, las paredes y el techo. Flexibilidad absoluta e individualidad: esto es lo que nos depara la fábrica del futuro. No obstante, en Argentina nos enfrentamos a ciclos de vida de los productos cada vez más cortos, tamaños de lote más reducidos o diseños de productos individualizados.

Por eso, el futuro de las fábricas se encuentra en una visión más práctica, centrada en mayor flexibilidad en la producción, manteniendo alta calidad y asequibilidad. A continuación algunos ejemplos de cómo lograrlo:

Logística transparente

A través de la localización por láser y con la ayuda de sensores, la posición y el estado de todos los movimientos de los componentes y materiales de fabricación estarán disponibles en tiempo real en la nube, desde el almacén hasta su destino final, posibilitando dar fechas exactas de entrega y planificaciones de producción muy precisas.

Máquinas conectadas de forma simple

En las fábricas del futuro, las líneas de montaje serán modulares, las máquinas que las componen se moverán y reorganizarán por si mismas en nuevas líneas para desempeñar otros cometidos. Se comunicarán de forma inalámbrica entre sí y con otras funciones del proceso, además se alimentarán a través del suelo mediante un sistema de carga inductiva.

Gemelos digitales

Una réplica virtual de toda la fábrica física se podrá utilizar para pruebas y labores de desarrollo. Seremos capaces de medir la temperatura, la velocidad, la vibración, la presión y demás parámetros del proceso productivo, de la misma forma en que lo hacen los sensores de su equivalente en el mundo real. Así se podrá poner en marcha una fábrica, o partes de ella, con la configuración correcta y sin sorpresas: el primer producto físico ya será correcto.

De todas formas, puede que esta visión a corto plazo resulte muy lejana sobre todo para los fabricantes más pequeños. Sin embargo, las preocupaciones más inmediatas de cómo hacer algo mejor y con menos dinero son parte del viaje hacia la fábrica del futuro. Emprender ahora ese viaje, ayuda a responder interrogantes sobre mejoras de proceso, calidad del producto y rentabilidad.

Paso a paso en el mundo y en Argentina

La fábrica del futuro no implica una gran transformación remota. Los fabricantes pueden empezar poco a poco y tener logros rápidos con poco presupuesto. Todo lo que necesitan son soluciones de automatización, sensores, dispositivos de conexión y un software para gestionar los datos. Posteriormente, y a medida que vayan avanzando, se podrán incorporar robots de transporte autónomos dentro de la planta y se irán dotando de mecanismos de manipulación para que puedan clasificar y entregar piezas al llegar a cada puesto de trabajo o máquina. Más adelante, también serán capaces de desempeñar tareas de fijación, soldadura e inspecciones visuales.

En un mundo que estará habitado por 10,000 millones de personas, la individualización del producto resultará una gran ventaja diferencial y la fábrica del futuro lo hará posible. Esperamos de estas nuevas fábricas productos magníficos de gran variedad y flexibilidad, no solo para los fabricantes, sino también para los clientes. Además, elaborando estos productos con calidad creciente y a un coste inferior.

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