23 de junio 2025 - 10:11

Máximo Kirchner y la importancia de gestionar tu propia narrativa en la era digital

Es importante comprender que, aunque no se pueda controlar lo que otros dicen, sí se puede contar tu propia historia. Máximo Kirchner ha visto cómo las críticas a su persona se han amplificado sin un espacio propio para refutar o reconstruir su imagen.

Máximo Kirchner ha comenzado a hacer declaraciones en varios medios tradicionales, algo que no solía hacer con frecuencia.

Máximo Kirchner ha comenzado a hacer declaraciones en varios medios tradicionales, algo que no solía hacer con frecuencia.

En la política, como en otros ámbitos, uno de los errores más comunes es dejar que otros cuenten tu historia. Esto ocurre cuando no se toma control sobre la narrativa que circula sobre uno, permitiendo que los medios o, peor aún, los adversarios, definan quién sos y qué representas. Este vacío informativo, a lo largo de los años, ha sido especialmente perjudicial para figuras públicas como Máximo Kirchner, quien ha visto cómo las críticas a su persona se han amplificado sin un espacio propio para refutar o reconstruir su imagen.

Es importante comprender que, aunque no se pueda controlar lo que otros dicen, sí se puede contar tu propia historia. Esta no es una defensa a ultranza ni un intento de blindarse, sino una estrategia de comunicación genuina y directa que permita exponer tus propias ideas y principios. Hace algunos años, la tarea era mucho más difícil. Los canales eran más limitados y el mensaje se filtraba a través de los medios tradicionales. Sin embargo, desde hace años existe una nueva oportunidad en las redes sociales. El kirchnerismo logró imponer el concepto de "Clarín Miente" en tiempos de menos herramientas de comunicación, entonces, ¿por qué no innovar en estos nuevos canales potentes para comunicar de manera directa y efectiva?

A partir de esta semana, Máximo Kirchner ha comenzado a hacer declaraciones en varios medios tradicionales, algo que no solía hacer con frecuencia. Esta es una señal de que parece haber tomado nota de los vacíos informativos que, por años, le han permitido ser definido por los demás. Aunque estas intervenciones han sido un primer paso hacia la reconstrucción de su imagen pública, es crucial que no se limite solo a las entrevistas tradicionales, sino que aproveche las redes sociales y los “amplificadores digitales” para gestionar su narrativa de manera más eficiente y directa. En este sentido, su evolución en las entrevistas televisivas, donde su tono ha sido más mesurado y sus argumentos más estructurados, refleja una intención de acercarse a un público más amplio.

Sin embargo, el desafío persiste: la comunicación política en Argentina sigue siendo compleja y, a menudo, opaca. El uso de redes sociales como Twitter, Instagram y TikTok es esencial para figuras políticas que buscan humanizar su imagen y conectar con nuevas audiencias. Pero aquí entra un problema crucial: los algoritmos, diseñados para maximizar la interacción, a menudo favorecen los mensajes más polarizantes y emocionales, que son los que suelen generar más controversia y, por ende, más participación. Como señaló la periodista Carmela Ríos, en un experimento realizado en 2024, TikTok favoreció contenidos radicales y de ultraderecha incluso en cuentas que no seguían temas políticos. Este tipo de dinámica plantea un reto para cualquier político que no se alinee con la extrema derecha: la polarización en redes es implacable.

En la política digital actual, no basta con transmitir un mensaje claro; hay que saber adaptarlo al contexto digital. Como explican diferente expertos en alfabetización digital, el principal reto para los políticos hoy es aprovechar la inmediatez de las plataformas y responder con agilidad, pero también con autenticidad. El tiempo para decidir una estrategia de comunicación es mucho más corto en la era de las redes sociales, y quien no esté dispuesto a adaptarse rápidamente corre el riesgo de ser dejado atrás, incluso cuando cuenta con la credibilidad política necesaria. Este es el reto que enfrenta Máximo Kirchner : adaptarse rápidamente a las nuevas reglas de la comunicación digital, donde la autenticidad y la capacidad de respuesta inmediata son claves para conectar con los votantes.

Por ello, Máximo Kirchner y otros sectores de centro-izquierda deben plantearse un enfoque más integral en su comunicación digital. No solo se trata de mejorar el tono en entrevistas tradicionales, sino también de crear contenido emocionalmente resonante, interactivo y adaptado a las plataformas digitales actuales. Esto incluye el uso de videos cortos, memes, y historias humanas que no solo transmitan propuestas, sino que también conecten con las preocupaciones y aspiraciones reales de la ciudadanía. El desafío no está solo en ser visible, sino en ser claro, accesible y auténtico.

En definitiva, la gestión de la propia historia en el ámbito digital no es solo una cuestión de imagen, sino de estrategia política a largo plazo. Las plataformas actuales ofrecen un terreno fértil para redefinir narrativas y combatir la desinformación, pero también requieren que los políticos adopten una actitud proactiva y moderna. Si no se toma el control de la narrativa digital, otros lo harán, y el costo de este vacío puede ser mucho mayor de lo que parece.

Consultor en comunicación estratégica, política y corporativa.

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