23 de junio 2025 - 14:41

Dólar: el Banco Central sigue operando fuerte sobre los futuros para contener una devaluación

Por tercer mes consecutivo el ente monetario intervino en el mercado de futuros de dólar para sosegar las expectativas sobre el tipo de cambio.

Se trató del monto operado más alto en toda la gestión Milei.

Se trató del monto operado más alto en toda la gestión Milei.

El Banco Central confirmó hoy lo que muchos sospechaban que en mayo pasado la mesa de operaciones del ente monetario había intervenido fuerte en el mercado de futuros de dólar. Según la información oficial, el BCRA cerró el mes pasado con una posición vendida de casi u$s1.950 millones, producto de u$s1.947,08 millones de posiciones cortas y u$s1 millón en posiciones largas.

Se trata del tercer mes consecutivo en que el BCRA interviene en el dólar futuro con el fin de apaciguar ciertas expectativas y turbulencias cambiarias y financieras. Pero sin duda el mes pasado fue, hasta ahora, el de mayor nivel de intervención ya que en marzo cerró con una posición vendida de casi u$s376 millones que luego elevó en abril a u$s409 millones. O sea, que más que cuadruplicó la posición vendida de un mes al otro en mayo.

Cabe recordar que en la rueda del 7 de mayo pasado el valor del dólar “spot” o contado se desplomó un 6% en una jornada caracterizada por altos volúmenes operados y una expansión de “interés abierto” (cantidad de contratos operados) históricamente altos en futuros de dólar. Eso fue particularmente llamativo sobre todo en el contrato diciembre 2025 con tasas implícitas muy por debajo de 20% nominal anual, lo que hizo pensar a todo el mercado que se trataba de una intervención oficial. Pero la realidad superó todas las expectativas, ya que el consenso del mercado estimaba que el BCRA había intervenido en unos u$s1.300 millones a u$s1.500 millones.

¿Qué pasó en la rueda del día 7? Las reseñas de la jornada dieron cuenta que el mercado cambiario vivió una rueda de fuertes caídas donde el tipo de cambio oficial (A3500) retrocedió 4,2%, cayendo de $1.203,8 a $1.153,5, su valor más bajo desde el 23 de abril ($1.122,5); a la par, el dólar spot cerró en $1.124, bajando 6,6% respecto al cierre anterior de $1.204. Según la lectura del mercado, este comportamiento del tipo de cambio oficial sugirió un flujo vendedor genuino, posiblemente impulsado por bancos dado el brusco movimiento del tipo de cambio.

Sin embargo, la presión a la baja también se extendió a los dólares financieros y así el Contado con Liquidación (CCL) descendió 3,7% en el día, pasando de $1.212 a $1.167, y el dólar MEP cayó 3,6% de $1.199,6 a $1.156,1. De esta manera, en sintonía con las divisas, los futuros de dólar colapsaron: todos los contratos experimentaron fuertes bajas (entre 5,7% y 9,7%) pero, los más largos -que suelen concentrar menor volumen operado- fueron aquellos que cayeron fuerte. El contrato de mayo bajó 5,7%, el de junio 6,1% y el julio 6,6%. Por su parte, el tramo medio retrocedió entre 7,1% y 8,7%, mientras que la parte larga de la curva se hundió entre 9,1% y 9,7%.

Lo que muchos operadores destacaron fue el incremento del volumen operado ya que ascendió a u$s4.261 millones desde los u$s761 millones de la jornada previa, u$s485 millones en la anterior y un promedio de u$s1.294 millones en abril. Se trató del monto operado más alto en toda la gestión Milei.

A su vez, el “interés abierto” se disparó u$s869 millones en un solo día. Lo curioso de este aumento, señalaban en esa oportunidad los analistas de PPI, era que no se dio en los contratos más cortos, que suelen acaparar el mayor volumen operado, sino en aquellos que no se operan con frecuencia.

En particular, la suba del “interés abierto” se concentró en el contrato de diciembre que registró un salto inusual de u$s486 millones. Por ello, el consenso advertía que no se podía descartar que el Gobierno haya intervenido en el mercado de futuros con el objeto de acompañar el movimiento del dólar spot.

¿Qué perseguía el BCRA con estas intervenciones?: atenuar cualquier tipo de expectativa devaluatoria futura, convalidando la idea de que el dólar oficial se acerque al piso de la banda y ajustando las tasas implícitas para reestablecer el atractivo del “carry trade”.

Vale señalar que las intervenciones de marzo pasado se dieron en medio del cierre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de las turbulencias cambiarias y el anuncio del nuevo sistema de flotación entre bandas cambiarias. De modo que las realizadas en abril fueron las primeras desde el comienzo del nuevo programa con el FMI, en el que se indicaba que el BCRA no esperaba intervenir en futuros. Si bien no está explícitamente prohibido en el acuerdo, el mercado interpretó cierto compromiso de parte del Gobierno de que no iba a abusar de esta herramienta válida, de ahí la sorpresa de los analistas.

Cabe recordar que las operaciones en futuros de dólar no implican entrega de la especie del contrato, en este caso dólares, sino que como se trata de un arbitraje de tasas de interés, lo que ocurre con estos contratos es una compensación al vencimiento, es decir, si el BCRA vendió dólares por ejemplo a $1.200 y el dólar cierra al vencimiento por arriba de ese precio, entregará la diferencia en pesos. O sea, estas operaciones tienen impacto monetario no cambiario, es decir, que el BCRA no entrega reservas.

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