Desde 1983 se conmemora el 22 de julio el Día internacional del trabajo doméstico. La fecha tiene el objetivo de visibilizar la desigualdad de género que existe en el reparto de estas tareas, y las consecuencias que esto trae. Grow-género y trabajo invita a reflexionar sobre la centralidad que este trabajo tiene en la sociedad, y la necesidad de promover una distribución más igualitaria.
Se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico
Esta fecha tiene el objetivo de visibilizar la desigualdad de género que existe en el reparto de estas tareas y las consecuencias que esto puede traer.
-
La Corte Suprema le dijo no al populismo judicial en las empresas
-
Los tres mercados más caros y más baratos del mundo

El 22 de julio es el Día internacional del trabajo doméstico.
El trabajo doméstico es trabajo
En Argentina, 9 de cada 10 mujeres realizan este tipo de trabajos, frente a 7 de cada 10 varones. Según la última Encuesta Nacional de Uso del Tiempo disponible, cuando analizamos el total de tiempo destinado, las mujeres dedican -en promedio- algo más de 4 horas diarias, y los varones algo más que 2 horas y media.
Estas tareas, muchas veces invisibilizadas, son fundamentales para sostener las otras actividades de nuestras sociedades. Por eso nos parece fundamental subrayar que se trata de trabajo, que por más que no esté remunerado, tiene un inmenso valor. En Argentina, representa el 22% del PBI (Cepal, 2022), y en otros países de la región los valores son similares. Es que, para poder desarrollar cualquier otra actividad, alguien tiene que ocuparse de estas tareas.
Las consecuencias de esta desigualdad: los pisos pegajosos
Que en su mayoría sean mujeres quienes se ocupan de estas actividades implica barreras para su desarrollo profesional. Si el término techos de cristal es mayormente conocido para hablar de las dificultades que encuentran las mujeres para ascender en sus espacios de trabajo, de los pisos pegajosos no se escucha tanto, y refiere a los obstáculos que enfrentan las mujeres para, ya no ascender, sino acceder, sostenerse y desarrollarse en empleos de calidad.
Cuando el tiempo se utiliza para el sostenimiento de la vida doméstica -con su multiplicidad de tareas, cansancio y desgaste-, queda poco margen para el desarrollo en otros ámbitos. Y ahí entra en juego otro factor, la clase social: quienes pueden hacerlo, tercerizan las tareas de cuidado, también en mujeres. Niñeras, empleadas domésticas, enfermeras. Los empleos vinculados al cuidado son de los más feminizados. La división sexual del trabajo sigue bastante vigente.
El rol de las organizaciones
Grow-género y trabajo acompaña a las organizaciones en sus procesos de transformación, para que implementen medidas para promover la corresponsabilidad y la conciliación laboral y familiar. ¿Qué se puede hacer? Contar con espacios de cuidado. Revisar los regímenes de licencias, y avanzar hacia esquemas más igualitarios, para que los hombres se involucren en el cuidado. Promover horarios flexibles y políticas de desconexión que permitan la conciliación entre la vida laboral y la personal.
También contamos con propuestas de formación, para trabajar sobre la corresponsabilidad en los cuidados. Con una mirada crítica sobre los mandatos de género, buscamos generar reflexiones que permitan a quienes participan, preguntarse por el impacto de las tareas de cuidados en las trayectorias laborales. A su vez, ponemos el foco en el cuidado como un factor necesario y prioritario para todas las personas, entendiéndolo también como un derecho.
Por equipo Grow-género y trabajo.
- Temas
- Día Internacional
- Trabajo
Dejá tu comentario