21 de febrero 2006 - 00:00

Se creció 30% en tres años. (Falta para que sea récord)

Se creció 30% en tres años. (Falta para que sea récord)
Los datos publicados por el INDEC sobre el crecimiento del PBI en 2005 son muy buenos (9,1% según el EMAE) y confirmaron la fuerte recuperación del último trienio, la que determinó un incremento de la riqueza de 29,4%.

Dado que la población crece a 1% anual, la recuperación del PBI per cápita ha sido sorprendentemente alta. Si bien no se alcanzó el máximo anterior (1998), se encuentra muy próximo a éste, tan sólo 2% abajo. Por supuesto, medida en pesos constantes, pues medida en dólares se encuentra aún «en la lona».

Olvidémonos de los dólares y analicemos todo en moneda local. La historia argentina muestra cinco significativas expansiones de tres años (1), y la de este último trienio se ubica en el cuarto lugar, como se observa en el cuadro adjunto.

Por encima de la actual están las acontecidas durante los gobiernos de Juárez Celman (en el trienio 1887-1889 el PBI creció 44,5%), de Roca y Quintana (1903-1905, con una suba de 43,2% del PBI), y la del primer período de Yrigoyen (1918-1920, con un alza de 31,7%). La expansión presente supera en sólo un punto la acontecida durante la década del 90 (Menem), cuando el PBI creció 28,2% entre 1991 y 1993.

¿Qué diferencias se observan entre los trienios de mayor crecimiento?

a) Que las de fin del siglo XIX y principios del XX vienen de períodos previos de crecimiento, con lo cual «
corrían con desventaja» respecto de la actual; sin embargo, presentaron tasas de crecimiento más altas.

b) Que en los años previos a las tres últimas grandes expansiones, el PBI se había contraído. Que la mayor contracción del PBI aconteció previamente a la actual recuperación; el PBI cayó 15,5% entre 2000 y 2002, con lo cual «corrió
con ventaja» en el punto de partida respecto de las otras expansiones.

c) Que el PBI per cápita subió en todos los casos en comparación con los tres años previos a las expansiones. En la expansión de 2003-2005, la suba del PBI per cápita fue de tan sólo 2,6% respecto del año 2000, mientras en las otras cuatro ese aumento se ubicó entre 22,3% y 28,8%, una tasa casi 10 veces superior a la actual.

d) El consumo aumentó durante todas las expansiones, y en la de 2003-2005 lo hizo en 25,1%. Sin embargo, el consumo por habitante quedó por debajo (-3,2%) del nivel previo a la crisis. A la inversa fue en las otras expansiones, siempre aumentó, y lo hizo entre 14% y 32%, pese a que la población crecía a la tasa de 3,6% a principios del siglo XX.

e) Dado que el consumo representa 75% de la demanda, es claro que la variación del PBI resultará similar a la del consumo. En dos períodos ello no aconteció: en la expansión de 1918 a 1920 los «drivers» ( conductores) de la misma fueron la inversión y las exportaciones. En la de 1991 a 1993 los «drivers» fueron el consumo (superó al crecimiento del PBI, lo que implicó un elevado aumento del consumo por parte de la sociedad argentina) y la inversión.

f) La expansión de 2003-2005 tuvo como «drivers» la inversión y las exportaciones. Es cierto que la inversión creció mucho, 121,2%, pero desde «la nada». Basta recordar que en 2002 la inversión fue la mínima de la historia argentina, no llegando a 12% del PBI en ese año.

g) El dato más relevante de esta última expansión ha sido el fuerte crecimiento de las exportaciones (+27,4%), dado que continúan con la tendencia de 8% anual que acontece desde 1987. En la década del 90 ello no ocurrió. En las otras expansiones, el crecimiento de las exportaciones fue muy superior, lo cual resulta razonable dada la mayor apertura de la economía al comercio durante esos períodos.

• Conclusiones

1 - La actual no ha sido la expansión más importante de los últimos 100 años, tal como fue citado por algunos medios días pasados.

2 - El punto de partida de la actual expansión fue muy bajo. Sólo basta recordar que en 2002 el PBI cayó 10,9%, el porcentaje más alto de la historia argentina junto con el de 1891, únicos años en que el PBI cayó más de 10%. Ello le dio handicap respecto de otras expansiones.

3 - Es la única expansión en la cual el consumo por habitante quedó por debajo del previo a ella, lo que indica que la sociedad como un todo consume menos que en 2000. Lo inverso ocurrió en la expansión de 1991-1993, donde las exportaciones por habitante se redujeron, es decir, consumimos localmente parte de lo que dedicábamos a exportar, lo cual tampoco es razonable.

4 - La Argentina no es una «isla» en cuanto a crecimiento. La mayoría de los países de Latinoamérica crecieron en este trienio, mostrando tasas de dos dígitos y aprovechando la coyuntura internacional favorable.

Para concluir, la actual recuperación ha sido excelente, y si se quiere subir en el ranking histórico deberá crecer la inversión en forma muy importante para poder mantener una tasa de crecimiento de 5% anual del PBI. Será necesario que la inversión y las exportaciones crezcan por encima del PBI, lo que implica que el consumo deberá crecer menos, determinando una caída de la relación consumo-PBI.

(1) Desde que se dispone de datos económicos confiables. Los de esta nota surgen del libro «A New Economic History of Argentina» de G. della Paolera y A. Taylor.

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