Tarjeta negra

El periodista dialoga con un ejecutivo de inversiones de American Express, quien confirma que se analizan ofertas para la venta del sector de banca privada. También habla del nuevo producto de la empresa, la «tarjeta negra», disponible para consumos de entre u$s 70.000 u 80.000 al mes. Veamos.

PERIODISTA: ¿Es cierto que venden el sector de banca privada?

Ejecutivo: Hay dos ofertas que la compañía está estudiando, es verdad. De unos años a hoy el sector se reorganizó en forma muy acertada, muy interesante, y se ha vuelto atractivo para grandes casas de inversión. La empresa estudiará ambas ofertas, y si las considera serias, hablará con los clientes.

P.: ¿En qué recomiendan invertir actualmente?

E.: El accionista dominante en American Express es Warren Buffet, que posee 16%, y por lo tanto se siguen sus lineamientos. Buscamos empresas con mucho margen de ganancias, cuyo producto sea de alta calidad, y nos asociamos a ellas. No es su estilo especular. En este momento están de moda BMW, Montblanc y Armani porque el mundo vive una etapa de consumo sin igual.

P.: ¿Qué opina de la inversión en índices de China, que ha dado hasta 100% de rentabilidad?

E.: Que también caen 30% o 40% de una semana para otra. Son interesantes, pero de altísima volatilidad.

P.: ¿El grueso de las ganancias de American proviene de la tarjeta de crédito?

E.: No, de los travellers checks. Son una institución, que pasó los 100 años y sobrevivió a los cajeros automáticos, a la red de tarjetas de débito, a las transferencias electrónicas. Mueve miles de millones de dólares al año, supera al banco, al sector turismo, o la tarjeta de crédito.

P.: Pero la tarjeta es la número uno mundial...

E.: En volumen de gastos sí, pero no en cantidad de plásticos. Fíjese cuánto nos costó entrar en Europa, donde dominaban Visa y MasterCard. Es número uno en Estados Unidos, su país de origen. Y ahora tenemos un nuevo producto, la tarjeta negra, mucho más exclusiva que la Platinum.

P.: ¿Tarjeta negra?

E.: No se puede solicitar, la otorga la empresa a grandes clientes. Por ejemplo, en San Pablo tenemos uno que consume 70 u 80 mil dólares al mes. Ese señor recibió la tarjeta negra, sin límite ninguno de gasto.