Alfonsín lo hizo: juntó a Carrió, Morales, Cobos y López Murphy
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Carrió recordó a su padre, un histórico dirigente radical chaqueño amigo de Alfonsín, y sostuvo que el ex presidente «es querible tanto cuando estuvo acertado en su gestión, como cuando estuvo equivocado.La deuda de la democracia es con la República, con la moral y la distribución del ingreso. Todavía hay que dar esas batallas», resaltó la dirigente opositora al ingresar al Luna Park.
Carrió se sentó junto a su candidato a diputado por la Capital Federal, el ex presidente del BCRA, Alfonso Prat-Gay, Marcela Rodríguez, Elsa Carca, Susana García y otros diez dirigentes de la Coalición Cívica.
La delicadeza de Morales para recibir a Carrió no se repitió con la llegada de Cobos. El vicepresidente envió primero una comitiva de avanzada integrada por su vocero, Julio Paz y Néstor Majul, secretario parlamentario del Senado. Una vez dentro del estadio, se sentó en primera fila, enfrente del escenario y al lado de Hipólito Solari Yrigoyen, titular de la convención nacional de la UCR. Sólo una butaca lo separaba del embajador de España, Rafael Estrella.
La presencia cobista se vio reforzada por el intendente de Junín, Mario Meoni, encargado de armar el partido del vicepresidente en la provincia de Buenos Aires junto al peronista Felipe Solá, el ex subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, Horacio «Pechi» Quiroga, y toda el ala del radicalismo bonaerense con Leopoldo Moreau y Federico Storani a la cabeza.
Con Cobos sentado en su butaca, Morales se hizo rogar para concederle un apretón de manos. Primero pasó por delante del vicepresidente sin ni siquiera mirarlo y unos 20 minutos después se acercó para saludarlo tibia y formalmente. Dos filas más atrás, el rionegrino Fernando Chironi, ex jefe de la bancada UCR en la Cámara de Diputados, gritaba. «Bien Gerardo, muy bien», festejando el gesto conciliador del jefe del partido.
López Murphy, otro ex radical, fue el que pasó más inadvertido. Fue acompañado por los legisladores porteños Marcelo Meis y Marcelo Amenta. «La sociedad argentina debe entender este acto como un triunfo para la consolidación de nuestro sistema democrático. Ahora debemos avanzar y fomentar la participación de las nuevas generaciones, y lograr una mayor institucionalización en el sistema político», dijo el ex ministro de la Alianza.
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