21 de noviembre 2018 - 10:41

"Argentina necesita mejorar su perfil de productos exportables"

Gustavo Traverso.
Gustavo Traverso.
"El modelo agroexportador del macrismo es la versión maquillada de aquel viejo modelo, que la División Internacional del Trabajo le asignó a la Argentina en el Siglo XIX. Producir las materias primas de origen agropecuario para dotar a los países centrales de insumos alimenticios que ellos no producen. Ese modelo se mostró inviable ya en 1930, cuando Argentina contaba con tan solo 12 millones de habitantes". La crítica corresponde al senador bonaerense Gustavo Traverso, oriundo de Junín y senador provincial del bloque de Unidad Ciudadana, quien cuestionó la política del Gobierno en materia agropecuaria.

En diálogo con ámbito.com, Traverso sostuvo que "Argentina tiene que promover la industrialización de los pueblos del interior", algo que consideró que en la actualidad "pasa parcialmente, pero no se puede consolidar en el tiempo un modelo de desarrollo industrial de producción de alimentos, con destino al mercado interno y también a la exportación".

"Argentina necesita mejorar su perfil de productos exportables para obtener divisas", afirmó. Traverso fomenta desde hace año el debate la necesidad de "industrializar la ruralidad", tal como lo dejó explicitado en un texto que publicó días atrás. Allí argumenta que "en las últimas décadas, Argentina ha podido sumar a las ventajas competitivas que le da la altísima productividad de sus tierras, la ayuda de los paquetes tecnológicos que permiten un salto intensivo en los rindes, que se potencian con la incorporación de nuevas extensiones de tierras a la producción agrícola". Pero advierte: "El resultado de este salto tecnológico es la altísima concentración del negocio en pocas manos. Los agro negocios hoy dominan el centro del debate de la Economía Argentina y aquella contradicción entre ser el Granero del Mundo o el Supermercado del Mundo parece inclinarse definitivamente hacia el primero, promoviendo una tendencia difícil de revertir si se deja a las fuerzas del mercado libradas a su suerte".

Para Traverso, la Argentina necesita de una política pública y que el Estado intervenga si es que quiere salir de ese rol de exportador de únicamente materias primas. Para eso postula que se deben tomar todas las medidas fiscales y económicas necesarias, porque las actuales "tienden a desincentivar la producción de alimentos y a incentivar la producción de commodities con destino a los mercados internacionales". "La gran diferencia entre ser granero o supermercado del mundo es que como granero no vamos a incluir a los 45 millones de argentinos, vamos a ser muy eficientes en algunas áreas de la economía pero no va a derramar sobre el resto. Ser supermercado del mundo implica incorporar mano de obra intensiva y mejor las economías del interior", afirmó.

El senador provincial opinó que "hay una tendencia a primarizar la economía", y consideró que "se está hablando de cómo aumentar la productividad de la tierra pero no se está pensando en el desarrollo de la industria". Por caso, cuestionó que se apliquen retenciones a los productos industrializados. "Es una discusión que estamos dando, pensamos que hay que discutir cómo financiar el desarrollo industrial", aseguró. Una de sus propuestas es usar los recursos provenientes de las exportaciones de soja para industrializar la producción de alimentos.

"El capitalismo central no quiere que Argentina se industrialice, quiere que produzca materias primas porque es muy eficiente en eso, y ellos hacen industria. El mundo le asigna a la Argentina un rol y son los gobiernos los que tienen que plantear otro rumbo, es una confrontación en el mercado internacional. Hay que animarse a plantarse ante el mundo", sostuvo Traverso, quien consideró que "a los gobiernos conservadores les resultó siempre más fácil quedarse en el rol de exportador de materias primas".

"La primerización de la economía es más barata, y Argentina es muy eficiente en producción de materias primas", agregó Traverso. Y remató: "Para romper la concentración del mercado tiene que ser muy atractivo para el pequeño productor agregarle valor en origen a los productos, si no termina vendiéndole a las grandes cerealeras".

En su texto, Traverso advierte: "Desde las usinas liberales se referencia siempre el caso de Australia, pero a la hora de diseñar políticas más parecen pensar en países africanos. Porque este modelo librado a su suerte, también genera perjuicios. Por ejemplo, debido a su alta eficacia, reemplaza una masa tal de mano de obra rural que no es absorbida por otros sectores de la economía y se convierten en un problema estructural para el Estado. Gran parte de los profundos cambios culturales que hoy se observan en el interior de la pampa húmeda (muchos de ellos lamentados por los sostenedores del modelo) tienen su origen en este desplazamiento".

"Las consecuencias de su profundización son la muerte de cientos de localidades, el aumento de la pobreza y el desplazamiento de las comunidades rurales hacia los cordones de las localidades intermedias, la pérdida de los saberes y, lo que es peor aún, la pérdida de la soberanía alimentaria de nuestro país", opina.

Asimismo, afirma que "la gran influencia de las multinacionales que manejan desde la semilla y los agroquímicos hasta los puertos y los mercados internacionales, se propone hoy avanzar aún más en la integración del negocio a través de la sanción de la Ley de Semillas (también conocida como Ley Monsanto), la disminución de los costos laborales y de logística, etc". "Este proceso se puede tornar irreversible si el Estado no toma cartas en el asunto. Las consecuencias del mismo pueden ser letales para los argentinos. Concentración y extranjerización del negocio, pérdida de la seguridad alimentaria y pérdida de la soberanía alimentaria, con la única compensación de aumentar exportaciones primarias cuyas rentas serán fugadas del país sin transmitir bonanza alguna", añade.

"Para revertir este proceso las fuerzas del campo popular debemos proponerle al pueblo argentino un modelo superador, que revierta la primarización y establezca las bases para un desarrollo sustentable del sector con base en el crecimiento de la Agroindustria. El restablecimiento de un sistema de retenciones segmentadas (por tamaño del emprendimiento, zona geográfica y distancia la puerto) a las producciones primarias y la formación con estos fondos de un instrumento financiero moderno, que tenga como único objetivo promover la industrialización de las materias primas en origen. Industrializar la ruralidad, federalizar la industria, crear arraigo y desarrollo a lo largo de todo el país", sostiene el senador de Unidad Ciudadana.

Y concluye: "La Argentina debe establecer un régimen de promoción industrial con fuertes estímulos financieros para el desarrollo de miles de pymes en el sector. El mismo debe estar orientado a empresas que quieran desarrollarse en el interior del país. Subsidio a la energía, quita de impuestos nacionales como IVA o ganancias, provinciales como ingresos brutos, reintegro de exportaciones, u otras que se consideren necesarios".

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