31 de enero 2020 - 00:00

Cambiemos relanza modelo 2015 y se abre a primarias

Larreta emerge como el presidenciable del PRO. En la UCR proyectan a Lousteau y Cornejo. Vidal sacó domicilio en la Capital Federal. Todos privilegian conservar el capital electoral y definir liderazgos en una primaria.

Cacique. Jorge Macri recibió ayer en Vicente López a Sergio Berni y se colocó así como cacique opositor en la provincia. Lo acompañaron Julio Garro, Guillermo Montenegro, Camilo Etchevarren, Ezequiel Galli, Sebastián Abella, Pablo Petrecca y Néstor Grindetti.  

Cacique. Jorge Macri recibió ayer en Vicente López a Sergio Berni y se colocó así como cacique opositor en la provincia. Lo acompañaron Julio Garro, Guillermo Montenegro, Camilo Etchevarren, Ezequiel Galli, Sebastián Abella, Pablo Petrecca y Néstor Grindetti.

 

Sin estridencias, Cambiemos relanzó su modelo 2015. Un pelotón opositor horizontal, sin un liderazgo nítido y abierto a disputar vía primarias, entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, la definición del candidato presidencial 2023. El esquema no sólo se proyecta a nivel nacional sino también en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal.

En 2019, con Mauricio Macri todavía gobernando, la UCR apenas amagó con disputarle la candidatura presidencial en primarias. Finalmente la Convención radical optó por no dividir al entonces oficialista Cambiemos en las PASO. Ya con el peronismo de nuevo en el poder, 2023 se proyecta similar a 2015 para la definición de candidaturas. Fue cuando Macri, Ernesto Sanz (UCR) y Elisa Carrió (Coalición Cívica) acudieron a la PASO para ungir candidato presidencial. Pero ahora son Horacio Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo y Martín Lousteau quienes asoman como los presidenciables de 2023 en la oposición, una disputa de liderazgo que, a diferencia del año pasado, deberá dirimirse en las urnas.

Larreta, Cornejo y Maximiliano Ferraro, en nombre de Lilita, blindaron en la primera reunión del año de Juntos por el Cambio la alianza opositora. Apuntan a conservar el 40% de los votos obtenidos en un contexto de inflación, suba de tarifas, aumento de la pobreza e hiperendeudamiento que dejó Macri. El jefe de gobierno porteño municipalizará la gestión para reforzar el vínculo con los vecinos. Por ahora, intenta bajarle la espuma al amague de la Casa Rosada de bajarle fondos de la coparticipación y aspira a una convivencia pacífica, al menos hasta las legislativas de medio término. Será el año próximo recién cuando comiencen a instalarse los liderazgos. María Eugenia Vidal sigue en boxes. Podría encabezar la boleta de diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires o bien reperfilarse hacia Ciudad Autónoma de Buenos Aires como sucesora de Larreta. Ya sacó domicilio porteño en Palermo y comenzará a dictar clases en la Universidad Di Tella.

En la provincia, principal distrito electoral del país, ya picó en punta Jorge Macri. El alcalde de Vicente López se convirtió en el contrapeso político de Axel Kicillof y lo forzó a suavizar el impuestazo bonaerense. También podría aparecer como cabeza de la boleta de diputados nacionales por Buenos Aires el próximo año mientras cosecha el apoyo de otros proto candidatos como Esteban Bullrich y Emilio Monzó. Ayer el intendente del norte del conurbano recibió al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, y a intendentes bonaerenses de Juntos por el Cambio. “Estoy convencido de que el diálogo y el trabajo conjunto entre el Gobierno provincial y los municipios son fundamentales para avanzar hacia el gran objetivo que nos une: que nuestros vecinos estén cada día más tranquilos...”, declaró Macri primo.

De la reunión, que mostró a Jorge Macri como cacique bonaerense de la oposición, participaron también los jefes comunales de La Plata, Julio Garro; General Pueyrredón, Guillermo Montenegro; Dolores, Camilo Etchevarren; Olavarría, Ezequiel Galli; Campana, Sebastián Abella; Junín, Pablo Petrecca; Lanús, Néstor Grindetti, y San Isidro, Gustavo Posse. La definición del próximo candidato a gobernador de la oposición también podría dirimirse en primarias. Además de Macri primo, Bullrich y Monzó, el vidalismo mantiene a flote a Cristian Ritondo, mientras que el larretismo mandó a medir a Diego Santilli, uno de los dirigentes de Cambiemos con mayor nivel de conocimiento general.

A nivel nacional, el PRO se arma también con la posibilidad de presentar una fórmula competitiva integrada por Larreta y Vidal. En la UCR cotiza Martín Lousteau, más instalado entre el electorado porteño pero con chances de posicionarse como presidenciable. El plan B de los radicales sería el actual titular del Comité Nacional, Alfredo Cornejo. El diputado mendocino blanquéo esta semana que el liderazgo de Juntos por el Cambio lo debe definir la gente y que en este momento están “más unidos que nunca”, pese a que “los agoreros dijeron que después de la derrota electoral nos íbamos a dividir”.

En declaraciones televisivas señaló, no obstante, que Macri debe hacerse cargo de las decisiones que tomó y puntualizó que “el radicalismo acompañó más de lo razonable en muchos aspectos”. “Creo que el expresidente hizo una gran contribución a la coalición Cambiemos, a la alternancia en la Argentina, con quedarse callado y ser prudente en este mes y medio. Me parece que debe continuar en esa misma dirección. Su mayor contribución es la prudencia en estos tiempos...”, afirmó el líder del radicalismo.

En el PRO, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich será oficializada como presidenta del PRO entre el 5 y el 10 de febrero, y reemplazará en el cargo al senador nacional Humberto Schiavoni. Así lo aseguró la ex funcionaria al abandonar la reunión de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio que se realizó este martes en las oficinas de la UCR en el segundo piso del Congreso. Bullrich fue postulada por el expresidente el 22 de noviembre del año pasado en una reunión que se llevó a cabo en Olivos de la que participaron las máximas figuras del PRO. En su carrera política, Bullrich fue secretaria de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios entre 1999 y 2000 en el gobierno de Fernando de la Rúa; posteriormente fue ministra de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos, y ministra de Seguridad en dos ocasiones, primero con De la Rúa y luego con Macri.

Mauricio Macri no tuvo la mejor reaparición como expresidente. Confesó desde Villa La Angostura que era consciente de que con el nivel de endeudamiento de su gestión “nos íbamos a la mierda” y responsabilizó a su gabinete económico por los resultados que lo llevaron a perder las elecciones. Casi al borde del incumplimiento de deberes de funcionario público, teniendo en cuenta que era la máxima autoridad del país y responsable principal en la cadena de mando. Tras ser designado presidente de la Fundación FIFA, se instalará en sus nuevas oficinas en Olivos. Allí estará acompañado por Fernando de Andreis, su secretario Darío Nieto y Gustavo Gómez Repetto. Pero no descartan agregar un escritorio para su principal colaborador y estratega político, Marcos Peña.

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