10 de diciembre 2025 - 00:00

Charlas de quincho: juras, rosca y un embajador que está en todos lados

La asunción de la nueva ministra de Seguridad dejó corrillos, al igual que la llegada de los nuevos legisladores bonaerenses a los recintos de La Plata. El asesor vuelve a ganar protagonismo. Peter Lamelas se sube a aviones, brindis y actos oficiales. ¿Llegarán inversiones en 2026? El arbolito navideño de la política.

Los días pasados estuvieron marcados en especial por los pasilleos legislativos, tanto en La Plata como en el Congreso. 

Los días pasados estuvieron marcados en especial por los pasilleos legislativos, tanto en La Plata como en el Congreso. 

Los arbolitos que ya florecen en las casas y en la vía pública son una cabal muestra del clima navideño que impera en las calles y en la política. El Consejo de Mayo terminó su trabajo de reunionismo simbólico y elevó sus conclusiones, que se traducen en proyectos que en rigor fueron redactados en otros despachos de la Casa Rosada.

Es lo más movido que se viene para el verano, con el llamado a extraordinarias del Ejecutivo. "Es imposible tratar todo eso en dos semanas", era el comentario en los pasillos del Congreso, donde esperan la llegada de los textos definitivos, junto con el recambio de legisladores que en la práctica se consumará hoy, 10 de diciembre. Baja conflictividad, expectativas empresarias por una nueva oportunidad en el rumbo económico, confianza del Gobierno por la etapa política que se viene, con más aliados y menos enemigos.

Consejo de mayo
El Consejo de Mayo llegó a su fin, y de la foto se bajó el sindicalista Gerardo Martínez.

El Consejo de Mayo llegó a su fin, y de la foto se bajó el sindicalista Gerardo Martínez.

Usted, lector, se preguntará por qué esta tradicional Charla de Quincho se trasladó a un miércoles, cuando el día habitual de salida es el lunes. Como ya es costumbre, cuando el lunes es feriado, los Quinchos se trasladan al martes. Pero este martes 9 de diciembre coincidió con el 49° aniversario de Ámbito, y con la edición especial "¿Todo marcha acorde al plan?", que reunió las opiniones de ministros, gobernadores, empresarios, economistas, cámaras y las plumas más destacadas del medio. Por eso, este delay.

Se viene los cócteles de fin de año, jugosos quinchos sectoriales, entre otras minuciosas. Sin embargo, los días pasados estuvieron marcados en especial por los pasilleos legislativos, tanto en La Plata como en el Congreso. Peter Lamelas, flamante embajador de los EEUU, es un habitué de las tertulias y actos de todo tipo, ya sea la jura de un ministro, el brindis de Amcham o la llegada de los F16.

También hubo jura de legisladores porteños, y al palacio de la Ciudad llegaron figuras como Horacio Rodríguez Larreta, Silvia Lospennato o Leandro Santoro. Clima de cordialidad, donde incluso llamó la atención que los enviados del Gobierno, como Manuel Adorni, Martín y Lule Menem, Sebastián Pareja o Patricia Bullrich, se sentaran a una butaca de distancia de Juan Manuel Olmos o Recalde, hombres fuertes del PJ de la Ciudad.

Retoma protagonismo

En la Casa Rosada se comenta que en los últimos días volvió a jugar -y fuerte, como es su estilo- el asesor estrella Santiago Caputo en la reforma laboral con una posición más cercana al interés de los gremialistas. De hecho, en la reunión del Consejo de Mayo de hace dos semanas, Gerardo Martínez, el gremialista, se quedó casi dos horas en el despacho del asesor monotributista.

Cabe señalar que más de uno pensó que el joven Caputo había quedado seriamente herido tras su derrota en la disputa que mantuvo con Karina Milei -no ocupó ningún cargo en el Poder Ejecutivo y la jefatura de Gabinete pasó a Manuel Adorni, un funcionario que se considera alineado con la hermana del primer mandatario -. Sin embargo, Santiago, despacito, viene recuperando posiciones. Por caso, mantuvo el control de los servicios de inteligencia con la designación de Cristian Auguadra al frente de la SIDE. Pocos recuerdan que este contador fue protagonista de un raro episodio cuando en épocas de la intendencia de Aníbal Ibarra en la Capital fue designado director del Banco Ciudad y luego retirado por supuestos vínculos con la empresa OCASA, en aquel entonces propiedad de Alfredo Yabrán, entre otras cuestiones.

Hasta el fin de la semana pasada, había trascendido que el asesor convenció a Javier Milei sobre la necesidad de no ir a fondo en contra de las cajas sindicales porque de esta manera se asegura una pronta sanción de la reforma, convalidando el buen momento del Gobierno, tras el triunfo en las elecciones de medio término.

Si bien ideológicamente Milei está en contra de las "cajas sindicales" para el Gobierno es prioridad contar con la ley. Sin embargo, este argumento es discutido por quienes mantienen una posición dura en la negociación con los gremios. Al respecto, recuerdan que los cambios en la legislación laboral son un tema sensible, tanto que, por ejemplo, fue crucial en la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Finalmente, se logró un acuerdo entre todas las partes del gabinete y el proyecto de Ley tiene una impronta libertaria.

Juramento exprés y Lamelas recurrente

La Casa Rosada fue el escenario de la jura de Alejandra Monteoliva como nueva ministra de Seguridad. El Salón Blanco estuvo vestido de formalidad y se colmó de uniformados en la que fue también la despedida de Patricia Bullrich al frente de la cartera. No hubo grandes discursos ni promesas épicas, todos entendieron que lo esencial no era la foto, sino la línea de continuidad que se plantaba sin rodeos.

El comentario en voz baja fue la presencia del embajador estadounidense Peter Lamelas, instalado en primera fila como si fuera habitué de la casa. Invitado por el Gobierno, el funcionario de Donald Trump se quedó luego de una reunión que mantuvo con el ministro de Interior, Diego Santilli, a la que calificó de “espectacular". La escena cumplió su misión: señal política internacional y un toque de diplomacia con guiño incluido.

Monteoliva, por su parte, dejó claro que no llegó a inventar nada nuevo. Repitió la continuidad de la doctrina Bullrich como si firmara un contrato de renovación. Mismos lineamientos, misma lógica, mismo manual y hasta el mismo mantra: "El que las hace, las paga". Dentro del gobierno lo venden como previsibilidad, pero en los pasillos algunos se preguntan si no habría espacio para revisar al menos una coma. Aunque, claro, nadie quiere ser el que haga esa pregunta en voz alta.

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La despedida de Bullrich del ministerio también tuvo su propia liturgia: renuncia formal, decreto listo y mudanza política al Senado. La flamante funcionaria fue oficializada ante la mirada atenta del Gabinete y de varios familiares y amigos, entre los que destacaron la jueza Sandra Arroyo Salgado y el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino. En primera fila del Salón estuvieron presentes la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Manuel Adorni; y los ministros Diego Santilli (Interior), Pablo Quirno (Relaciones Exteriores), Luis Petri (Defensa) y Luis Caputo (Economía). Completaban la segunda hilera Mario Lugones (Salud), Sandra Pettovello (Capital Humano), María Ibarzabal Murphy (Legal y Técnica) y el ex titular de la SIDE, Sergio Neiffert.

Entre saludos y gestos de complicidad, los funcionarios le dieron la bienvenida a la nueva compañera de trabajo. Sentada detrás de la presidenta de La Libertad Avanza, Pettovello le acomodó la cabellera a Karina Milei para la foto. El que no pudo disimular su imagen fue Lugones, quien cayó al acto con una curita en el medio de la frente. Sorprendió la ausencia del asesor presidencial, Santiago Caputo. Desde su entorno confirmaron que debió declinar la invitación por motivos laborales.

Además de su cameo en la jura y la reunión con Santilli, Lamelas volvió a Casa Rosada el viernes para reunirse con Manuel Adorni, una charla que en la Rosada describieron como “protocolar” y “con buena sintonía”. Tampoco se perdió el arribo y vuelo rasante de los F16 que ahora son parte de la flota argentina, y tuvo tiempo para oficiar de local en el brindis de fin de año de AmCham, la cámara de comercio de Estados Unidos en Argentina.

Pero eso no fue todo, el embajador hasta se fotografío arriba de un F16, sumándose al show patriótico de los nuevos aviones de combate. Lo que se dice estar en todos lados.

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Cóctel, brindis y promesas del embajador

El evento organizado por AmCham Argentina para presentar oficialmente al flamante embajador estadounidense Peter Lamelas no fue un simple recibimiento diplomático lleno de canapés y formalidades. Fue un despliegue estratégico: en la Mansión del Four Seasons se mezclaron ejecutivos, ministros y dirigentes clave del Gobierno.

Durante su discurso, Lamelas dejó poco espacio para ambigüedades. Confesó que su llegada a Buenos Aires no era neutral, porque venía con una misión explícita: “El presidente Donald Trump me pidió que viniera a ayudar a su amigo Javier Milei”.

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El embajador añadió que su objetivo inmediato era consolidar relaciones comerciales y políticas fuertes entre empresas estadounidenses y el nuevo gobierno argentino, dejando clara su apuesta por el libre mercado y por una Argentina regida por “negocios, inversiones y crecimiento”. También aventuró la posibilidad de que Trump visite el país pronto, como parte de una estrategia para afianzar ese vínculo bilateral.

Entre los presentes se vieron al jefe de Gabinete Manuel Adorni, al canciller Pablo Quirno, al ministro del Interior Diego Santilli, al ministro de Economía Luis Caputo, al ministro de Salud Mario Lugones, al viceministro de Economía José Luis Daza Narbona, a la ministra de Seguridad Alejandra Monteoliva, al Secretario de Coordinación de Energía y Minería Daniel González, y al asesor presidencial Santiago Caputo. También hubo importante presencia del sector privado: directivos y ejecutivos de empresas estadounidenses y multinacionales afines a la cámara, representantes del board de AmCham y altos mandos corporativos.

Lo más relevante no fue el coctel en sí, sino la señal: un embajador que presume de no ser neutral, que llega con instrucciones directas, y que dice estar dispuesto a “trabajar día y noche” por sus objetivos, sin medias tintas. En un contexto latinoamericano convulsionado, donde las tensiones sobre soberanía, economía y política internacional están a flor de piel, ese tipo de gestos no pasan desapercibidos. Fue una bienvenida con brindis, pero también con advertencias.

Las inversiones, todavía lejos

Una de las consultoras de negocios más prestigiosas del mundo está terminando un estudio sobre las perspectivas de inversión en la Argentina con una conclusión preocupante: no habrá grandes radicaciones físicas de capital (salvo honrosas excepciones como minería o petróleo y gas) hasta tanto no mejore la situación institucional del país. "Las inversiones importantes vendrán en el 2027 una vez que se confirme un segundo mandato de Milei", confiesan.

El temor, compartido por fuentes empresarias locales es que, la falta de alternativas políticas moderadas, de centro, pueda llegar a dar lugar una vuelta al populismo si no resultara exitosa la gestión de Javier Milei.

Justamente una encuesta de la consultora Synopsis reveló que la mayoría - 49,7% - cree que Javier Milei ganó las últimas elecciones más por la ausencia de alternativas políticas que por lo que el oficialismo hizo. Según esta medición, 39,1% de los consultados respondió que los libertarios ganaron por sus propuestas.

El informe internacional también hará referencia al limitado interés del Gobierno libertario por respetar las diferentes instituciones que fortalecen la democracia republicana. Asocia al estilo de gobierno de Milei con Donald Trump.

Sigue la rosca en la Legislatura bonaerense

La jura de los nuevos diputados bonaerenses dejó más de una perlita en los pasillos de la Cámara. Apenas llegó al recinto, la intendenta de Quilmes y ahora diputada Mayra Mendoza protagonizó la postal del día. Antes de entrar al salón, se cruzó con la senadora saliente y diputada nacional electa Teresa García, la abrazó fuerte y, delante de todos los periodistas, lanzó sin filtro: “Es a la única que quiero de toda la política bonaerense”.

Pero la jornada también tuvo humor. El massista Rubén “Turco” Eslaiman, que ofició como presidente provisional y condujo la sesión preparatoria, recibió elogios de colegas apenas levantó el martillo. Entre risas, retrucó: “Yo no me quiero ir”, dando a entender que el rol le calzó cómodo.

Mayra Mendoza
La quilmeña Mendoza en la jura en la Legislatura bonaerense.

La quilmeña Mendoza en la jura en la Legislatura bonaerense.

Mientras todo eso ocurría, en silencio se sellaba la paz libertaria. Karina Milei bajó línea el fin de semana y ordenó un acuerdo interno para evitar nuevos cortocircuitos: un hombre de Pareja -Juanes Osaba- se quedó con una de las vicepresidencias de Diputados y Agustín Romo, hombre de Santiago Caputo, fue ratificado como jefe del bloque de LLA, pese a los rumores que lo daban fuera de juego.

En cuanto a ese espacio, la tregua entre La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires duró menos que una sonrisa en la foto. La aprobación del endeudamiento de u$s3.685 millones para Axel Kicillof detonó una interna feroz, con tuits incendiarios, pases de factura y acusaciones cruzadas por cargos en el Banco Provincia.

El lunes, dos días antes de la votación, Sebastián Pareja ya había llegado a La Plata con el ceño fruncido. Fue a acompañar a los nuevos legisladores, pero dejó un mensaje envenenado para el PRO, al que venían señalando por guiños al gobernador.

“Sería un baldazo de agua fría y una situación bastante injustificada”, advirtió antes de entrar al recinto, en referencia a la posibilidad de que los amarillos acompañaran parte del paquete financiero a cambio de sillas en el Banco Provincia. Y así ocurrió. Pareja acusó al PRO de haber cerrado un “pacto inescrupuloso y obsceno” con Kicillof. La bronca tenía nombres propios: los nuevos directores del BaPro incluyen a Matías Ranzini, del riñón de Cristian Ritondo, y Adrián Urreli, hombre de Néstor Grindetti.

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En redes, la senadora libertaria Florencia Arietto acompañó el ataque con precisión quirúrgica: “Les pagaron a Ritondo y a Grindetti con los cargos en el Banco Provincia: pusieron a Ranzani y Urelli”, lanzó. Y remató: “Santilli también acordó: la vicepresidencia de Diputados era de La Libertad Avanza y se la dieron a Agustín Forchieri”. Forchieri, referenciado en el ministro del Interior, preside el bloque PRO.

En el macrismo respondieron con ironías sobre el largo historial de Pareja en la rosca política: “Si está enojado es porque no consiguió mojar él”, deslizaron. Y devolvieron la pelota: “Nosotros votamos solo la renegociación. El que les dio los dos tercios fue el ‘Nene’ Vera, que se levantó y se fue”, apuntaron sobre un hombre del propio Pareja.

El libertario, fiel a su estilo, cerró su ofensiva acusando al PRO de “endeudar a los bonaerenses por cargos” y deseando que “Dios y la Patria los juzgue”.

Del otro lado, el PRO contestó con un comunicado seco: “Negar esa herramienta hubiera sido irresponsable. Ocupamos los lugares que corresponden a la oposición”. La pregunta inevitable es cuánto más puede durar el pacto LLA-PRO sellado en septiembre y ya en llamas en diciembre. Todos miran hacia arriba, a ver si Karina Milei interviene. Si no, el verano bonaerense promete reescribir el mapa político más rápido de lo previsto.

El árbol de Navidad de la política

Como cada año, llega el momento de armar el tradicional arbolito de Navidad. Como en la política, todos dicen saber cómo se arma, pero nadie coincide en el orden: ¿luces primero o guirnaldas? ¿déficit primero o ajuste? ¿decreto o ley? Algunos de esos debates son viejos como el pino de plástico que se guarda hace décadas.

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Cada espacio político es como una familia: tienen sus formas, sus costumbres y su “receta” para armar el arbolito. En la punta, infaltable, siempre va la estrella que brilla. Algunos prefieren figuras rutilantes del espectáculo, otros una estrella estrictamente federal. Cada cual con su tradición. Otra pieza inevitable son las luces, que dan brillo al conjunto. Aunque este año, con las tarifas como están, más de uno prefiere que la iluminación navideña no le sume otro dolor de cabeza al presupuesto.

Las bolas, guirnaldas y demás accesorios son fundamentales. Con el año nuevo siempre aparece la tentación de sumar piezas nuevas. También están las figuras heredadas de Navidades anteriores: nadie se anima a tirarlas, pero tampoco encajan del todo con el presente. Los adornos son como los funcionarios o ministros: vienen de gestiones distintas, de colores y tamaños variados, a veces hacen juego y otras veces hay que reemplazarlos “para que combine mejor”. Algunos cumplen una función decorativa impecable; otros, apenas los colgás, ya están por caer.

Y después está el pesebre, la escena que conserva la esencia de la Navidad. La figura central, el Niño Jesús, al que todos veneran y nadie se atreve a cuestionar, como sucede con el déficit cero. Y los Reyes Magos, que según la tradición traen oro, incienso y mirra, pero que este año llegan también con algún swap de auxilio financiero desde el norte del continente… si no se les demora la caravana.

Al final, la política argentina y la Navidad tienen puntos en común: de lejos, las luces y el brillo; de cerca, el desorden y los tironeos. Pero, como el arbolito, cada año vuelven a armarse igual. Y lo verdaderamente milagroso es que, pese a todo, siempre queda más o menos parado.

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