10 de agosto 2018 - 19:36

Coimas: De Vido negó las acusaciones y pidió su sobreseimiento

El exministro de Planificación tiene turno para declarar hoy ante Bonadio. También acudirán a Comodoro Py el N°2 de Techint, Luis Betnaza, y el extitular la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, que tramita carnet para el "club de los arrepentidos".

Julio de Vido.
Julio de Vido.
Viernes intenso en los tribunales de Comodoro Py en el marco de la causa por las presuntas coimas en la obra pública, supuestamente pagadas por empresarios a exfuncionarios del kirchnerismo, una trama revelada a raíz de las anotaciones del exchofer Oscar Centeno. Tras un día en el que también hubo varias novedades, el juez Claudio Bonadio tomó declaración al exministro de Planificación, Julio de Vido, y a importantes empresarios.

Mediante un escrito De Vido sostuvo que no formó parte de una "asociación ilícita" y pidió su sobreseimiento en la causa por presuntas coimas en obras públicas. "Niego total y categóricamente los hechos que se me están atribuyendo, se trata de afirmaciones imprecisas, desprovistas de tiempo lugar o modo", señaló.

En el texto, el ex funcionario aseguró: "No formé parte de ninguna asociación ilícita, hay persecución penal y pido el sobreseimiento".

La declaración de De Vido fue la última de la ronda de indagatorias a exfuncionarios, que aún tiene pendiente la cita entre la expresidente Cristina de Kirchner con Bonadio el próximo lunes.

Para hoy también fue citado Luis Betnaza, el N°2 del Grupo Techint y mano derecha de Paolo Rocca. Tal como cuenta en su edición de hoy Ámbito Financiero, fue convocado como imputado luego de haberse presentado a declarar como testigo y autoincriminarse. Luego de que el exdirector de esa empresa, Héctor Zabaleta, fuera detenido y las oficinas del holding fueran nuevamente allanadas, el N° 2 del principal grupo económico de la Argentina se acercó al juzgado a aportar información. Allí señaló que los pagos que aparecen en los escritos del chofer corresponden a exigencias del Gobierno kirchnerista para interceder ante Hugo Chávez por la estatización de SIDOR (Siderúrgica del Orinoco) por el que negociaban una compensación. Afirmó que se trató de cuotas mensuales u$s100.000 para destrabar el acuerdo. Fue el primero de los empresarios en apartarse del libreto que (coordinadamente) los tenía como víctimas de una extorsión a cambio de financiar las campañas electorales kirchneristas.

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Además, el "club de los arrepentidos" sumó su séptimo miembro con Carlos Wagner, extitular de la Cámara Argentina de la Construcción y de la firma Esuco. Asimismo, Bonadio citó a su ronda de indagados a Aldo Benito Roggio, titular de una de las principales constructoras que opera en el país y a nivel regional, que tendrá que presentarse el martes.

• La declaración de Abal Medina

En cuanto a lo que sucedió ayer, una de las principales novedades fue la declaración del ex jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, quien confirmó la existencia de aportes de empresarios para la campaña electoral del FPV 2013 y que los recolectaba el entonces secretario Roberto Baratta, aunque sostuvo que siempre entendió que "eran voluntarios y de ninguna manera exigidos bajo coerción".

"Siempre entendí que dichos aportes de privados eran voluntarios y de ninguna manera exigidos bajo coerción", para apoyar la campaña electoral de Daniel Scioli, Daniel Filmus y Martín Insaurralde, indicó Abal Medina al negar las acusaciones que se le formulan en el marco de la causa sobre coimas que investigan el juez Claudio Bonadío y fiscal Carlos Stornelli.

Al declarar en Comodoro Py ante el juez Bonadio, el actual senador nacional también dijo que desconocía quiénes eran los aportantes y negó cualquier vínculo con ellos.

Además, especificó que las anotaciones del ex chofer Oscar Centeno que hacen referencia a su persona "coinciden solamente con los tres meses" en los que participó de la campaña electoral en 2013 y que no hay ninguna otra referencia a su persona "fuera del espacio de tiempo de la campaña legislativa".

Abal Medina, que fue jefe de Gabinete desde el 10 de diciembre de 2011 hasta el 20 de noviembre de 2013 (cuando fue reemplazado por Jorge Capitanich), declaró ante Bonadio porque aparece mencionado en los cuadernos manuscritos de Centeno, el chofer del ex secretario Roberto Baratta, en los que registró detalles de supuestos pagos ilegales de empresarios al gobierno kirchnerista.

En tanto que el ex juez federal Norberto Oyarbide regresó a los tribunales de Comodoro Py para denunciar aprietes de parte del gobierno kirchnerista para fallar en torno a la causa por enriquecimiento ilícito contra Néstor y Cristina Kirchner, a quienes terminó sobreseyendo.

Tras haber señalado que lo habían "agarrado del cogote" cuando estaba a cargo de esa investigación, Oyarbide presentó este jueves una denuncia formal en la que señaló que el ex espía Antonio "Jaime" Stiuso y el ex titular de la Auditoría General de la Nación Javier Fernández habían sido enviados por el matrimonio presidencial para pedirle que se "apurara" para definir la causa.

El retirado magistrado precisó que se trató de una reunión en su domicilio de la calle Córdoba y que fue el único encuentro que mantuvo con el poderoso espía y con Fernández, acusado de haber sido "operador" del kirchnerismo en los tribunales federales y también imputado en la causa de los cuadernos del ex chofer Oscar Centeno.

"Le pidieron en nombre de Néstor Kirchner celeridad en la causa de enriquecimiento ilícito", señalaron en el entorno del magistrado que, pese a las primeras especulaciones, no se convirtió en arrepentido de la causa por los cuadernos con detalles de presuntas coimas al gobierno kirchenrista.

Tras la denuncia se abrió una causa paralela que se sorteará este viernes y dará lugar a una nueva investigación por fuera de la investigación por los cuadernos, en la que el ex magistrado está imputado por asociación ilícita y vinculado a la recepción y entrega de pagos ilegales.

Oyarbide declaró durante más de dos horas ante el fiscal Carlos Stornelli, donde se presentó a ampliar su declaración luego de señalar el miércoles ante la prensa que lo habían "agarrado del cogote" cuando estaba a cargo de esa investigación por enriquecimiento ilícito contra el matrimonio Kirchner, en 2008.

"Stornelli, advirtiendo a que sus dichos pueden dar a lugar a un delito de acción pública, tiene la obligación de llamarlo", explicó su abogado, Osvaldo Cantoro, en declaraciones al canal América 24.
El letrado aseguró que se malinterpretaron las declaraciones de su defendido y que si bien "había interés en que esta resolución saliera rápido" él falló "conforme a las pruebas que tenía, que eran de un volumen considerable".

La defensa de Oyarbide reiteró que el ex juez "sólo se refirió al pedido de celeridad" y no al contenido del fallo: la denuncia por enriquecimiento ilícito se remonta a 2008 y tuvo como eje el exponencial crecimiento de los bienes del matrimonio Kirchner, de un 158% sólo en un año.

Respecto a la causa de los cuadernos, el abogado aseguró que "la responsabilidad de Oyarbide es nula" y que "no tiene nada que ver" en ese caso, por lo que no se va a presentar como "arrepentido".

"No es por haber sido magistrado sino porque en este caso no puede porque el arrepentido es quien comete un acto y se arrepiente pero él no asume culpabilidad ni responsabilidad penal", señaló.

• "Si me quieren matar, que me maten"

Antes de regresar a los Tribunales, Oyarbide había brindado una entrevista radial en la que se mostraba preocupado y, entre lágrimas, pedía ampliar su declaración indagatoria en la causa de los cuadernos de las coimas, acusó a Néstor Kirchner y dijo que temía que lo mataran.

"Lo voy a llamar a (el juez Claudio) Bonadio para decirle que necesito ampliar mi declaración. No tengo ni el celular de Bonadio, pero me voy a Comodoro Py. Tengo miedo de que me maten. Ojalá que el Presidente esté escuchando", señaló en un diálogo con Radio 10.

Y agregó: "Yo no soporto más esto. Estoy solo. Yo quiero, por Dios, que Bonadio me mande a buscar a mi casa y me lleve. Le declaro y firmo todo. Ahora me voy a la Recova a tomar una sopa a ver si me la sirven o me quieren pegar un tiro por la espalda".

Además, habló sobre Stiuso y Fernández y señaló: "Finalmente, ellos eran empleados, por llamarlo de alguna manera, de una persona de la que emanaban todas las responsabilidades. Es la persona que falleció, el esposo de la Presidenta".

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