La movilización de la CTA y organizaciones sociales de izquierda por un nuevo aniversario del estallido del 19 y 20 de diciembre de 2001 se realizó en Plaza de Mayo con un enérgico reclamo de un salario mínimo, vital y móvil de 8.000 pesos y un repudio al ascenso del jefe del Ejército, César Milani, aprobado ayer en el Senado.
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"Conocemos desde antes a esa policía que ellos recién descubren, conectada con el asesinato de Carlos Fuentealba, de Maximiliano Kosteki y de Darío Santillán, y que liberó la zona para que mataran a Mariano Ferreyra. A esa policía les dan 8.500 iniciales", se quejó el diputado Néstor Pitrola (Frente de Izquierda y de los Trabajadores, FIT), uno de los oradores del acto, que se desarrolló de espaldas a la Casa Rosada.
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